Capitulo 1: El restaurante

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-Bueno, ¿Que sucede?- le pregunto Steve Rogers a su contador en el momento que la limusina se detenía ante el restaurante.
Bucky miraba sus notas.
-El verano pasado compramos el edificio, la inquilina se llama Antonia Stark. Hasta ahora, ha rechazado dos ofertas nuestras para marcharse, de modo que le hemos subido el alquiler. Ahora esta luchando para no tener que cerrar. De modo que creo que en esta ocasión firmara-.

Steve frunció el seño. Apenas llevaba unas horas en Australia después de llegar de sus oficinas en Verona, pero ya empezaba a cuestionar el modo de Bucky de llevar negocios.

-Debería haber sido una compra sin problemas- gruño-. Y llevamos seis meses de retraso... ¿A que estás jugando?-.

El contador se ruborizo y se paso una mano por el cabello.

-Todo esta bajo control, te lo aseguro- musito nervioso-. Sé que hemos tenido unos pequeños problemas...pero...-

Sonó el celular de Steve y freno los tartamudeos de disculpa de Bucky en mitad de una frase al ver el numero de su abogado en el aparato. En ese momento tenía problemas más urgentes que la sencilla adquisición de un restaurante insignificante.
En ese momento, todo el futuro de su empresa pendía de un hilo mientras su hermano intentaba representar la más extraña y ridícula charada con el fin de imponerse en la lucha de poder que mantenía con él.
Apretó los labios enfadado. Mientras abría el teléfono, pensó que nadie le decía lo que tenía que hacer. Nadie... y menos el único hombre en el mundo por el que solo sentía desprecio.
-Sam, ¿tienes noticias para mí?- al hablar con el abogado recurrió a su italiano nativo.
El silencio en el otro extremo de la línea fue respuesta suficiente.
-He repasado todas nuestras opciones un millón de veces, Steve- repuso al final el abogado con voz de pesar-. Y no hay mucho que podamos hacer. Podemos llevarlo ante los tribunales...pero en mi opinión lo único que eso crearía seria un maremoto periodístico. Estarías metiendo el negocio personal de la familia en el terreno de la indiscreción, abriendo el abismo que hay entre tu hermano y tu ante el escrutinio del mundo, y al final es muy probable que no ganemos. El hecho es que es posible que tú le hayas dado a la empresa el éxito del que disfruta hoy, pero tu hermano sigue siendo el propietario del sesenta por ciento de Shield Enterprises. Es suya para hacer con ella lo que le plazca-.

Los ojos azules de Steve centellearon con fuego. No le importaba si el resto del mundo se enteraba de lo que pensaba de su hermano, pero si le preocupaba que pudieran someter el nombre de sus padres a la humillación del pasado... y eso no podía hacerlo. Ya había sufrido suficiente por culpa de su hermano. El recuerdo de ellos debía permanecer digno.
Se pregunto cómo podía llevar esa situación. Su aguda mente empresarial entro en acción en busca de una respuesta. No iba a dejar que su hermano ganara esa batalla. Thor Rogers podía ser el presidente de la empresa, pero en esos tiempos no era más que una figura decorativa...él era el cerebro, el que había convertido la pequeña cadena provincial italiana de hoteles de su hermano en un éxito global. Sonrió para sus adentros, ya que había hecho muchas cosas en contra de la voluntad de su hermano.
Thor no había querido que la empresa se expandiera...le había gustado ser un pez gordo en un estanque pequeño, capaz de controlar y manipular a todos. Pero Steve había impuesto su voluntad al heredar las acciones de sus padres, había hecho avanzar a la compañía y disfrutado en el proceso... había disfrutado viendo a su hermano cada vez mas fuera del entorno que dominaba hasta convertirse en un hombre indeciso.
En ese momento podía ver el farol de su hermano, vender su cuarenta por ciento y largarse, dejando a aquel para que cumpliera la amenaza de vender el resto de la empresa. Descubriría que no valía tanto sin el al timón. Pero era algo que no pensaba hacer después de tantos años dedicados a levantarla.

-Habrá un modo de solucionarlo- dijo en voz baja casi para sí mismo.
-Pues si lo hay, yo no lo veo. He leído la correspondencia que te ha mandado tu hermano y el mensaje final es que si no estás casado y has tenido un hijo para cuando cumplas los veintiséis años, Steve, venderá las acciones que posee. Considera que al ser el único hermano que tiene, tu deber es asegurar el futuro de la familia Rogers. También dice que desea verte felizmente casado.

Business or Pleasure.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora