Día 8. Free! para todos

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Se encontraban en el camerino dando los últimos retoques al vestuario y maquillaje antes de entrar a escena, faltaban unos cuantos minutos para anunciar la segunda llamada y, como protagonista del musical, debían prepararse para que en la tercera llamada estuvieran en el escenario listos para actuar.

—¿Estás listo? Es una noche importante, es la presentación cien —sonrió un poco mientras lo miraba, estaba emocionado y no iba a negarlo.

—Eso te pregunto, te ves más nervioso que yo —ese chico pelirrojo se había vuelto su adoración desde un par de años atrás, antes de que tomara la iniciativa y le pidiera que salieran. Le encantaba provocarlo pues eso siempre hacía que ambos dieran el máximo.

—¿Nervioso? Parece que no me conoces —río un poco antes de acercarse hasta donde estaba y acercarlo hacia sí tomando su muñeca.

—Te conozco bien y por eso pregunto —sonrió entrelazando los dedos de sus manos mientras su mirada conectaba con la de su pareja.

—Demos lo mejor ¿Sí? Todo debe ser perfecto, mejor que siempre —sonrió acariciando su mano con su pulgar antes de frotar ambas narices.

—Hay que darnos prisa, no falta mucho antes de la tercera llamada...

Por fin salieron al escenario y se acomodaron en sus respectivas posiciones para dar inicio a la presentación de ese día. Además del público habían asistido algunos reporteros de diferentes revistas y programas para obtener alguna entrevista de los protagonistas y el productor.

Todos estaban atentos a los movimientos de los actores, principalmente de Haru y Rin, por lo cual todos se esforzaban por mostrar su técnica de baile y resaltar sus cualidades.

El pelirrojo se había apoderado del escenario una vez su pareja había salido de escena y los ojos de todos los asistentes estaban fijos sobre él cautivados por la manera en que su cuerpo se movía y la encantadora sonrisa que les regalaba. Incluso su pareja no había podido apartar sus ojos azules de él mientras recordaba como empezó su relación.

Llevaba unos cuantos meses en la compañía cuando cierto pelirrojo se integró, era un chico carismático y muy agradable aunque le incomodaba un poco que fuera tan invasivo porque apenas se conocieron no dudó en comenzar a llamarlo por su nombre e insistir en que él también podía hacerlo. Sin mencionar que además de aquello lo había arrastrado consigo en más de una ocasión para salir juntos aún si se negaba.

No iba a ocultar que le agradaba la compañía del chico, pero aún era extraño tenerlo tan cerca con lo poco que se conocían. Sin embargo, Rin se había ganado el aprecio del azabache rápidamente y se habían vuelto muy unidos, tanto que incluso comenzaron a compartir protagónicos en muchas de las obras en que participaban.

Fue así que los sentimientos empezaron a surgir entre ambos y pasaron del simple aprecio entre compañeros a la atracción mutua que no intentaban ocultar. No era secreto para nadie que entre ambos existía una fuerte conexión que reflejaban al estar juntos en el escenario y, cuando empezaron a ser conscientes de lo que sentían uno por el otro sobraban las explicaciones.

Fue así que durante uno de los ensayos generales de una de las obras más importantes que presentaría la compañía Haru tomó la iniciativa y, sin dudar un momento aún con la mirada de todos sus compañeros sobre él, le expresó a Rin sus sentimientos y finalizó su discurso pidiendo que fuera su pareja. Nadie se sorprendió al ver al pelirrojo lanzarse a los brazos del chico demostrando que la felicidad le invadía y no podía imaginar nada mejor.

Dos años habían pasado ya desde ese momento y, aunque nunca negaron ni intentaron ocultar su relación, eran bastante discretos y evitaban ser captados en situaciones melosas o en momentos íntimos como cuando celebraban el cumpleaños de alguno o su aniversario.

RinHaru week 2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora