XI

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~Más cadenas...~

La pequeña prueba entre mis manos temblaba cuál hoja mese el viento, lagrimas gruesas caían de mi rostro sin parar - Positivo- pensaba una y otra vez, salí del baño topandome con la cara de preocupación de la señora Clara quien al verme en ese estado extendió sus brazos invitándome a correr hacia ella y así lo hize, no sabía que hacer, mi mente estaba completamente en blanco.

-¿Q-que es lo que h-haré ahora? - dije entre lágrimas apegandome al hombro de aquella mujer.

-Oh niña, tendrá que decirle al amo Leonardo- contestó acariciándome mi espalda aún adolorida.

-M-me va a matar, nos va a matar, no p-puedo hacer eso-

-Tendrá que hacerlo, no queda de otra- dijo mientras que con una mano me apartaba- un embarazo no se puede ocultar, si le dice a lo mejor y deja que lo tenga-

-P-pero- me interrumpió.

-Nada de excusas es por su bien y nada de querer abortarlo, yo no podría ayudarle en algo como eso- acaricio mi cabello.

-E-esta bien... Se lo diré- dije de nuevo entre sollozos.

-Le deseo suerte- se dirigio a la puerta desapareciendo tras de ella.

Me eche a la cama a llorar, ¿Como pude ser tan estúpida?, No podría soportar que este pequeño venga a sufrir, mire el aparato esperando que este cambiara a negativo, sin embargo mis deseos nunca se cumplieron, pase la mayor parte de la tarde sobando mi aun plano vientre y pensando en cual seria la reacción de Leonardo, se que no será una buena... Solo espero que lo deje vivir, mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta abriéndose, era el, me miró de una manera fría, sin embargo me acerque a él mientras se sacaba el saco.

-A-amo- trate de decir algo asustada.

-¿Que diablos quieres zorra?-

-Yo tengo algo que contarle... Es importante- agache la cabeza.

-Esta bien, pero que sea rápido- contesto tajante.

-Estoy....- tome aire- e-embarazada-

-¿Que carajos acabas de decir?- se acercó a mi, tomándome del cabello y tirándome al suelo.

-Que.. Estoy embarazada- trate de decir.

-Maldita sea!¿Que no te quedo claro que no quería bastardos de una puta como tu?!- me tiro una cachetada.

-P-perdón, pero... ¡por favor déjelo vivir, se lo ruego! - me arrodille tomándolo de la camiseta, desvio la mirada unos segundos y una sonrisa maliciosa se formó en se rostro.

-Bien, dejaré que lo tengas- suspire- Con dos condiciones... - me levanto, pegándome a la pared bruscamente-La primera es que sea niño, no quiero una mocosa en mi vida ¿entendido? - asentí- La segunda es que ni creas que pasare esto por alto, te venderé a un burdel todo el tiempo que dure el embarazo- me sorprendí.

-No! Porfavor, no me haga esto!- cubrío mi boca con una de sus grandes manos.

-Eso es para que aprendas que conmigo no se juega, admito que eres una de las mejores que he tenido por eso te conservare, buscaré a tu reemplazo por estos meses y cuando regreses seguirás siendo mía- descubrió mi boca-Solo ten en cuenta que si es una niña no podrás regresar aquí y créeme cuando te digo que es mejor ser de un hombre que de varios- se río.

Sentía demasiada impotencia, solo quería golpearlo y salir de aquí, quería mi libertad y ahora obtuve más cadenas.

-¿O prefieres abortarlo? - pregunto.

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