Ese viaje a Australia le había hecho descubrir cosas que no sabía sobre si mismo y no sólo porque fue durante su estancia en otro país que decidió el camino que quería seguir, sino porque algo en su interior había despertado y no podía ignorarlo.
Tras pasar tantos días en compañía del pelirrojo y escuchar lo que sintió tras el relevo en su segundo año de preparatoria su corazón se había agitado haciendo casi imposible que se controlara y pensara en algo más que la emoción que surgía con la simple idea de compartir en algún momento el escenario mundial con él.
Pero no podía hablar de eso, por más que su corazón se acelerara cuando estaba junto a ese chico de dientes afilados que no paraba de hacerlo salir de su zona de confort y experimentar miles de sensaciones nuevas no podía hablar de lo que había comenzado a sentir.
Y no sólo por su inexperiencia en temas amorosos, sino por lo mucho que quería a Matsuoka y su deseo más claro que nunca de ser nadador profesional, lo que le impedía considerar algo en su vida que no estuviera directamente relacionado con su rendimiento como atleta.
Así que prefirió guardar silencio incluso el día en que organizaron la fiesta de despedida para quien partiría de vuelta a Australia, obligándose a mantener en secreto el sentimiento que guardaba por él. Era extraño pensar que pasaría meses sin poder verlo y teniendo noticias sólo en caso de que alguno de los dos tuviera la iniciativa de contactar al otro, sin embargo, los planes de ambos eran claros y él no sería responsable de que tuvieran que cambiar.
Fue justo cuando el evento había terminado que se formaron pequeños grupos reunidos para conversar mientras Rin y Haru se habían separado de los demás observándolos en silencio. Los dientes afilados se mostraban en una amplia sonrisa que no pasó desapercibida para el azabache quien se dedicó a contemplarlo sin palabra alguna.
—Voy a extrañarlos mientras esté en Australia. Mientras fui capitán me volví tan cercano a los chicos de Samezuka que será extraño no verlos. Y que decir de Makoto, Nagisa y Rei; las prácticas conjuntas además de despertar mi interés en su nado los convirtieron en personas valiosas para mí —su vista seguía clavada en el grupo mientras jugaba con sus dedos sobre la pared en que se encontraba apoyado.
Nanase se mantenía en silencio, incapaz de hacer cualquier comentario y con su atención puesta por completo en las palabras del chico a su lado. No quería mencionarlo pero ni él mismo sabía como sobrellevaría la distancia entre ambos durante tiempo indefinido hasta el momento.
—Sé que Sousuke y Gou me enviarán cartas, correos e intentarán llamarme en cada oportunidad para saber de mí y mantenerme al tanto de lo que ocurra, al menos así no me sentiré tan lejos de ellos... —la risa escapó de sus labios antes de girar ligeramente hacia su acompañante.
Sus miradas se encontraron durante algunos segundos como negándose a separarse sabiendo lo que ocurriría después. Ambos desviaron su vista intentando que el hecho pasara desapercibido para el otro sintiéndose avergonzados estando tan cerca y con nadie más participando en la conversación, casi monólogo, que acontecía.
—También voy a extrañarte, quizá más que a los demás -los dedos del pelirrojo siguieron jugando sobre la pared como muestra de lo mucho que reflexionaba sobre sus palabras antes de decirlas—. Sé que no me llamarás o escribirás con tanta frecuencia como el resto y que tampoco estoy en posición de pedirlo —la atmósfera entre ambos había cambiado y, aunque no sabía lo que podía ocurrir si seguía así, para el azabache era evidente que era mucho más íntima y que cualquier palabra que pronunciara cualquiera de los dos significaría un cambio considerable—. Haru, yo... —una vez más sus miradas se conectaron, los ojos rojos brillando a causa de un par de lágrimas que los invadían y su semblante nervioso y preocupado.
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RinHaru week 2018
FanfictionDe como entre viajes en el tiempo, matrimonios arreglados, piratas, instintos primitivos, mensajes por correo, súper héroes, ciencia ficción y musicales, el amor surge entre Rin y Haru como un destino ineludible que les otorgo un paisaje nunca antes...