- SëÎ$ -

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[ Identidades nuevas ]

La eriza sonríe con mucha más intensidad. El azabache no le apuntó correctamente ó no la quiso matar.

— Tsk. Vamos, no tengo toda la noche. – Dijo emprendiendo viaje el azabache.

La eriza dió brinquitos de emoción, compartiría una celda con aliguien que le encantaba el asunto de matar gente.

— Oye, ¿cómo es que llegaste a matar gente? – Preguntó curiosa la rosada.

El azabache seguía sin parar de dar unos pasos largos y sin mirar a la eriza.

— No es de tú incumbencia. – Respondió frío.

Miradas de serenidad se encontraban embargando en los orbes jade de la rosada, quería saber cómo llegó a ésto y no se daría por vencida tan fácil.

— Bueno, si no quieres empezar tú, empezaré yo. Empecé por amor. Mataba a mis competencias. – Respondió con rabia al recordar a sus competencias.

— ¿Amor? Ésos son celos. ¿Quién es el desafortunado? – Preguntó divertido.

La eriza en un rápido movimiento toma de la chaqueta que portaba el azabache y lo tumba en el muro.

— Sonic no es ningún desafortunado. Es todo lo contrario. Y pobre de aquél que lo llamé así por que le quitó los testículos. – Amenazó la eriza, soltando al azabache.

Estupefacto se arregla la chaqueta y sigue a la eriza quién se había adelantado.
Ella todavía conservaba la mueca de disgusto y rabia en su rostro, no la agrada la idea de que insulten por quién a luchado.

— Tienes que enseñarme esos movimientos rápidos linda. – Dijo el azabache al mismo tiempo que repasaba los pasos de la eriza.

Ella ni se inmutó. Seguía molesta con 'Shadow' cómo para responderle. Sólo lo siguió hasta un club/bar en el cuál entró.

— ¿Qué hacemos aquí? – Cuestionó con seriedad la eriza mirando el bar a fondo.

— Aquí trabaja una amiga mía. – Respondió cortante el azabache.
No le gustaba platicar de su vida.

La eriza se acerca a la barra y pide un trago, cosa que notó el azabache eh hizo lo mismo.

— Una piscola por favor, la botella entera. – Pidió la eriza.

— Una copa con vino. – Pidió también el azabache.

Se sientan uno al lado del otro en los pequeños asientos circulares frente a la barra, hasta que el azabache se voltea buscando la mirada de la rosada.

— ¿Piscola? ¿Y toda la botella? Hmmh... Ó eres muy valiente ó eres muy loca. – Interrumpió el silencio con una sonrisa divertida.

La eriza se voltea y lo mira con diversión. Le agradaba la actitud competitiva del azabache.

— Un poco de ambas... Es más, puedo tomar hasta tres botellas sin emborracharme. – Dijo victoriosa y arrogante cosa que llamó la atención del azabache.

Él sólo sonríe de lado mientras entrecierra sus ojos. Lo que dice la eriza es poco creíble.

— No alcanzas a beber ni la segunda y ya estarías en el piso. – Respondió entre risas.

— Te apuesto lo que quieras a que tú no duras ni a la tercera botella. – Interrumpió las carcajadas leves del azabache retandolo.

Sólo la mira con sorpresa en sus destellantes orbes carmín. A él no le gusta perder y le encantan los retos.

°{Insanity Love}°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora