9

2.7K 430 29
                                    

NamJoon en verdad amaba a TaeHyung, estaba con él todo el tiempo que pudiera, porque no se veían tan seguido como quisieran hacerlo. Tae vivía un poco lejos y compartía su departamento con JiMin, porque las cuentas se volvían más fáciles de llevar si se pagaban de a dos. Y aunque NamJoon no entendería del todo lo que es pagar un lugar para vivir —porque el departamento en donde vivía era de un tío que se lo regaló por su mayoría de edad—, deseaba poder compartir ese tipo de cosas con TaeHyung, porque los fines de semana que pasaban juntos lo dejaban siempre con ganas de más. Quería estar con TaeHyung toda la semana si fuera necesario, porque en verdad le gustaba TaeHyung.

Por eso, como su tercer aniversario se acercaba, lo único que quería era que TaeHyung aceptara vivir con él, porque su cama se sentía fría toda la semana si no estaba TaeHyung durmiendo a su lado, entre sus brazos, con su cara oculta entre su cuello y su hombro. En verdad quería vivir con él.

Ese viernes a la tarde, cuando se suponía que TaeHyung estaría llegando, NamJoon había preparado sus palabras con antelación, porque quería proponerle a TaeHyung dar ese gran paso de una manera especial.

No había preparado la gran cosa, porque a TaeHyung no le gustaban las cursilerías —aunque por dentro, NamJoon se moría por hacer algo así por él, porque era un romántico—, solo preparó una sorpresa pequeña, como las que le gustan a Tae.

Unas horas luego de que TaeHyung llegara, cuando estaban acostados en la cama, NamJoon le dio una cajita chiquita.

—¿Para mí? — preguntó, sacudiendo la cajita cerca de su oído, dentro se oía algo rebotar contra las paredes de cartón. NamJoon asintió, con su corazón acelerándose por la anticipación—¿Qué es?

—Ábrelo.

Tae sonrió y le besó la frente antes de levantar la tapa de la cajita, dejando ver una llave.

—Oh —Tae sonrió todavía más—, ¿tú tienes el corazón?

—¿El corazón?

—Si, es uno de esos llaveros de pareja, ¿verdad? —contestó simplemente sacando la llave para mirarla más de cerca.

—En realidad, no, es la llave de aquí.

—¿De tu departamento? —NamJoon asintió— ¿perdiste las llaves que tenías?

—No, o sea, quiero que...—NamJoon no terminó a completar la oración porque Tae lo calló, con un beso suave en los labios.

—Se lo que estas proponiendo, tonto.

—¿Entonces? ¿Qué dices?

—Ofrécele a mi padre unas cien cabezas de ganado y tendremos un trato.

—Te amo.

—Lo sé —rió antes de besarlo—, yo también. 

Sin sentido. -Vmon/NamTae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora