-¿Cómo está todo por allá?.- Preguntó Alanna a Matt, que habían iniciado una vídeo-llamada a primera hora del día. Matt se veía igual que siempre, con su característico cabello desordenado y sus ojos adormilados.
-Bien, Patrick y yo hemos decidido quitarte la repostería ya que hemos conseguido más clientes por nuestra belleza.- Bromeo el chico. Alanna rió, mientras le daba un trago a su café.
-Estoy ansiosa de conocer a ese amigo tuyo. ¿Él es el atractivo que me consigue más clientes? Tendré que darle un aumento.- Matt abrió los ojos.
-Yo he estado ahí desde siempre, ¿y a él le vas a dar un aumento?. Eres una jefa terrible.- Alanna sacudió la cabeza. Matt siempre lograba distraerla y hacerle pasar un buen rato. Es un increíble chico que la ha apoyado en mucho. No sabría que hacer sin él.- Hablando en serio. No estoy de acuerdo con el aumento que me quieres dar, estoy bien así, Alanna.
-Desde luego que no. Sin ti la repostería estaría fuera de servicio. Has hecho muchas cosas por mi, y no sabes el enorme agradecimiento que siento por eso. Ya te prometí llevarte a comer cuando esté de vuelta en Nueva York, pero por ahora solo puedo darte un aumento.- Matt sacudió la cabeza en desacuerdo.
-Eso es lo que hacen los amigos, apoyarse cuando el otro lo necesita. No te voy a cobrar por eso, así que sólo tomaré lo mismo que siempre he recibido de paga.- Alanna estaba a punto de replicar, pero Matt la interrumpió.- Aparte he estado agarrando muchos Muffins, así que esa una forma en la que puedes agradecerme el estar aquí, permitirme comerlos.
-Bien, discutiremos esto cuando regrese.- Matt asintió.
Ambos amigos platicaron un rato más antes de que Matt se despidiera, necesitaba prepararse para ir a la repostería. Con una sonrisa Alanna apago el ordenador y se dirigió a la cocina. Su mamá junto con Robert había ido a hacer las compras, por lo que solo se encontraban en casa William y ella.
-Hey.- Saludo en cuanto entró y vio que William estaba leyendo un periódico sentado en una de las sillas del comedor.
-¿Qué tal todo con la repostería?.- Preguntó, mientras redoblaba el periódico y lo dejaba de lado.
-Está muy bien, Matt se está haciendo cargo de todo.- William asintió. Pensó que Alanna estaría contenta por las noticias, pero al contrario de lo que él pensó, la chica se notaba triste.
-¿Qué pasa?. Te ves triste.- William se levantó de su asiento y caminó hasta ella. Alanna trato de restarle importancia, encogiéndose de hombros, pero William no lo dejaría pasar tan fácil.- Dime.
-Es solo que extraño mi repostería, extraño Nueva York.- Admitió. William se quedó en silencio, mirándola con atención.- ¿Eso está mal?.
-No.- Respondió de inmediato. William se acercó y tomó sus manos entre las suyas.- No está mal, Nueva York se convirtió en tu nuevo hogar, donde ya tienes toda una vida.- Hizo una pausa, dudando si debía o no decir lo que estaba pensando.- Alanna, sabes que podemos regresar en cualquier momento que quieras, ¿verdad?.
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[Al final] Back To The Start.
RomanceLa vida suele ser dura en algunas ocasiones. Aunque las desgracias del pasado nos lastiman, también esas mismas situaciones son las que nos hacen más fuerte. Alanna Foster sintió lo que era vivir el más grande dolor que se puede experimentar al per...