Estrella

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El cielo estrellado que había sobre su cabeza siempre le impresionó, a tan corta edad era lo único hermoso que conocía, ni siquiera podía entender que su padre era un vampiro, su entendimiento no iba a tanto.

Lo que si, era que, recuerda estar en una azotea junto a su padre, corretear por allí y al final buscar descanso en los fuertes brazos. Mirar al cielo los brillantes puntitos, quizás desde antes le llamaron la atención, las deslumbrantes estrellas que se veía más por las pocas luces que había allí donde vivían aunque también había más luz del otro lado de la ciudad.

También supo de alguna manera interpretar la luz y la oscuridad. Podría decir que le gustaban mucho aquello.

Blanco como la ropa, siempre pulcra, siempre en orden de su padre, Kujo Jotaro, lo tiene siempre presente de blanco que él día que le mostraron que en realidad siempre iba de negro se le hizo extraño.
Su "mami" siempre vestía de negro, siempre en colores oscuros aunque siempre lo relacionaba al día. Porque solo con su mami podía salir a la luz del sol, porque siempre trabajaba cerca de la luz.

El cielo nocturno, las pequeñas luces blancas, la luna, todo aquello le recordaba a su familia.

Con el tiempo aprendío que a su padre le gustaban otro tipo de estrellas, las marinas, le gustaban las cosas del mar.

Lo que su mami amaba que tuviera forma de estrella era la curiosa marca que él tenía.
"te queda tan linda Yuya"

Cuando pudo entender mejor, esa marca se volvió algo que amaba.

"papi también tiene una mami"

La marca que le daba consuelo cuando algunos decían que no se parecía a su padre, que su familia era extraña y fea.

-no me parezco a papá, ¿porque no soy como papá? - pregunto a sus padres que se miraron

-te pareces a tu madre - fueron las palabras de su mami pero aunque fuera cierto él no lo entendió

-¿porque tengo el pelo rojo y tu negro? - pregunto de nuevo sin ser consciente de que la situación estaba tensa

-... Es que a mi me gusta el negro pero, ¿porque tanta curiosidad? - cuestionó sentándose al borde de la pequeña cama

-si soy su hijo ¿cierto? Ustedes son mis padres ¿lo son de verdad?

De nuevo los adultos se miraron, aunque fuera el de ojos grises quien pareció saber cómo manejar el asunto

-claro que eres nuestro hijo Yuya - le tomó la pequeña mano - tienes mi misma cara aunque tu eres más lindo princesa y también eres hijo de tu padre, no hay forma de dudarlo

-pero no me parezco - hizo un puchero

-tienes esta pequeña estrella - toco con su otra mano donde la marca estaba - una muy linda y especial ¿te gusta, yuya?

-si, me gusta mucho, papi también tiene una pero es grande

-bueno eso es como algo que solo tu puedes tener por ser hijo de tu padre, abuela Holly también tiene una estrella, bisabuelo Joseph también

-¿ellos también? - pregunto con cierta ilusión

-no necesitas ser idéntico a nosotros para ser nuestro hijo, todo lo contrario, eres único y especial, tienes una marca poco común y mi rostro, tu eres tu tienes que recordar eso, aunque encontraras a alguien que se te parezca tu eres diferente esta bien si no te pareces a nosotros pero recuerda, mi rostro y las estrellas nos unen

Aquellas palabras quedaron grabadas en su mente, especialmente lo último.

"las estrellas nos unen"

Bloody CrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora