Always Have Been You ( Frank Iero)

17

Ella tragó saliva e hizo un puchero tan adorable que me dió toda la ternura del mundo.

¿Puedo besarte y acabar con esta agonía?- Dije.

Ella solo tomó mis mejillas en sus manos y fue directa a mis labios sin demorar mas mi tortura, nuestra tortura.

Puse mis manos en su cintura y la acerqué más a mi cuerpo tal y como en mis sueños. Besarla era el mayor de mis sueños...
Era un beso sin prisa, no teníamos alguna ahora solo estábamos ella y yo en mundo. Profundizé el beso explorando su boca de manera lenta. Ella se separó para tomar aire y vi sus labios rojizos hinchados del beso. Quería besarla hasta desgastarme los labios y no poder mas.

¿A la mierda Billy?.- Dije.

A la mierda Billy.- Repitió ella y volvió a tomar mis labios de forma urgente. Me separé un poco reconfirmando su respuesta y ella sonrió en mis labios. Lo cual me hizo sonreír y querer cubrir sus labios con besos. Mis besos...

La cargué como un monito y caímos en mi sofá dándonos largos besos sin mediar palabra alguna o abrir si quiera los ojos por si todo era producto de nuestra imaginación.

Ludmila besa tan bien que nunca en mi vida me habían besado como ella lo estaba haciendo. Empecé a tener calor demás, tiré suavemente de su labio haciendo que ella soltara un leve  suspiró en mis labios.

Tragué saliva y juntamos nuestras frentes agitados aún por esa larga sesión de besos.

La abracé fuerte contra mi pecho con todo mi amor, no quería que se fuera de entre mis brazos.
Solo nos quedamos en silencio hasta que ella buscó mi mirada y la sonreí.

Tu boca apesta a cerveza barata Frank Iero.- Dijo riendo.- Creo que estoy un poco mareada del alcohol que hay en ella.- Sonrió.

La tuya es la mas dulce que he probado en mi vida.- Dije de manera seductora.- Creo que me subió la azucar en la sangre...
Ella se sonrojó y sonrió.- La verdad voy un poco contento...si lo dices por eso...- Dije.

Ella bajó su mirada y la note suspirar en mis brazos.

Pero todo todo lo que te he dicho ha sido conscientemente.- La miré.- Y si me preguntas mañana o pasado o al Frank de hace diez años te dirá lo mismo.- La miré y ella solo volvió a esconderse en el hueco de mi cuello dando un beso en él.

Me dió un escalofrío al notar sus labios ahí para luego hacer pedorretas las cuales me hicieron reir como loco debido a las cosquillas.- Para por favor.- Reí y puse mi mano en su rodilla y comencé a hacerle cosquillas traicioneras ahí. Porque sabía que era su punto débil.

Basta.- Rió y echó su cabeza atrás.- Basta.- Demandó riendo como loca. Paré y miré sus ojos azules aún más brillantes por la oscuridad de mi salita.

Se quitó de encima y se acurrucó a mi lado justo en el lado de mi pecho echa un ovillito y yo no podía soportar tanta dulzura.

Entrelazó su mano a la mía y la besé.- Dime que esto no es un sueño Lud...dímelo.- Busqué su mirada y ella la encontró.

La ví pensativa y noté como deshizo su mano y pellizcó mi pezón.- Auch.- Ella rió.

Puse mi mano en su rodilla y le hice cosquillas a traición.- Basta.- Dijo entre risas y pataleos.

Hice caso y me quedé mirando su rostro, cada facción de el era perfecta ella arrugó su nariz mirándome igual.- ¿Seguimos siendo nosotros?- Preguntó y yo me desconcerté.

Tenía miedo de que nuestra buena amistad se fuera a pique por lo sucedido, en verdad yo también la había tenido pero despues de volver a besarla estaba más que seguro que nuestra amistad sobreviviria más allá de todo, porque nunca había imaginado la vida sin ella.