metamorfosis

CAPITULO 3 CAMBIO

La tragedia azotó a Coldville, aun así, los oficiales no han siquiera llegado a la comisaría, por lo que aún no hay un reporte de ningún tipo, y por lo tanto, nadie fuera de la casa Richardson sabe lo sucedido en ese lugar, nadie excepto aquel "hombre" de la gruesa chamarra azul, quien no estaba haciendo nada más que reflexionar, estando sentado a la orilla de su cama, con la única luz proviniendo del pequeño televisor, ubicado encima de una repisa a un lado de la cama. El sujeto aún estaba vestido como si fuera a esquiar, ocultando su esquelético cuerpo. A la vez que reflexionaba, escuchaba de fondo lo que había en el televisor, estaban dando las noticias matutinas locales, el horario del noticiero matutino estaba apunto de acabarse, y hasta el momento no habían hablado más que de lo típico, la festividad próxima, las rebajas en centros comerciales, el tormentoso clima, etc. Cosas banales y sin importancia, entonces, lo último que se escuchó viniendo de la presentadora fue:

-...pues no queda más que aconsejarle a los televidentes que estén bien abrigados si van a salir algún lado, pues este frío apenas si está comenzando, pero aún así, el caluroso amor familiar de las fiestas próximas será más que suficiente para que nos olvidemos de los problemas del mundo exterior. Sin nada más que decir, ésta es Vicky Bale, reportando para el horario matutino de Coldville News, que tengan buena tarde.
La presentadora termina de decir su despedida con una sonrisa para después pasar a los créditos del noticiero, esto fue más que suficiente para llamar la atención del sujeto, quien interrumpió su reflexión mirando al piso de madera de su casa para voltear hacia el televisor, viendo como el noticiero acababa para después pasar a unos comerciales y después presentar una película de temática navideña. La ausencia de la noticia que reportaba el asesinato de los Richardson, algo que para nada es usual en un pueblo como Coldville, hizo pensar al sujeto que nadie se había enterado aún de lo sucedido. Después de sospechar esto, se inclinó un poco para desabrocharse las pesadas botas negras que traía, primero la derecha y luego la izquierda, entonces se quitó las botas por completo, ahora empezando por la izquierda y luego por la derecha. Curiosamente no usaba calcetines, pero en vez de que un pie convencional pisará el frío piso de madera, fueron unos pies sin carne o músculo, o sea, solo hueso, los que pisaron el suelo, el hombre incluso movió los dedos de los pies, presionándolos un poco, como si la sensación de la madera le diera curiosidad, entonces se levantó, apagó el televisor y abrió la puerta de su habitación para dar con una sala, una de un tamaño más o menos pequeño, completamente lineal, con el único lujo de una pequeña chimenea en la pared paralela a la que se encontraba el hombre, éste comenzó a caminar recto, hasta llegar a dicha pared, donde también se encontraba la puerta que daba al baño, la cual abrió y enseguida prendió la luz, el interruptor se encontraba al lado de la puerta. El sujeto, sin cerrar la puerta del baño, se acercó al lavamanos mientras se veía en el espejo que estaba arriba de éste, entonces se quito los guantes, uno por uno, lento, como dándose su tiempo para cada dedo. Sus manos, al igual que sus pies, carecían de cualquier rastro de carne, musculo o tendones, siendo un par de manos completamente huesudas, las cuales miró por unos segundos, girándolos, moviendo sus dedos, apretando los puños, etc. Luego, empezó a quitarse todo aquello que le cubriera la cara, empezando con la capucha y luego los lentes para esquiar, para ese punto ya se podía notar la calva del cráneo y las cuencas vacías que eran sus ojos, pero lo que más lo desconcertó era el pasamontañas, pues podía notar por el espejo, inclinando la cabeza un poco, que en el espacio donde debía estar la nariz había de hecho un bulto, como si realmente hubiera una nariz ahí, eso es lo que menos sentido tenia, pues, siguiendo el patrón, su cabeza se trata de un cráneo limpio, sin nada que no sea hueso, por esa misma razón, no podría haber nada en el sitio en el que normalmente se encontraría una nariz, ergo, no tendría porque haber algún bulto en esa área, pero sin embargo ahí estaba, irónicamente ese bulto, que seria lo más normal, en esta situación en particular se trataba de lo que menos sentido tenia. Es por esta razón que el sujeto agarró la orilla inferior del pasamontañas y empezó a deslizarla lentamente hacia abajo. Algo más raro sucedía mientras hacia esto y mostraba que es lo que creaba el bulto: nada. Donde antes había un bulto ahora no era más que aire, él no lo creía, no era como si el bulto desapareciera desde el momento en el que empezó a quitarse el pasamontañas, sino que seguía ahí, solo que desaparecía a medida que el pasamontañas se deslizaba hacia abajo. Al final, una vez que terminó de hacer esto, con la cara completamente descubierta, apreciando su esquelético ser, viéndose como cualquier otro cráneo, empezó a hablar: