Our Adventures [M&M]

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Soy: Marcus

Tinus no me quiere.

Marcus llevaba unos días de sentirse incómodo, él quería jugar pero su hermano no quería, todo el tiempo huía a su cuarto y no salía a menos que fuera necesario.

Marcus se sentía solo porque Martinus ya no quería jugar con él. No recordaba haber hecho algo mal, hasta donde recordaba, había compartido sus dulces y ayudó a Martinus a poner los vasos en la mesa a la hora de comer. No tenía sentido. ¡Fue un buen hermano!

Un día llegando de la escuela él le preguntó si quería jugar con sus carritos y él nunca prestaba sus carritos, pero Martinus le dijo que no y volvió a encerrarse en su cuarto.

—Mamá— llamó Marcus.

—¿Qué pasa?

—Tinus, ¿No me quiere?

—Tinus te quiere mucho, así como tú lo quieres a él.

—Ya no juega con mí.

—Conmigo— corrigió. —Oh, cariño. Martinus se lastimó jugando el otro día que te fuiste con papá de compras. El doctor le recomendó no ser tan revoltoso.

Su progenitora le dió una sonrisa para tranquilizarlo y hacerle entender que todo estaba bien.

—Pero, pero le dijo a los carritos no.

—¿Les dijo no? Bueno, quizás está un poquito triste. ¿Por qué no vas a su cuarto y llevas esos carritos contigo?

Marcus ni siquiera se detuvo a asentir, corrió a su cuarto por sus carritos para posteriormente entrar al cuarto ajeno sin preguntar.

—¿Marcus?— preguntó un desconcertado Tinus.

—Carritos.

—Carritos no.

—Carritos sí— dejó caer sus carritos los cuales se estrellaron en el suelo y luego se sentó mientras alineaba a todos sus modelos.

El hermano menor picado por la curiosidad se sentó a su lado e imitó lo que el otro hacía. Al final del día, Martinus olvidó ese picor de tristeza y volvió a jugar con Marcus como si nada hubiera ocurrido.

Soy: Marcus.

Tinus sí me quiere.