IV. Visita inesperada

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Después de contarle todo lo sucedido a Andrea terminamos de hablar, me acuesto en la cama pero aún así no logro conciliar el sueño.

No puedo dejar de pensar en Alex Turner. Estoy algo enojada conmigo misma porque pienso que me estoy sintiendo como una adolescente. Realmente, como le mencioné a Nielsen, no puedo autodenominarme la "fan número uno" de los Arctic Monkeys porque no he seguido su trayectoria, no conozco al 100% la historia de la banda y mucho menos de cada uno de los integrantes de la misma, difícilmente conozco sus nombres pero debo admitir que me gustan varias de sus canciones. Antes de esta noche el nombre "Alex Turner" o su sola imagen mental jamás me había quitado el sueño, aunque nunca jamás me iba a imaginar que lo conocería en persona y mucho menos de la inusual forma en que lo conocí... y aún menos en que estaría trabajando en los contratos de su banda con la disquera.

¡No! No puedo estar pensando en esto.

Nielsen me advirtió las consecuencias que podría tener "dejarme llevar por el momento" pero... ¿Por qué lo habrá dicho? ¿es el consejo que le da a todas sus asistentes, no necesariamente por Turner sino que de una manera general?... ¿o es que el mismísimo Alex Turner se ha fijado en mí, la simple asistente de su abogada?...

¡No, son puras estupideces!

Yo soy Alexandra Hutton, una simple chica de 22 años, estudiante de leyes a punto de graduarse y él es, bueno, él es Alex Turner. Apuesto a que ha sido novio o amante de infinidad de cantantes, modelos o actrices y no lo pienso por menospreciarme sino que es lógico que una estrella quiera salir con otra estrella, no con una simple chica común y corriente.

¡Vaya, qué tonterías pienso!

Me levanto de la cama y bajo por un vaso con agua.

-"Investiga más sobre su vida, torpe"- menciona una voz en mi cabeza mientras bebo agua. Afortunadamente me encuentro lejos de mi teléfono celular como para caer en la tentación y hacerlo; me dirijo a la sala y recuesto sobre el sillón de la misma. 

Recuerdo perfectamente cómo vestía... un saco y pantalón de vestir ambos de color beige, una camisa blanca, unas gafas de sol color ámbar, su cabello era un poco largo y tenía una barba de aproximadamente dos días y su perfume, ¡Dios, su perfume!, era un olor tan hipnotizante.

Ok, basta. 

Subo las escaleras y voy directo a la cama. Suficiente por hoy... y por lo que resta de la semana.

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Beep beep 

Beep beep

Enredada en las sábanas doy una vuelta en la cama hasta llegar a la mesita de noche para checar mi teléfono.

9:00 a.m del Sábado... y 2 mensajes de Nielsen.

"8:30 a.m.- Aly, mil disculpas por la informalidad y por cambiar los planes de la agenda pero surgió un inconveniente y no podré ir por los contratos a casa de Alex. Son muy urgentes y necesito que vayas por ellos a las 11 de la mañana, en un segundo te envío la dirección. Muchas gracias y disculpa."

"8:45 a.m.- La dirección es 11947 Iredell Street. Terminando tienes la tarde libre, ¡nos vemos el lunes!"

Sí, aparentemente volveré a verlo más pronto de lo que pensaba.

Concreto mi rutina de la mañana y voy rumbo a casa de Alex.

No se lo que me espera, realmente estoy muy nerviosa pero a pesar de eso tengo la certeza de que no me comportaré como una fan adolescente, estoy 100% centrada en el trabajo y a pesar de que dudo de las posibilidades, se que esto no llegará a más.

Whatever people say I am, that's what I'm notDonde viven las historias. Descúbrelo ahora