Whatever people say I am, that's what I'm not

XIX. Nielsen llega a Londres.

Anoche le tuvimos que dar a los padres de Alex la noticia de que debíamos partir hoy. Se veían un poco tristes pero no tanto, estoy convencida de que están acostumbrados a las largas ausencias de su hijo.

Son las 11 de la mañana y estamos partiendo rumbo a Londres, en la carretera m1. 

No lo voy a negar, me enamoré, aunque pude conocer sólo un lugar me gustó mucho su tranquilidad y la cercanía que tiene con la naturaleza, cosa que no encuentras en Nueva York... pero en California sí, bueno, al menos en mi casa que tenemos la playa de patio trasero.

-¿Por qué tan callada Aly?- Pregunta Turner notando mi ensimismamiento.

He estado viendo la carretera sin decir palabra alguna aproximadamente 10 minutos.

-Ahh, nada más, veo el camino.-

-No, te ocurre algo, de esto estoy seguro.-

-No Alex.-

-Vamos, se sincera.-

-Bien...- suspiro- me gustó mucho estar aquí, me hubiera gustado quedarme más tiempo y a la vez tengo ganas de ir a California con mis padres, ya casi es navidad y creo que este año no podré verlos, aunque en Navidad siempre nos vemos en Nueva York  este año siento algo diferente, quiero estar en Long Beach para esa fecha. Te vi tan feliz con tus padres, en las calles donde creciste...- suspiro.

-Entiendo, ¿por qué no le platicas a Nielsen el asunto de tus padres?-

-Alex, se supone que debo comportarme como una adulta, no como una niña pequeña que extraña a su madre.-

-Hmmmm, ¿eres humana, sabes?-

-Sí.-

-Pero si te hace sentir mejor, no creo que la negociación tarde, créeme, haré lo posible para que estés en casa para Navidad.-

-Gracias, realmente lo aprecio.-

Sus palabras me han hecho sentir mejor, tal vez no dependa 100% de él si la negociación tarda pero bueno, el hecho que diga que intentará hacerlo lo más breve posible significa mucho para mí.

Recorremos kilómetros y kilómetros de carretera viendo los campos, granjas, pueblos, pequeñas ciudades, autos y el cielo nublado.

Hablamos todo el tiempo, de todo y de nada realmente.

Es muy fácil hablar con él, siempre tiene un tema de conversación a la mano.

Tres horas y media después llegamos a Londres.

Estoy un poco asustada, tengo miedo de saber que la prensa averiguó todo lo relacionado conmigo a raíz de la nota periodística publicada hace unos días.

-¿Crees que ya se hayan olvidado del asunto?- Pregunto dudosa a Turner.

-Posiblemente, no he encontrado nada en las noticias, bueno, al menos en los periódicos de Sheffield.-

-Cielos, Nielsen me dijo que no había escuchado nada acerca de eso en América y creo que eso me tranquiliza. Sólo espero que no hayan paparazzis.-

-Los habrá, querida. Y posiblemente nos vuelvan a ver pero ¿qué más da?-

-Vaya, lo dices porque estás acostumbrado a eso, yo no.-

-No hay manera que lo sepan, confía en mí.-

-Aghhh, de acuerdo.-

Finalmente después de unos minutos llegamos al Hotel Baglioli. Son las 3:30 de la tarde, Nielsen debe llegar a las 4.

Alex estaciona el auto a un par de cuadras. Ambos nos ponemos lentes de sol y yo un sombrero tipo fedora color gris que combina perfecto con mi vestido negro.