Opposite

012

—He estado buscándolos en todas partes.

—Aquí estamos.— contestamos Andy y yo al mismo tiempo, él dibujando en una hoja sentado en mis piernas mientras yo lo abrazaba por detrás.

—Deberíamos estar en la escuela, a propósito esa es una posición de pareja muy rara.

—Y eso que no nos has visto en la cama.— bromeó Andy, con la cara totalmente seria y voz neutral para darle realismo a su broma.

—Sabes que me enteraré en el momento en el que algo pase así que deja de tratar de engañarme.— contraatacó Lauren con una sonrisa triunfante.

—¿Por qué deberías de enterarte?— preguntó confundido.

—Porque soy la mejor amiga de tu novia, tarado.

—¿Y?

—¡Tengo que desahogarme con alguien!— respondí en tono dah, como si fuera obvio.

—¿Me prefieres a mi o a Dominik?— preguntó Lauren. Andy abrió los ojos como platos y se sonrojó, volvió a prestar atención a su dibujo mientras susurraba;

—Touché.

—¡Vamos! A la escuela.

—Todos están volviéndose locos por esas trillizas, ¿y nosotros vamos a álgebra?

—Yo tampoco quiero irme Andy pero...— me tensé al escuchar ese tema.

—Sabes que Juliet se quedará, ¿cierto? No voy a irme sin ella...

—No tienes opción, hermano. No es un buen momento para estar aquí...— Andy se levantó, y con una mirada furiosa estampó su lápiz contra la mesa.

—Tal vez es el mejor.— salió enojado de la habitación. Lauren me miró con pena y le sonreí levemente, para proseguir a buscar a mi novio. Lo seguí hasta el balcón, donde se sentó en el piso. El enojo y la tensión se sienten en el ambiente.

—Cálmate, lo solucionaremos.

—¿No puedes venir conmigo?—su voz se quebró, como si quisiera llorar, y el hecho de que yo fuera tan importante para él calentó mi corazón.

—Andy... —se sentó frente a mi, juntando su frente con la mía.

—Por favor.—susurró y suspiré.

—No te prometo nada...

—Es suficiente para mi.—replicó acercándose para besarnos.

Disfruté de sus labios en ese momento, tomando sus mejillas en mis manos, besándolo como si él fuese mi oxígeno. Se separó dejando una leve mordida en mis labios, y sólo nos quedamos ahí hasta que oscureció, abrazándonos.

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Andy's POV

Me recargué en el auto con mis manos en los bolsillos, mi padre puso la última maleta en la cajuela y la cerró, me miró y caminó hasta el asiento delantero.

—¿Qué esperas para entrar?— me preguntó.

—Quiero esperar a Juliet unos minutos más, está tratando de convencer a Dominik...

—¿Convencer a Dominik de qué?— preguntó incluso en un tono alarmado, le fruncí el ceño y me moví para encararlo.

—Para venir con nosotros.— respondí, con la obviedad en mi voz.

—¿Y quién te dijo que ella podía venir?— soltó, incluso con una carcajada prepotente, como si yo fuera un niño tonto.

—En el momento en el que me consideraste a mi, debiste considerarla a ella.— respondí, serio.

—¡Eres un caprichoso! En un mes ya no estarán juntos, Andrew, son adolescentes.

—Bien, creo que deberías callarte ahora porque con todo respeto...

—¿Te duele escuchar la verdad? Son adolescentes, terminarán pronto y entonces estaremos manteniendo a alguien que ni siquiera tendrá lazos con nosotros.

—¡No tengo 10 años! Sé que probablemente no estaré con ella toda mi vida, pero la amo malditamente tanto que me encantaría esperar que si sea así, y te juro por lo que más quiero que si sigues, papá, tomo mis cosas y me meto al refugio de vuelta. Al diablo con México y al diablo contigo, ¿entiendes?— hablé tan rápido que tuve que tomar una gran bocanada de aire al terminar.

Pude distinguir a Lauren sonriendo en el asiento trasero y mi madre prefirió no opinar, buena elección. Mi padre abrió la boca para seguir soltando estupideces, pero un fuerte silbido llamó mi atención hacia la puerta, era Dominik.

—¡Nos vamos a México, bebé!— sonreí, viendo como Juliet salía sonriendo detrás de él.

—Genial, viene toda la familia.— murmuró papá, y por el bien de todos decidí ignorarlo. Juliet caminó hasta mi, sonrojada por el calor y con varios mechones de cabello diminutos cayendo sobre su cara. La miré embobado hasta que llegó a mi lado.

—Hola.— murmuró, sonriéndome. La saludé con un beso más largo de lo habitual, solo para molestar a mi papá, y le sonreí al separarnos.

Ayudé a mi novia a guardar su maleta y le abrí la puerta para que se sentara. Como somos 4 personas en la parte trasera del auto, cabíamos muy apretados, así que muy valerosamente y sin segundas intenciones me ofrecí a cargar a Juliet en mis piernas. Lauren me suturó un pervertido mientras Jules se sentaba encima de mi.

—¡Éste auto está pegajoso!— me quejé.

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—¡Wes!— gritó Lauren, apresurándose a abrazar a su amigo, con el que yo personalmente creo que pasa algo más. —¿Este es tu nuevo trabajo?

—Sí, me aseguro de que nadie nos vea a menos que nosotros queramos.— sonrió mirándonos.—¿Ustedes...?

—Nos vamos a México.— respondió Lauren.

—Tenemos al rededor de veinte mutantes, aún arreglamos el transporte. Pero vamos a conseguirles algo de cenar.— aplaudió.

—Bueno verte, hombre.— habló Reed. Andy rió sarcásticamente llamando la atención de todos, él miró hacia un lado y habló casualmente como si estuviera charlando del clima;

—Claro. Su novio si te cae bien.— dijo con sarcasmo, no pude evitar una risa y Reed me dirigió una mirada dura, por lo que la reprimí.

Andy tomó mi mano y nos dirigimos literalmente al opuesto de donde iban todos. Yo encantada lo seguí como perrito enamorado de su dueño, hasta una parte oscura de la casa. Se sentó en el suelo y me hizo bajar para quedar sentada sobre sus piernas, escondió su cabeza entre mi cuello y mi hombro.

Cuando estaba quedándome dormida por el suave compás de su respiración, unos pasos se escucharon en dirección a nosotros, era una de las trillizas. Andy apretó su mano echa un puño al rededor de la mía, pero no nos movimos de posición y seguí sobre él.

—¿Qué haces aquí?

—Escuché que tus padres huyeron aquí desde Atlanta. ¿Se puede saber por qué?