Slam Dunk (Hanamichi Sakuragi)

Sentimientos encontrados

Llegamos los tres a mi casa, mis padres no se encontraban. Siempre están fuera de casa trabajando y apenas los veo en la noche.

Ellos pasaron y se quitaron los zapatos, íbamos caminando por el pasillo principal de mi casa y les dije.

-Suban las escaleras y giren a las derecha, mí cuarto es el del fondo- les sonreí. -Ahorita los alcanzó, iré por unas bebidas y aperitivos para ustedes- hice un movimiento con mis manos indicando que subieran, aunque sentía que estaba siendo un poco cortante con ellos.

Haruko asintió y empezó a caminar, Sakuragi comenzó a seguirla y luego volteó a verme.

-¿No quieres ayuda? ¿Puedes tú sola?- me veía directamente a los ojos tratando como de descifrar que me sucedía, como si supiera que tenía algo.

Yo solo lo vía los ojos y negué con la cabeza, sonriendo al final. Después de eso me di la vuelta y caminé hacia la cocina. No vi su reacción y solo asumí que el entendió.

No sé qué me sucedía, a veces no me entiendo. Digo que ya no estaré enamorada de él y creo que envés de cumplirlo hago todo lo contrario, me enamoro más de él y me creo expectativas de las cuales son una mentira.

Hace un rato en la calle puedo jurar que estaba pasando algo entre los dos, como si estuviéramos en sintonía y que en realidad nuestra amistad está cambiando. Lo único que me podría hacer para resolver todo esto sería el confesarme, pero no puedo. No quiero que nuestra amistad se vuelva incómoda, pero esa es la única solución que se me ocurre.

•••

No sé qué pasa con Marin, está actuando extraño desde que nos encontramos con Haruko.

Pero a quien estoy engañando yo también he actuado extraño, desde ese momento en que nos tomamos de las manos yo no quería soltarla. La verdad es que sentía que si la soltaba la perdería y ella es la persona más importante de mi vida, no sé en qué momento empece a tener estos pensamientos y se podrían decir también ¿sentimientos?

No no no no, a mi me gusta Haruko, y Marin es mi mejor amiga. Agh rayos, pero porque si veo a Marin con otro chico me enojo. No sé qué está pasando conmigo.

-¿Sakuragi? ¿Me estás escuchando?- volteé a ver a Haruko la cual ya se había sentado en el piso a un lado de la pequeña mesa de estudio del cuarto de Marin.

Estaba tan perdido en mis pensamientos que había olvidado completamente que estaba con Haruko, me encontraba todavía parado en la puerta del cuarto de Marin.

-Ah perdona Haruko, no te escuche- deje mi mochila en el piso. Y pensé en que necesitaba ver a Marin solo para comprobar algo. -Haruko ahora vuelvo, iré a ayudar a Marin-me di la vuelta y salí rápido del cuarto.

Necesitaba ver a Marin, quería comprobar el agarra su mano y ver si solo lo que sentí en ese momento fueron sentimientos de proteger a mi mejor amiga o si algo estaba cambiando en nuestra relación.

Baje rápido las escaleras y giré hacia la izquierda. Entre a la cocina y ella estaba parada recargada en la mesa, cortando unas manzanas. Mientras hacía eso ella estaba tarareando una canción, verla así hizo que mi corazón empezara a latir rápido. Rayos que me está pasando, nunca había sido consciente de estos cambios en mí.

Estaba de espaldas así que no vio que yo la observaba, hasta que se voltio y me vio. Ella se asustó y dejó caer el cuchillo al piso.

-¡Sakuragi! ¡Intentas matarme de un susto!- llevo una de sus manos a su pecho y suspiro para luego reír.

Esas pequeñas reacciones que hace son de las cosas que me gustan de ella, como levanta sus cejas y hace muchas expresiones moviéndolas. Dios que estoy diciendo, pareciera que estoy enamorado de ella.

-Lo siento Marin, pero es que te veías tan tranquila y quería oírte cantar un poco- me rasque la cabeza, siempre hago eso cuando estoy nervioso.

-Invades mi privacidad, que raro eres- empezó a reír. -Es broma, bueno ya que estás aquí  ayúdame a subir todo esto- empezó a acomodar todo y yo me acerque hacia donde ella estaba.

-Marin el cuchillo lo tiraste, deja lo levanto- me empece a agachar.

-No Sakuragi, yo lo levanto- sentí que Marin se agachaba y entonces sentí un golpe en mi cabeza que hizo que me cayera al piso, al igual Marin.

Los dos estábamos tirados en el piso por el golpe, Marin me volteó a ver y empezó a retorcerse de la risa. Yo empece a reír con ella, estos momentos me gustaban. Se sentía que solo estábamos nosotros en este mundo y que podíamos ser nosotros mismos.

Volteé a verla y ella seguía riendo, tapaba su cara con sus manos y entonces mis manos se dirigieron a sus manos para quitarlas, quería ver su sonrisa.

-Quita tus manos, quiero ver tu cara- tome sus manos intentando quitarlas.

-No Sakuragi, que vergüenza- reía más e intentaba taparse.

Logre quitar sus manos y los dos dejamos de reír, nos veíamos a los ojos. Tener nuestras miradas conectadas hacia que sintiera una electricidad en todo mi cuerpo. El verla solo me hizo darme cuenta que no quería que nadie la lastimara nunca y que siempre estuviera a mi lado, creo que me he dado cuenta de algo.

-Sakuragi- lo dijo en tono nervioso. -¿Porque me ves tanto?- empezó a sonreír levemente y cuando vi esa sonrisa hice algo que nunca pensé que haría. La abrace.

Ella se encontraba en shock, pero poco a poco empezó a relajarse.

-Marin, eres muy importante para mi- al terminar de decirte eso sentí como ella comenzó a abrazarme y esconder su cara en mi pecho.

Mi corazón latía tan rápido, nunca había sentido eso. Pero aún después de todo esto seguía confundido, y me hizo llegar a la conclusión de que tengo que hablar esto con Yohei.

-Tu también para mí Sakuragi- escuche un suspiro después de que dijo eso.

La abrace más fuerte y entonces escuchamos unos pasos que se acercaban, nos separamos rápidamente y entonces alguien entró a la cocina. Era Haruko.

-Chicos, ¿porque tardan tanto?- nos volteó a ver e hizo una cara extrañada por vernos en el piso. - ¿Y porque están en el piso?- nos señaló a los dos con el dedo índice de su mano derecha.

Me pare rápidamente y le di la mano a Marin para que se levantara. Cuando se levanto ella solo río y hablo.

-Es que me estaba ayudando a recoger unas cosas que se cayeron- se acomodó un mechón de su cabello. -Pero ya está todo, así que me ayudan a subir las cosas- nos volteó a ver sonriendo.

Asentimos y tome las bebidas, mientras caminábamos solo iba pensando que necesitaba resolver todos estos sentimientos que estoy teniendo lo más antes posible.