5

3.7K 524 86
                                        

—Cariño, ¿Qué harás el sábado que viene?

—Es mi día libre, ¿Querías hacer algo?

Tae asintió y giró la silla de NamJoon, apartándolo de la pantalla de la computadora y colocándolo frente a él. Se sentó encima suyo y le sonrió. Una sonrisa que NamJoon reconoció como la que siempre ponía cuando cometía alguna travesura.

—Si te digo la palabra "mascota", ¿en que piensas? —preguntó TaeHyung, con un tono dulce de voz mientras jugaba con el cuello de la camisa de NamJoon.

—En que no voy a comprarte una.

—¡Oh, vamos! No iba a pedirte una mascota.

NamJoon alzó las cejas, incrédulo— ¿Entonces?

—Quiero ir a una exposición de mascotas, pienso que sería tierno ver adorables animalitos vestidos tiernamente.

NamJoon notó como los ojos de TaeHyung se iluminaban a cada palabra y pensó que tal vez TaeHyung extrañaba a su propia mascota. Su perra, SoonShim, había quedado en la casa de sus padres cuando él se mudó a Seúl.

—¿Es el sábado?

—¡Si! Va a ser una exposición adorable. —TaeHyung sonrió y aplaudió, solo una vez.

NamJoon pensó que verlo sonreír era adorable. TaeHyung era adorable.

—Está bien, vamos —aceptó, con voz tranquila y una sonrisa.

TaeHyung ensanchó su sonrisa y lo besó cortamente en los labios. Tan inocentemente como solía ser en algunas ocasiones.

—¡Hyung, por favor!

—Ya te dije que no.

—¡Pero es adorable!

—¡Es un mono! ¿Dónde quieres meterlo?

—En tu departamento...

NamJoon se obligó a respirar y tranquilizarse, Tae estaba haciendo un berrinche y la gente que pasaba cerca de ellos se quedaba viéndolos de mala manera. TaeHyung seguía tirando de su manga y se negaba a moverse de su lugar.

—TaeHyung, eres un adulto, debes comportarte.

—Tú eres más grande, debes consentirme.

NamJoon respiró otra vez, inhaló hondo y luego exhaló suavemente.

—Es un mono, TaeHyung, un mono y en nuestros departamentos no admiten mascotas.

TaeHyung lo miró, enfadado.

—Espero que estés feliz —murmuró NamJoon, con sarcasmo al llegar a su departamento y prender la luz.

—Lo estoy y mucho.

TaeHyung se adentró en el inmueble, sonriendo con satisfacción.

—¿Tienes idea de cuanto gasté en todo eso?

—Eran los regalos para SoonShim o el monito, tú elegiste.

NamJoon desabotonó un poco su camisa y aflojó su cinturón, mientras que TaeHyung dejaba las bolsas con regalos sobre el sillón.

—Eres el adulto más infantil que conocí.

—Gracias.

—Veintitrés años para nada...

TaeHyung se dio la vuelta y caminó hacia NamJoon, deteniéndose frente a él y tomando su mano.

—Ven, te lo recompenso en la habitación.

—No vas a convencerme con eso —NamJoon trató de sonar firme.

TaeHyung le sonrió pícaro y comenzó a abrir un poco más su camisa.

—¿Seguro?

NamJoon tragó— No, está bien. Tú ganas.

TaeHyung se rió y besó a NamJoon, tan juguetonamente como le gustaba hacerlo.

Sin sentido. -Vmon/NamTae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora