Sin sentido. -Vmon/NamTae.

Final.

NamJoon pocas veces se sentía agotado y de malhumor -bueno, tal vez si le pasaba más veces de las que quisiera admitir-, pero en esos momentos sentía que podría tirarse sobre su cama y dormir hasta la semana siguiente. Es que, esa semana había sido un caos: entre la propuesta de que Tae y él vivieran juntos; entre las burlas de sus amigos; los ajetreos de la mudanza y la instalación, había sido mucho para él. Pero ahora debía sumarle la "fiesta" que sus amigos ahora tenían en su departamento. ¿Acaso nadie le iba a dejar disfrutar en completa calma con su novio?

-¡Min YoonGi, ven aquí! -gritó JungKook desde su lugar en el sillón junto a Jin y unos acaramelados JiMin y HoSeok.

NamJoon se preguntaba si era necesario que JiMin se sentara sobre HoSeok, si tranquilamente podrían sentarse ambos en otro sillón. Pero, luego recordaba que esos dos eran completamente cursis y se la pasaban tan pegados que parecían siameses.

-¿Qué quieres? -preguntó YoonGi, saliendo de la cocina y llegando hacia JungKook.

-Traeme comida.

Jin desde su lugar, escuchaba todo en primera fila y no pudo evitar rodar los ojos ante el tono altanero del menor.

-¿Algún día me vas a respetar como debes? -soltó YoonGi, pero igual dirigiéndose hacia la cocina por bocadillos para su novio.

-Cuando dejes de ser mi perra, cariño -le gritó y NamJoon vio como un fuerte sonrojo cubrió toda la cara de YoonGi.

Ok, demasiada información.

Aunque, si bien todos sabían que Jeon era el que dominaba en la relación y se aprovechaba de que tenía a Min hecho un completo idiota, era todavía más sabido que YoonGi era que el dominaba en la cama y esa forma tan irrespetuosa en la que le hablaba JungKook, sólo lo calentaba más a la hora de la acción. 'Datos innecesarios, pero aún así importantes', había dicho Tae cuando todos por alguna razón terminaron hablando de su vida sexual. Cosas de amigos.

-NamJoon Hyung, ¿dónde está Tae? -preguntó JiMin.

-Fue con JiSoo a comprar. Creo que ella quería unas...

-Pregunté por MI mejor amigo -lo cortó JiMin- no por LA novia de Jin hyung. Estoy bastante cómodo sin ella aquí.

Antes de que JiMin comenzará a reirse, recibió un golpe de Jin, nada demasiado fuerte.

-Auch.

-Eso pasa por molestar a MI pollito.

HoSeok observó indignado el golpe que recibió su novio, así que sólo le dio una mala mirada a Jin y se concentró en frotar el golpe de JiMin y decirle mil y un cursilerías que empalagaron el oído de todos.

JiMin y JiSoo no se llevaban mal, pero tenían ese tipo de relación pasivo-agresiva. Ella solía molestarlo con su personalidad tan llamativa y él solía decirle que no la soportaba, pero al final del día cuando no se veían por mucho tiempo se extrañaban. Pero eso no quitaba el hecho de que cuando se veían, volvían a pelear. Par de tontos.

■

Rodeando la pequeña mesa de café de NamJoon los ocho amigos estaban comenzando con su ronda de juegos. Juegos bastante subidos de tonos.

- Empecemos con las preguntas privadas, bebés -anunció JiMin y JiSoo lo siguió con una exclamación de aprobación.

En la mesa habían ocho cartas, cada una repartidas para cada persona, la persona que tuviera en su mano la carta de Joker, sería a la que someterían a las preguntas.
Cada uno dio vuelta su carta cuando JiMin dio la señal y la Jin gritó cuando vio al famoso bufón en su carta.

-¡Hora de avergonzar a Jin Hyung! -exclamó HoSeok.

-¡Hyung! -lo llamó Tae- ¿Con quien de esta habitación, sin contar a JiSoo, tendrías sexo?

Jin tragó- Con YoonGi...

El pálido lo miró con incredulidad y todos comenzaron a reír.

-Tengo curiosidad -dijo YoonGi-, ¿por qué yo?

-No lo sé... te ves -Jin hizo gestos con sus manos para señalarlo- como delicadito, eso es lindo.

YoonGi le dio un guiño y sonrió satisfecho.

Todos volvieron a reír y siguieron con su ronda de preguntas.

■

Poco después de medianoche, todos comenzaron a marcharse y a la una de la madrugada, al fin NamJoon y TaeHyung estaban solos.

Con un suspiro de cansancio, TaeHyung se dejó caer en el sillón, quedando completamente desparramado en él.

-¿Día agotador? -preguntó NamJoon tomando asiento justo a su lado.

-Demasiado -contestó el castaño entre un bostezo-, pero valió la pena.

NamJoon besó la sonrisa de TaeHyung y se recostó junto a el castaño, su brazo pasó sobre su cintura y su cabeza quedó sobre su pecho, en la posición perfecta para escuchar los latidos de su corazón.

-Valió cada segundo -concordó NamJoon.

■

-¡Saluuuda a papi!

-¿De dónde sacaste ese perro?

TaeHyung sonrió y estrechó al canino entre sus brazos.

-Se llama Yeontan.

NamJoon se sacó la corbata y colgó su saco en el perchero, todavía admirando al pequeño cachorro y a su pareja jugando en la alfombra de su sala.

-TaeHyung... -suspiró.

-El portero no se dio cuenta de él, no te preocupes.

-Pero...

-Oh, mira, se orinó en tus zapatos, ¡Que ternura!

NamJoon contó mentalmente hasta diez.

-Tienes que agradecer que te ame tanto.

-Yo también te amo, Jonnie -contestó TaeHyung tomando al cachorro en brazos- y Tannie también ama a papi.

A NamJoon le tomaron sólo tres segundos sonreir ante la imagen de su pareja y el canino.

-Si... dile que papi también lo ama.