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Querido diario,

he decidido que no me lamentaré más por cosas así por lo que hoy he ido a la escuela. Sinceramente aún me sentía mal pero por preocupar a mi madre y a mis amigos con mis tonterías.

Al ir a la escuela, Ten y Doyoung corrieron hacia mí a abrazarme. Creo que casi me quedo sin aire lo juro.

Después de una eternidad diciéndome que me echaban muchísimo de menos y derramar lágrimas (creo vamos), llegó la segunda fase de gritarme y sermonearme debido a que no les había contestado ningún mensaje ni les había contado nada.

Yo intenté tranquilizarlos como podía porque estábamos armando un escándalo en el pasillo.

Ellos dos seguían hablándome (yo sin hacer caso porque no me interesaba los sermones de ellos dos) pero Lucas vino con una cara de shock preguntándome si de verdad era yo mientras me tomaba de los hombros.

Ten y Doyoung se pusieron en su contra preguntándole que si él era el causante de que yo no viniera a la escuela durante una semana. Yo les volví a tranquilizarme y les dije que no le tomaran importancia. Me metí en el salón de clases, ignorando completamente a Lucas.

En el receso, Ten, Doyoung y yo teníamos pensado en ir a la cafetería, pero les dije que fueran ellos primero porque yo necesitaba ir al baño.

Pero de camino alguien me cogió de la muñeca y me llevó rápidamente a uno de esos salones que ya no se utilizaban, con sillas y mesas tiradas por todo el lugar.

Ese alguien era Yukhei.

Y aunque yo sigo sin poder creermelo, me explicó todo lo más detallado posible. Aún me acuerdo perfectamente de sus palabras:

Lo siento. De verdad que lo siento. Enserio que soy un asco de persona y comprendo que ya ni siquiera quieras verme. Pero quería que supieras que lo siento por todo. Lo siento por traerte a este sucio salón para decirte todo esto. Lo siento por haberte besado. Lo siento por haberte hecho ilusiones. Lo siento por no haberme confesado y haberte roto el corazón en el intento. Pero no lo siento por haberme enamorado de ti desde que te vi. He vivido todo este tiempo con la duda de "¿qué pensará de mí?". Solo quería acercarme a ti de alguna forma, da igual cual fuera, y al final la fiesta me dio esa oportunidad de oro. Te quiero muchísimo Jungwoo, no tengo palabras para describirte lo mucho que te aprecio. Tú te ofreciste a darme clases de coreano aún sin conocerme casi y nunca te separaste de mí. Cada día me enamoraba aún más de ti y no podía ocultar esa sonrisa de tonto que se me quedaba cada vez que te veía. Por eso, quiero que empecemos de nuevo, si no es una relación amorosa al menos quiero reparar lo que he roto.

Me quedé con la boca abierta y las lágrimas no paraban de salir de mis ojos. Las palabras que quería soltarle se me quedaron atoradas en la garganta y no podía dejarlas salir.

Nunca nadie me había dicho algo tan bonito que saliera de lo más profundo de su corazón.

Y en ese momento mi corazón se ablandó.

Abracé a Yukhei con todo mi ser, y él me envolvió con sus brazos. En ese momento me sentía la persona más feliz y tranquila del mundo. Su aroma me calmaba y la calidez de sus brazos me hacían estar seguro.

Estuvimos un rato así, yo llorando en su pecho y los dos abrazados. Sinceramente cuando tocó la campana no quería despegarme de él, pero no teníamos más remedio si no queríamos llegar tarde a nuestra siguiente clase. Yo me limpié las lágrimas con la manga de mi sudadera y le dije que tenía que pensar todo, porque la cabeza me iba a explotar en cero coma.

Y básicamente me he pasado todo el día en la cama mirando a la nada mientras pensaba una y otra vez en las palabras que me había dicho.

¿Y ahora yo qué hago?

(Pxta madre esto está por terminar :c)

Querido diario | LuWooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora