VIGILANDOLES (Gemeliers)

No puede ser así

Decidí ir a ver que hacian Jesús y las chicas. Mientras él compraba los helados, ellas estaban fuera discutiendo.

-Que jesús es mio, ¿es que no has visto como me mira?-decía Ana.

-¿A tí? Claaro-respodió Zaira con tono sarcástico- Eso será porque siempre estas conmigo, y él no para de mirarme a mí.

¿Por qué las cosas se ven más claras desde fuera? me preguntaba. Sería porque desde aqui se veia todo sin confusiones, o puede que fuese porque yo tuviera un don para esto. Sinceramente, no lo sabía.

-Uff, Zaira, dejame-continuó Ana.

-Vale, ya te dejo, pero porque Jesús viene por ahí.

-Hola chicas, tomad, este es el tuyo, y este el tuyo-afirmó Jesús ante las miradas enamoradas de las dos chuquillas.

Me asusté bastante cuando les vi viniendo hacia donde yo estaba, pues nunca me habia pasado. Al girarme para que no me vieran, me topé con Ari.

-Jajaja. Julia, ¿estás esperando a que salga un chico guapo, o qué?

-Jajaja, que susto, Ari. Sí, puede que esté esperando al chico mas guapo de Mairena-intenté escusarme, ya que ella misma me había dejado la escusa en mano-Aunque no quiero enamorarme

-¿Es posible que alguien como tú no se enamore?

-No, a ver, me puedo enamorar, creo en el amor, pero no quiero ni enamorarme ni tener novio-aclaré yo- bueno, me tengo que ir, ya hablamos por whatsapp, y si quieres quedamos. adiós guapa.

-Adiós preciosa.

Sí, yo, Julia, la misma Julia del principio, habia sido la que había hecho una amiga. No sabia por que, pero Ari me cayó muy bien. Después de hablar con ella volví al parque. Los seis estaban hablando entre risas. Lo único que cambió de antes a ahora,fue que estaban sentados así: Zaira, Jesús, Ana, Paula, Dani y Nerea.

Vi que no pasaba nada, así que decidí volver a mi casa. a la media hora escuche varios niños hablando y riendo. Me asomé a la ventana, y eran ellos. Paula iba hablando con Dani, mientras Nerea los miraba con cara de envidia. Jesús iba hablando con Ana y Zaira, y al ver a Nerea así, la incluyó en la conversación. 

Al rato cada uno se fue a su casa, pero puede observar como Ana y Paula se quedaban en la calle, e iban detrás de los gemelos. ëstos se giraron al notar la presencia de alguien.