Steve salió de la ducha y se vistió de prisa. Había pasado dos horas enteras al teléfono con su oficina de Verona y aun le quedaba ir allí esa noche para ordenar unos papeles para la mañana.
Era un inconveniente, pero tendría que esperar hasta el día siguiente para saborear el placer de ver la sorpresa de su hermano. Ya había alimentado la curiosidad de Thor ... le había informado que deseaba discutir los detalles de su acuerdo de negocios con él y que había llevado a alguien a casa.
Este se había mostrado encantado y de inmediato los había invitado a cenar... quedando decepcionado cuando Sasuke que explico que por asuntos de trabajo deberían posponer la cena hasta el día siguiente.
-Dime, ¿A quién has traído contigo, Steve?- había preguntado.
-Tendrás que esperar para verlo en persona, hermano- indico con voz neutral-. Pero como sigo tus deseos, espero, desde luego, que tú sigas firme a tu parte del acuerdo-.
-Por supuesto, el año próximo, cuando estés casado y tengas un hijo, estaré más que encantado de retirarme y entregarte mis acciones de la empresa-.
Sonrió para sus adentros mientras se ajustaba el nudo de la corbata azul de seda. Su hermano iba a retirarse la semana siguiente, no el año próximo, e iba a ser muy dulce.
Lamentaría el día en que intento imponerle su voluntad.
Recogió la chaqueta antes de mirar la hora. Eran casi las seis de la tarde y no valdría la pena volver a la casa esa noche si no arreglaba las cosas en la oficina. Sería mucho más conveniente y cómodo quedarse en su departamento de la ciudad. Recogió el bolso con mudas para una noche y algunas llaves antes de salir de la habitación. Natasha se encontraba abajo lustrando los pomos de las puertas.
-No vendré a cenar, Natasha, y me quedare en mi departamento de la ciudad a pasar la noche- le indico.
-Muy bien- no giro la vista.
-Dile a mi esposa que la veré mañana. Tenemos una invitación para cenar en casa de mi hermano, de modo que tanto ella como la niña deberían estar preparadas para marcharnos a las siete-.
-De acuerdo- en ese momento lo si quieres decírselo en persona, se encuentra en el jardín. Esta tomando aire con su hija-.
-No tengo tiempo- repuso con brusquedad-. Así que díselo, Natasha, por favor-.
La joven asintió con una expresión de severa desaprobación.
-Parece una chica agradable-.
Steve se encogió de hombros.
Ella enarco una ceja y el sonrió.
-Te veré mañana. Recuerda...quiero ser el primero en darle la feliz noticia a Thor-.
-¡No tienes que recordarme esas cosas!- apoyo una mano en su cadera y lo miro molesta- Siempre he sido muy discreta-.
-Claro-Steve asintió. Sabía que Natasha era de confianza... pero un pequeño recordatorio no hacia ningún daño. Pasó a su lado y salió al exterior.El sol empezaba a ponerse, dejando una estela roja y dorada sobre la tranquila superficie del lago. Pensó que a veces olvidaba lo hermoso que era ese lugar y se detuvo para mirar a su alrededor.
En otro extremo del jardín vio a Tony . Jugaba a la pelota con Lily, y cada vez que ella la atrapaba,Tony aplaudía.
-Atrápala,Lily, atrápala...-.
La niña soltó unas risitas al fallar y luego corrió a la máxima velocidad que sus piernas diminutas la llevaron mientras su madre fingía que la perseguía.
Steve sonrió cuando ella alzo con facilidad a Lily y la hizo dar vueltas en el aire. Algo en ese momento despreocupado resultaba conmovedor...y con irritación pensó que desconocía la causa. Estaba a punto de dar media vuelta cuando ella lo vio.
Parecía una gacela a punto de huir de un depredador hambriento. ¿Qué diablos pensaba que le iba a hacer? Molesto, abrió la puerta de su coche.
-¿Te vas? – le pregunto.
Sorprendido por la pregunta, giro y vio que avanzaba despacio hacia el con Lily apoyada contra una cadera.
-Si. Tengo cosas que hacer- metió la bolsa con ropa en el maletero del deportivo rojo. Luego, consciente de que seguía mirándolo, volvió a centrarse en ella-. ¿Querías algo, Tony?-.
-Bueno...-.
El miro el reloj de pulsera.
-Porque si no, soy un hombre muy ocupado-.
-Solo quería agradecerte- dijo.
- ¿Por que?- frunció el ceño.
-Por tomarte la molestia de tener preparada la habitación de Lily- se obligo a mirarlo a los ojos.
-Oh, eso- se encogió de los hombros- no fue ninguna molestia,Natasha se encargo de todo-.
-Si...pero no deja de ser un buen gesto de tu parte. Todos esos juguetes y cosas debieron costarte una fortuna y... bueno, la habitación es preciosa. Yo jamás pude tener un dormitorio propio para Lily-.
Por algún motivo, la conmovedora sinceridad del comentario lo hizo sentir incomodo.
-No quiero tu agradecimiento, Tony - le dijo con brusquedad-. Dije que me encargaría de ti y de Lily y siempre cumplo mi palabra. Lo único que pido es que mantengas tu parte del trato, que no te interpongas en mi camino y que estés disponible cuando te necesite-.
-Hare...lo que pueda- ruborizada, retrocedió un paso de él, cómo asustada por sus palabras.
-Mi hermano nos ha invitado a cenar mañana. Natasha te dirá los detalles-.
-¿Y esta bien que lleve a Lily? –inquirió insegura-. Es que no quiero dejarla...yo...-.
-Claro que tienes que llevar a Lily-frunció el ceño como si la pregunta fuera una gran estupidez-. ¡No quiero ni oír hablar de dejarla sola!-.
-¿No?- pregunto desconcertada.
-No, y si eso es todo lo que querías, tengo que irme...-.
-Bien...ah, una cosa más. ¿Qué quieres que me ponga?- pregunto en un impulso antes de que él pudiera subirse al coche.
-¿Ponerte?- la miro como si la pregunta lo divirtiera.
-Si, ¿Qué sería más apropiado?- se sintió tremendamente abochornada en ese momento.
-No importa lo que te pongas, Tony- corto con indiferencia-. Ponte lo que quieras...El traje que usaste en la ceremonia de boda- sugirió sin rodeos.
Noto como la blusa se le tensaba sobre los pechos por el modo en que sostenía a Lily. Y por un momento recordó la sensación de ese cuerpo contra el suyo cuando había caído sobre su rodilla en el avión. EL recuerdo lo puso tenso. ¿Por qué diablos pensaba en eso? ¡Todo era por negocios!
-Si, de hecho ese traje esta perfecto- comento con determinación al recordar lo poco femenina que la hacía ver.
-¿De verdad?- Tony frunció el ceño. No parecía que necesitara causar una buena impresión con su hermano. No daba la impresión de ser una verdadera cuñada. De hecho, estaría allí poco tiempo-. Esta bien- murmuro-. Si tú lo dices-.
-Si- asintió- y lleva el cabello también igual...- la estudio-. Si, te queda mejor retirado por completo de tu cara- el modo en que lo llevaba en ese momento por encima del hombro, la hacía parecer más joven y vulnerable...y casi bonita-. No me gusta cómo se te ve suelto-.
-Claro...me lo recogeré- musito.
-Bien- subió al coche-. Te veré mañana- le dijo con sequedad.
Al verlo marcharse, ella se pregunto adónde iba, donde pasaría la noche.
Y de inmediato se recordó que no era asunto suyo.
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Business or Pleasure.
RomanceApunto de terminar en banca rota, Antonia Stark, madre soltera solo tenia una opcion...aceptar la sorprendente propuesta que le hizo el arrogante Steve Rogers. El le asegurara el futuro, pero le arrebatara su libertad y su corazón.