Recuerden, doble actualización así que si primero te salió este capítulo, lee el anterior para que no te confundas. Muak!
Me alegra decir que el viaje de regreso en la camioneta de Kang no es incomodo. De hecho, Diego no para de hablar de todas las locuras de la fiesta, es como si él supiera que en el momento en el que el silencio reinará entre nosotros sería incómodo. Ellie se dedica a mirarlo cuando él no se da cuenta y Perla solo ríe ante sus locuras.
Bien, Diego, gracias por salvarnos de la incomodidad de la situación.
En cuanto a mí, voy en el asiento del copiloto con Kang a un lado manejando, riendo de vez en cuando con las cosas que dice Diego. Evito mirarlo tanto como puedo porque cada vez que mis ojos caen sobre él, solo puedo pensar en su rostro cerca del mío y la sensación de sus suaves labios contra los míos y estoy segura de que me ponga roja.
Mi corazón no ha tenido un ritmo normal desde que me monté en su camioneta pero he mantenido la calma. Inquieta, ojeo a Kang y ese exacto segundo él me echa un vistazo y nuestras miradas se encuentran por un segundo. Sus labios se curvan en una sonrisa de complicidad antes de volver a mirar el camino frente a él.
Siento ese hormigueo familiar en mi estomago y pongo mi mano sobre el mismo. Jamás pensé que los sentimientos podrían hacerte experimentar tantas reacciones físicas.
La primera que dejamos en su casa es a Perla porque vive llegando al estadio así que mi plan de cupido esta funcionando hasta ahora. Y en el estadio, Kang estaciona y Diego se baja, seguido de Ellie. Yo bajo el vidrio de mi lado para hablarles.
—Llevala a casa,— le guiño el ojo a Diego, o bueno, eso intento, nunca he podido hacerlo bien.
Diego me da una mirada extrañada.
—¿Qué le pasa a tu ojo?
Me aclaro la garganta.
—Buenas noches,— le susurro solo para que él me oiga, —cangurito.
—Klara.
Subo el vidrio, soltando una risita malvada. Cuando me enderezo en mi asiento, siento la mirada pesada de Kang sobre mí.
—¿Conocías a Diego de antes?— su voz es neutra, y se que se refiere si lo conocía de antes empezar la preparatoria.
—Eh, algo así.
—¿Algo así?— Kang levanta una ceja.
—Es una larga historia.— le respondo, dándome cuenta de que estamos solos.
Estamos solos otra vez, y la última vez que eso pasó, terminamos besandonos. Kang no dice nada más y comienza a manejar después de que le doy mi dirección. El olor de su colonia se mezcla con el aroma del ambientador que tiene colgando del vidrio retrovisor. Tomo una respiración profunda, y la dejo salir, sonando como un largo suspiro.
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Sigue Mi Voz ✔️(En librerías)
Teen Fiction[COMPLETADA] ¿Es posible enamorarse de alguien sin conocerlo? ¿Sin haberlo visto? ¿Es posible desarrollar sentimientos por una persona que solo has escuchado? Klara encontrará la respuesta a esas preguntas, escuchando con dedicación todo los días su...