Capítulo 17: Amigos.

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-¿Cómo está todo por allá?

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-¿Cómo está todo por allá?.- Preguntó Alanna a Matt, que habían iniciado una vídeo-llamada a primera hora del día. Matt se veía igual que siempre, con su característico cabello desordenado y sus ojos adormilados.

-Bien, Patrick y yo hemos decidido quitarte la repostería ya que hemos conseguido más clientes por nuestra belleza.- Bromeo el chico. Alanna rió, mientras le daba un trago a su café.

-Estoy ansiosa de conocer a ese amigo tuyo. ¿Él es el atractivo que me consigue más clientes? Tendré que darle un aumento.- Matt abrió los ojos.

-Yo he estado ahí desde siempre, ¿y a él le vas a dar un aumento?. Eres una jefa terrible.- Alanna sacudió la cabeza. Matt siempre lograba distraerla y hacerle pasar un buen rato. Es un increíble chico que la ha apoyado en mucho. No sabría que hacer sin él.- Hablando en serio. No estoy de acuerdo con el aumento que me quieres dar, estoy bien así, Alanna.

-Desde luego que no. Sin ti la repostería estaría fuera de servicio. Has hecho muchas cosas por mi, y no sabes el enorme agradecimiento que siento por eso. Ya te prometí llevarte a comer cuando esté de vuelta en Nueva York, pero por ahora solo puedo darte un aumento.- Matt sacudió la cabeza en desacuerdo.

-Eso es lo que hacen los amigos, apoyarse cuando el otro lo necesita. No te voy a cobrar por eso, así que sólo tomaré lo mismo que siempre he recibido de paga.- Alanna estaba a punto de replicar, pero Matt la interrumpió.- Aparte he estado agarrando muchos Muffins, así que esa una forma en la que puedes agradecerme el estar aquí, permitirme comerlos.

-Bien, discutiremos esto cuando regrese.- Matt asintió.

Ambos amigos platicaron un rato más antes de que Matt se despidiera, necesitaba prepararse para ir a la repostería. Con una sonrisa Alanna apago el ordenador y se dirigió a la cocina. Su mamá junto con Robert había ido a hacer las compras, por lo que solo se encontraban en casa William y ella.

-Hey.- Saludo en cuanto entró y vio que William estaba leyendo un periódico sentado en una de las sillas del comedor.

-¿Qué tal todo con la repostería?.- Preguntó, mientras redoblaba el periódico y lo dejaba de lado.

-Está muy bien, Matt se está haciendo cargo de todo.- William asintió. Pensó que Alanna estaría contenta por las noticias, pero al contrario de lo que él pensó, la chica se notaba triste.

-¿Qué pasa?. Te ves triste.- William se levantó de su asiento y caminó hasta ella. Alanna trato de restarle importancia, encogiéndose de hombros, pero William no lo dejaría pasar tan fácil.- Dime.

-Es solo que extraño mi repostería, extraño Nueva York.- Admitió. William se quedó en silencio, mirándola con atención.- ¿Eso está mal?.

-No.- Respondió de inmediato. William se acercó y tomó sus manos entre las suyas.- No está mal, Nueva York se convirtió en tu nuevo hogar, donde ya tienes toda una vida.- Hizo una pausa, dudando si debía o no decir lo que estaba pensando.- Alanna, sabes que podemos regresar en cualquier momento que quieras, ¿verdad?.

[Al final]   Back To The Start.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora