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Cap. 47: Navidad (parte 1)

- ¿Interrumpo? -dice Alfonso entrando más a sala de maestros.

-Pues si un poquito -dice Alex rascándose la mandíbula.

-Qué pena, Layra ¿sabe tu madre de Alex y tú? ¿Sabe qué harás hoy en la noche?

-No lo dirás, sabes que te conviene -dice Max entrando y seguido de Hannah. Él nos mira a todos y se va. Creo que sane lo que le contiene.

Ya que aquí estamos todos, Alex les cuenta sus planes y todos acceden, no lo entiendo, ¡porque me hacen esto! No podre ganar. Voy a casa con Hannah y mi madre se esta yendo apenas.

...

-Hannah querida, muchas gracias por pasar noche buena con mi hija, sé que le gusta ser independiente así que me voy, te la encargo. Layra te deposite más dinero y espero puedas divertirte, porque o si no, yo lo hare por ti.

-No creo que te diviertas más que yo -veo a Hannah y sonrió. -Y del dinero no te preocupes ya debo de tener unos buenos miles.

- ¿Qué hora sale tu avión? -Hannah me mira como si estuviera loca.

-En una hora, no te preocupes, llegaremos en un parpadeo de ojos a las cataratas del Niágara, yo te mando un mail, no te hablo porque sé que estarás ocupada.

-Bueno, te cuidas mucho -me besa la frente y se va cerrando la puerta.

-Si mi madre me hubiera hecho así alguna vez, me suicido -la miro de forma que no se la creo. -Ok, vamos a empacar tus cosas, tenemos que correr -corremos escaleras arriba y empacamos lo esencial para un viaje, no puedo creer que nos vallamos a Alaska a festejar noche buena y menos que vallamos junto con Hannah y Max.

Hannah pide un taxi, y se sube. Veo mi casa por última vez, y como no recuerdo algo hermoso me voy.

Llevo lo necesario. Llegamos al aeropuerto y ahí este Max y Alex, mi querido Alex.

-Hola hermosa -me dice besándome en los labios y cargando mi maleta -tenemos ya los boletos.

-Ok -le dice Hannah recargándose en Max.

...

- ¿Volaremos otra vez?

-Sí, no se puede llegar haya en coche, ves haya, bueno todo es lago, tenemos que volar.

-Bueno...

Una vez que llegamos, hay un letrero que dice "Welcome to Nome"

En el aeropuerto de Nome, hay un chico con un coche que le llama a Alex y nos abre las puertas.

-Bienvenidas a Nome señoras Adams y Leguina -eso ha sonado tan raro para las dos, pero sí que nos gustó.

Subimos al coche y nada más los miramos. No tarda en subirse Max y Alex, les clavamos la mirada...

- ¿Qué? ¿No podemos consentirlas?

- ¿Alex, no crees que es mucho?

-Claro que no...esperen a ver la casa -susurra Max.

- ¿Y entonces que haremos?

-Bueno nosotros haremos la cena, y ustedes descansaran, conocerán la casa y así.

Nos miramos y empezamos a discutir con ellos, pero era muy obvio que ellos ganarían, o entonces no encontramos explicación para saber porque después de todo el viaje nos pasamos tocando sus labios de cada quien sus respectivos hombres.

Salimos del coche y hacia demasiado frio, es una casa muy grande, de madera y cristales, pero no se ve la parte de adentro de la casa. No puedo creer que vaya a pasar aquí solo dos días.