-El cielo grande lo protege la lluvia...el sol... tormenta... rayo... niebla... y nube... última voluntad, el orgullo de mafia... Vongola traiciona su cielo... lo dejaron en locura...ahora no voz... no mueve bien... el cielo oscuro... quiere brilla...
El demonio multidimensional, mejor conocido como Pájaro Nocturno, se desvaneció llevándose a Tsubaki y sus subclases, lo cual saco de onda, los Eve creían que habían sido reunidos por nada, repito, creían.
En cuestión de segundos, los mafiosos, demonios y vampiros restantes los rodearon, tuvieron que despertar a Gokudera a cachetadas ya que no reaccionaba. Tsuna iba a atacar pero Soretto y Kuro lo detuvieron, debían devolver su cordura antes de que se manchara más las manos o sus llamas perderían su pureza, cosa que corrompería al castaño de forma permanente, por lo cual era el momento de que los extras de esta historia hicieran para lo que habían sido traídos.
- Muy bien, Varia se deshará de los mafiosos, Vongola de los demonios y que mis hermanos se deshagan de los subclases-. Decía Kuro.
- ¿Y qué te da la autoridad para darme órdenes a mí? -. Contraataco Reborn.
- Mi Pequeño Amo y esta bola de llamas naranja-. Respondió mostrando la conciencia de su cielo mayor para guardarla.
-¿Y qué harás tú? ¡Ni creas que haremos todo tu trabajo! -. Alego Hide.
-Para algo los traje... así que cierra la boca y obedece a tu hermano mayor... además, a nosotros nos toca la parte más difícil -. Decía Kuro aferrándose.
-No me digaaaas, ¿y cuál es? -. Decía Misono con sarcasmo.
- Agarrar a Tsunayoshi para que no los mate a todos -. Decía Kuro aferrado... aferrado a la espalda de Tsuna... mientras Soretto se agarraba a la pierna de su madre como un coala en un intento de que dejara de moverse, pero hay que recordar que ninguno de los locos cielos pesa lo que debería, así que se podría decir que Soretto estaba casi volando cada que Tsuna pataleaba.
Los enemigos atacaron en conjunto todos, por lo que terminaron rodeando a los dos cielos y a Kuro para evitar que los atacaran. Todo era constante, pero el problema era que eran demasiados enemigos a la vez, aunque Reborn era el que más trabajo se llevaba, todos ahí sabían quien era el más fuerte por lo que Reborn junto a Kuro y Tsuna era los primeros a los que atacaban.
Los demonios intentaron acorralar a Reborn y alejarlo de los cielos, pero solo consiguieron unos cuantos metros de ventaja, cosa que los enemigos no desaprovecharon e intentaron atacar a los cielos, pero dicho ataque nunca los alcanzo.
-¡Electro Lancia Smeraldo! -. Se escucho un grito y luego, los que osaron atacar a los castaños fueron atravesados por lo que parecían lanzas hechas de electricidad y luego, dicha electricidad, chamusco a los enemigos.
-¡Darko! -. Grito Soretto feliz.
-... ¿Qué tu no estabas crucificado por allá atrás? ¿y tus heridas? -. Pregunto Kuro.
-No sé de que estas hablando~ -. Respondió cantarín el psiquiatra para luego para luego juntar una gran esfera de electricidad verde en su mano y luego estrellarla contra el piso justo cuando los demonios le saltaron encima.
-¡Cataclisma Elettrico! -. Y todos salieron disparados, cuando los demonios llegaron al suelo no eran más que densas masas de sangre mal oliente. Ahora ya sabían porque estaban así en su camino.
-¡Kuro! ¡Déjanos esto a nosotros! ¡Tienes la llama del cielo de Tsuna! ¡Devuélvesela! -. Kuro intento hacer que la llama entrara por la boca del castaño pero este no paraba de moverse así que sujeto a ambos cielos y se alejo lo suficiente como para tomar espacio, salto t cuando algo toco el piso, Tsuna estaba recostado en el suelo con una enorme pata negra sobre él inmovilizándolo, y ante los ojos de todos, un enorme león negro se alzaba imponente ante ellos, Soretto esta aun lado de la pata que apresaba a su madre con la bola de llamas del cielo en sus manos.
No hacían falta las palabras, Soretto vio a su gatito y con la mirada supo que era lo que debía hacer, acerco las llamas y las introdujo en su boca.
-¡NO! -. Gritaban los mafiosos, el decimo cielo no debía recuperarse o todo terminaría.
Todos los enemigos, es decir, humanos, demonios y vampiros dejaron sus combates y saltaron hacia el lugar donde estaba el león, pero una luz cegadora se desprendió del cuerpo del decimo Vongola que lanzo a todos hacia atrás.
Cuando la luz se disipo, el león estaba frente a ellos y sobre el tejado de una casa, estaba Tsuna con su modo hiper y Soretto atrás suya sonriendo, los ojos de Tsuna brillaban, brillaban con vida y mucha determinación.
-Finalmente... es momento de mostrar lo que es... una verdadera Última Voluntad -.
Sabias que...?
-Pronto sabremos quien es el padre de Soretto.
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