Retiro

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¿Alguna vez escuchaste el nombre de Andal Brask?

Más te vale. Es uno de los héroes de antaño. Antes de los Jardines Negros y los dioses de la colmena, y todo ese lío en forma de Cabal que hemos eliminado.

Sí, era... un personaje. Formó parte de los cazadores de la Vanguardia antes que tu servidor. Y lo más importante...

Era mi amigo. Incluso, un hermano.

Andal y yo solíamos estar con una tripulación tremenda. Esto fue antes de que se involucrara con esa escuadra del infierno junto al comandante enemigo. Ah, éramos legendarios. Armamos equipos de reconocimiento para buscar supervivientes y para acompañarlos de regreso a la Ciudad. Cartografiamos los sitios perdidos donde aún había tecnología anticuada o provisiones que valían la pena rescatar. Cazamos una gran cantidad de caídos. Nunca tuvimos una tarea sencilla. Sobre todo en los primeros días.

Y con "primeros días", me refiero a mis primeros días. Ha habido varios guardianes mucho antes que yo, pero incluso en mi nueva vida como renacido, a la Ciudad le faltaba crecer mucho más. Y nosotros, los guardianes, teníamos un montón de cosas por aprender. El problema era que solo podíamos aprender de la manera más difícil...

En La Guerra Roja. Ese día, Crota se levantó con el pie izquierdo y atacó a más guardianes de los que pudo contar. La Grieta del Crepúsculo. Y todo lo malo que sucedió antes de mi época. Los Señores de Hierro y su lucha contra SIVA.
... Seis Frentes.

Y esos son solamente los grandes titulares. Se aprendieron tantas lecciones. Se perdieron tantas vidas. Pero, de hecho...

Siempre sentí que aprendemos más sobre el mundo y sobre nosotros en los desafíos del día a día. Al estar dentro de los muros de la Ciudad, tenemos un recordatorio constante de aquello por lo que luchamos. Pero, ¿Afuera de los muros...?

Se ilustra todo lo que perdimos. Pone en perspectiva lo mucho que hemos caído. Caminos abandonados, ciudades derruidas; óxido y ruinas, ruinas y óxido.

Pero la ciudad nos da un motivo para pelear por el presente, esos lugares viejos y moribundos siempre me dan esperanza para que el futuro sea mejor. Con o sin esqueletos rotos y polvorientos... Si entrecierras los ojos, podrás ver lo que fuimos y todo aquello en lo que nos podemos convertir.

Es por eso que, cuando Andal abandonó el camino y se unió a la Vanguardia, la tripulación y yo esperamos a los demás: Osiris, Zavala, incluso al Orador, para que vieran lo que nosotros veíamos. Por supuesto, la Ciudad fue un refugio, pero si nos escondíamos por demasiado tiempo y dejábamos que los piratas y belicistas se llevaran todo aquello que perdimos, perderíamos nuestra humanidad.

Tal como perdimos a Andal.

El hombre a quien llaman CaydeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora