Espejo

355 16 74
                                    

Para poder revivir este niño debe morir. 

Para volver a amar este niño debe morir.

Para ser perdonados este niño debe morir... Pero no le deseo la muerte.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.


Fuiste un error Yuya o quizás no tanto, supongo que al final te sigo odiando pero he empezado a perdonarte ¿Curioso, no? Es una lástima que sigas roto

Se despierta de su siesta, estando en su casa en los brazos de su padre que "duerme" igual que él, siente paz al tenerlo cerca que por un momento logra olvidar esas palabras, ese sueño extraño que no logra entender

-que pequeño tan exacto –escucha las palabras de su mami que está en el marco de la puerta, con una sonrisa –ya era tiempo de despertarte de tu siesta –se acerca para tomarlo con cuidado -¿Qué pasa Yuya? –le pregunta al notarlo de hecho demasiado despierto pero en silencio

-Mami tú me quieres ¿verdad? –soltó mirando a los ojos ceniza con mucha atención, una cálida mirada y una sonrisa

-claro que si –le besa la mejilla y luego pasa su mirada al hombre que duerme con tranquilidad dado que aun seguía siendo de día –ustedes son mi familia, mi mundo

Ante esa respuesta solo puede sonreír feliz, abrazándose a su cuello con entusiasmo

-.-.-.-.-.-.-.-.-

Las pesadillas se vuelven algo recurrentes lo cual no le gusta, porque algo dentro de sí le dice que no debe decir la verdad de cómo son esos sueños extraños, ¿era normal soñarse mayor? Pero más que nada no quiere que su mami le mire de esa forma tan... fea, como en sus sueños.

Por eso, es que intenta soportar mantenerse solo las noches completas aunque despierte a mitad de ellas, queriendo tranquilizarse, prefiriendo mirar por la ventana hacia las estrellas, en el pueblo donde vive se ven con mucha claridad o eso dice su padre, ya que no hay mucha luz artificial que estorbe y estando casi a las afueras del pueblo aun mas.

Se baja de su cama y enciende su pequeña lámpara, es más fácil entretenerse si se pone a jugar en silencio. Sin querer logra notar al hombre en la puerta, sonriente, flotando cubierto de la oscuridad, suelta una pequeña risita al verse descubierto

-¡Ahh! –grita del susto cuando lo ve moverse y sin saber cómo salir de su cuarto.

-¡¿Yuya?! –Su mami abre la puerta, preocupado, encendiendo la luz -¿Qué pasa? Deberías estar dormido

-¡había un hombre allí! –Señalo con su pequeña lampara-¡había alguien y hasta se río!

-¿un hombre? –eso le extraño, no sentía a nadie allí, no al menos físicamente ¿un Stand? Aunque eso significaba que su hijo era capaz de verlo lo cual no era posible, reaccionaria al ver a Dark Réquiem que estaba detrás de él

-¿Por qué grito Yuya, Yuto? –el más alto apareció

-¡había un hombre aquí! –Volvió a decir, no era como en sus pesadillas, esta vez lo vio con claridad –se rio y luego desapareció -insistió

Sus padres se miraron como pensando en que podría ser

-no puede ser lo que estamos pensando Jotaro, él es incapaz de verlos

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Con el paso de las semanas las pesadillas iban y venían...pero fue capaz de notar donde estaban los que le molestaban. En el espejo, no sabe cómo explicarlo simplemente cuando ve su reflejo no se reconoce, no es él, no puede ser él mismo y quiere diferenciarse de ese otro.

Bloody CrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora