Prólogo

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Hoy ha nacido una niña, que se le ha dado por nombre Berenice, hija de padres esforzados en su diario vivir. Ella llora fuertemente al ser golpeada en sus nalgas por el doctor, y sufre al salir al mundo por primera vez. Deseada y esperada, la niña comenzó a ir en busca de su madre, y se le obedece. Alcanza el seno de su progenitora y halla tranquilidad en su insaciable búsqueda.

Sus padres sonríen e intercambian miradas llenas de felicidad, su hija ha nacido y su anhelado sueño se ha cumplido. Ya no hay nada que los separará.

Aquel lazo permanece, una y otra vez en sus vidas, como si la desgracia y la miseria nunca hubiesen sido parte de sus vidas.

El hijo primogénito oye la alegría de sus padres al saber que una niña ha nacido, aquella que recibirá todo el amor que él le podía entregar, su tan esperada hermana.

Sin embargo, allá donde todo es oscuro y tenebroso, hay personas chillando. Maldiciendo ese día, por la nueva llegada de un ser angelical. Renegando su nombre y contaminando sus días restantes. Ofreciéndose cada uno de ellos, en destruir su propósito, en arruinar su ya predicha misión.

Los perros aúllan al unísono de estos seres hacedores de maldad y rugen como leones hambrientos al atisbar a la presa.

Los cielos y la tierra se manifiestan, un nuevo acontecimiento está sucediendo.

Palabras sometidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora