EPÍLOGO

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(Recomiendo escuchar esta canción mientras leen)

No volví a hablar ni a saber absolutamente nada de Alex Turner en los días posteriores a lo ocurrido en su casa durante la fiesta de navidad. 

Al regresar a casa aquella madrugada subí a mi habitación y dormí hasta el medio día.

Nadie más que Andrea supo lo que pasó entre nosotros. No volví a tocar el tema. No lloré por Alex porque no merecía mis lágrimas, intenté ser lo más fuerte posible.

Mi último día en Long Beach decidí que dejaría todos esos sentimientos ir de una vez por todas, fui a la playa en la madrugada, aún vestida en pijamas y me senté a la orilla del mar. Todo estaba tan oscuro, las estrellas brillaban como nunca sobre mi cabeza, la brisa era fría, el agua helada salpicaba mi rostro y fue cuando finalmente en un atisbo de melancolía, rompí en llanto. Lloré todo lo que no había llorado en días. Me admití a misma que esa madrugada cuando él me preguntó si lo quería, a pesar de que le respondí que no, sí lo quería, sí tenía sentimientos por él, sí quería estar con él y todas esas cosas. Pero eso era lo mejor, no volverlo a ver nunca, no pensar en él, no sentir nada por él, enterrar todos esos sentimientos, como el mar entierra los más grandes tesoros.  

Empezó a amanecer, las nubes se tornaron anaranjadas con tintes color rosa, el sol se podía mirar saliendo lentamente en el horizonte. Aún en llanto me levanté de la arena y caminé hacia el mar. El agua estaba extremadamente helada, mi piel se erizaba al entrar en contacto con el mar. Cuando el agua empezó a llegarme al pecho, me sumergí completamente. Cerré los ojos y contuve la respiración unos segundos que me parecieron cinco largos minutos. Salí a la superficie siendo otra, con una energía renovada, ahí había dejado la historia con Turner.

Todo aquello se fue al mar (To  the sea).

Ese misma tarde volví a Nueva York, revitalizada, emocionada por demasiadas cosas, entre ellas mi graduación de la universidad.

Los días se hicieron semanas y las semanas se convirtieron en meses. Sucedieron infinidad de cosas desde entonces pero en resumen seguí trabajando con Nielsen, Andrea tuvo demasiado éxito con su proyecto de la línea de ropa de mascotas que abrió otra tienda en Los Ángeles, me graduaré de la carrera en Mayo, Nielsen me contrató en su corporativo, a pesar de que estoy a un mes de graduarme, para trabajar junto a su socia, Jules Donovan, en su oficina en Los Ángeles pero a pesar de aquello sigo viendo mucho a Nielsen por lo tanto Andrea y yo nos mudamos nuevamente a California, sólo que ahora vivimos juntas con nuestras mascotas en un departamento en Los Ángeles. 

Todo marcha bien en mi vida, las cosas empiezan a funcionar tal y como lo planeaba.


Pues esto fue "Whatever people say I am, that's what I'm not", espero que les haya gustado mucho porque la escribí con mucha ilusión, creo que ya lo había mencionado pero siempre quise hacer un fanfic pero nunca me había animado hasta ahora e independientemente de que la recepción haya sido buena o no créanme que moría de ganas de compartir esta historia con ustedes, ¡espero les haya gustado!

Pero... la historia no puede acabar así, ¿no creen?

Esperen la segunda parte de la historia, en donde sabremos qué pasó con Aly y Alex, conoceremos nuevos personajes, se enfrentarán a nuevos problemas...

¡GRACIAS POR EL APOYO!


Whatever people say I am, that's what I'm notDonde viven las historias. Descúbrelo ahora