Familia

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No es como si supiera el significado de pertenecer a una familia, nunca tuvo una, no pertenecía a una, se sintió solo y solos sus amigos pudieron apaciguar esa desolación... hasta el ataque de academia que le fueron arrebatados, seguido de eso el secuestro de Ruri, después una serie de eventos desafortunados... que le hizo terminar sin un cuerpo, dentro de Yuya... del chico que ilumino su mundo gris... quien le traía paz... teniendo que luchar contra academia, contra leo y el demonio que habitaba dentro de Yuya, de sus otros dos homólogos y de el mismo. Todo para terminar en otra dimensión, para seguir luchando, para intentar sobrevivir... para ser traicionado para convertirse en un asesino... pero ¿podía seguir llamando a todo eso tragedia?

¿Podía odiar todo eso?

Con el paso de los años se daba cuenta que no, ya no podía odiar la traición de yuya como en aquel entonces, no porque lo hubiera perdonado sino que, gracias a eso, a todo ese dolor, a yuya, es que ahora podía vivir tiempos de felicidad.

Era amado con intensidad por el hombre que sentía necesitaba para no sentir que seria arrastrado por la oscuridad dentro suyo. Jotaro lo amaba, siempre lo amaba y porque se aman es que quiere verlo feliz, la felicidad de Jotaro era la suya, así que cuando noto que habia un vacio, algo faltante que empañaba esa felicidad busco la solución

No odiaba a Jolyne pero no la revivió, en su lugar trajo a yuya y admitia que si hubiera tomado las debidas precauciones no estaría en ese punto.

Fue un largo proceso pero ya no odia el pasado, no lo perdona tampoco pero estaba en paz con él. De hecho sentía que Yuya, el real, Sakaki Yuya ya no era tan odioso, porque ahora es que lograban acercarse

-lo siento –murmuro –porque te ame demasiado, por hacerte daño

-también lo siento –no pensó que fuera a decir esas palabras, pero lo hizo, sintiéndose un poco mas ligero –por el daño y asesinarte

-no, esta bien, agradezco eso pude volver a como era por un instante y aunque este mal que lo diga, me alegra que lo hallas hecho tu, que pusieras fin a todo eso... que hayas arreglado todo para que los demas no me odiaran aunque tenían motivos suficientes –sonreía aunque algunas lagrimas caian por sus mejillas – no tenias porque hacerlo y aun así lo hiciste... gracias Yuto

No tenia nada que decir, no se le ocurria algo, solo asintió, para dar la vuelta y volver al mundo de los vivos

-. -. -. -. -. -

-ten –el pequeño niño, de apenas 4 años extendió sus pequeños brazos, queriéndole dar una hoja de papel, dejo los trastes de lado, secando sus manos con la pequeña toalla que tenia alado para tomar aquello – eres tu, papi y yo –explico regalándole una sonrisa

No es como si esa situación no se hubiera repetido muchas veces para él, no debía hacer que de alguna manera se emocionara pero lo hace, sonríe mirando el dibujo, los trazos infantiles que debían ser ellos tres, toma al pequeño en brazos besando la mejilla

-es hermoso Yuya, vamos a despertar a papa para que lo vea

-¡si!

-.-.-.-.-.-.-

Podría decir que habia caído bajo ese encanto, el dios de la muerte habia tenido razón, era algo que solo podría entender cuando lo experimentara, de todas maneras no iba a decirle a su otro yo un "tenias razón" quizás porque ambos se llevan así.

Mira a su pequeño hijo jugar en el jardín, en los columpios que Jotaro habia puesto, tenían un gran jardín por lo que podian llenarlo de cosas y por alguna razón que no entendía Yuya no era muy cercano a sus demas compañeros en el kínder

Bloody CrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora