—Papá, no era para tanto, ya me iba a bajar. Vámonos por favor.
— ¡Tú no te bajas!
—Entiéndelo, no me iré contigo, mamá, soy mayor de edad –digo eso y mi padre abre los ojos —Me quedare aquí, con mi papá y Alex.
—Tú no te vas a quedar con él, ¿No lo entiendes? El solo quiere una cosa de mi princesita.
—Esa cosa me la quitaron a la fuerza y no puedo creer que nunca me hayas creído y ahora este sentada a su lado yendo directo a Suiza. Madre, si hable fue porque te tenía confianza y no me creíste. Lo siento mucho, yo me quedare aquí.
—Entonces nadie se ira.
—Mamá, no dejaré a Alex, aunque me separen de él, lo esperaré todo el tiempo. Entiéndanlo, lo amo.
Mi madre solo se sienta y se queda pensando.
—Estaré bien, si viví bien cuando estuviste aquí y no me pelaste, también lo hare ahora. ¿No querías esto? No querías irte con Ricardo y hacer tu vida, te estoy dando esa oportunidad. Es como si jamás hubieras tenido una hija. Adiós Mercedes.
—Layra… –me detiene de un brazo. Pensé que no me dejaría ir y se armaría una discusión, pero no. —Te cuidas mucho –mi madre me abraza y yo le respondo a su gesto. Nunca pensé que me dejaría ir. Sería el colmo si no.
—Bye. Cuídala Ricardo. Por favor –veo a Alfonso y no le digo nada.
—Vamos hija. —Vámonos papá. –volteo a ver a mi madre y ella solo se sienta sonrientemente. Nos bajamos del avión.
— ¿Estas bien? –me pregunta mi padre.
—Es en serio, mi madre me dejo, me cambio. ¿Es en serio?
—Lo siento mucho.
—Yo no, digo, yo la drogue entonces, estamos a mano.
—Layra no te di eso como un juguete.
— ¡Lo sé!, era urgente, oye, mi madre casi deja que me violen de nuevo.
Sigo mi ritmo, pero mi padre se detiene.
—Ok, Layra, tenemos que hablar.
—Todo a su tiempo, espera al menos que llegue a un asiento y tomo conciencia ¿sí?
Sigo mi paso. Sé de qué querrá hablar mi padre. Que si soy mayor de edad, que ahora con quien viviré, que quien me mantendrá, que si trabajaré. Lo sé todo. Pero no quiero hablar de eso ahora. Lo único que quiero es tener a Alex en mis brazos y decirle cuanto lo amo. Seguimos un camino que no conocía, es muy distinto a la entrada, podría decirse que hasta es oculto o secreto.
Veo una camioneta muy grande con varios soldados alrededor de ella.
—General –le dice un soldado a mi padre.
Mi padre voltea y todos lo rodean.
—Me iré solo, tengo que hablar mucho con mi hija.
— ¿General? –le dice un soldado muy grande.
—Sí, señores, esta señorita es mi hija también, y también será su jefa en la OSA.
— ¿OSA? –pregunto, no son buenas abreviaturas y mí, me harían reír.
—OSA, señorita es…
—Silencio cabo, ella se enterará a su debido tiempo. Ahora me iré. Pueden seguirme si quieren –hacen sus movimiento raros y empiezan hablar en clave.
Me abre la puerta un soldado y me ayuda a subirme. Valla que son grandes estas cosas. Mi padre se sube en el lugar del piloto y empieza a andar la camioneta.
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Clases Prohibidas ©
Ficción GeneralEl colegio "Peter Brown" cuenta con muchos alumnos que van y vienen, viven totalmente la preparatoria. Layra es una chica que pasa desapercibida por la institucion pero la vida no le sonríe continuamente, ya que su padre la abandonó y su madre tiene...