BESTE SÜNDE || SEULRENE G!P

Eine

—Se acabó, No voy a tolerar este tipo de conductas en mi casa—gritó mi padre al enterarse de mi preferencia sexual

—Pero papá... —intenté hablar pero fue inútil

—Nada, alista tus cosas porque mañana mismo te llevaré a otra escuela, en donde ese tipo de ideas y conductas que tienes desaparecerán—la manera en la que lo decía era como si yo estuviera cometiendo el peor de los pecados

—Esto no es una enfermedad, ni una idea que fácilmente puedas sacar de mi cabeza, entiendelo, me gustan las mujeres ¡eso no va a cambiar!—alcé la voz

—Escúchame bien, Seulgi, no voy a dejar que el apellido Kang se vea envuelto en una controversia, te irás a un internado, es más bien una escuela católica, estoy seguro que con que estés un par de años ahí te olvidaras de todo esto —afirmó mi padre quien estaba completamente cerrado en su burbuja de "mi apellido no debe ser manchado"

—Pronto cumpliré la mayoría de edad, y después de eso no volverás a saber más de mí... Te lo aseguro—corrí a mi habitación y me encerré

La idea de estar presa de una escuela religiosa por dos años me torturaba, bien sabia que mi padre es homofobico y aun así me arriesgue a confesarselo, si mi madre estuviera con nosotros sería diferente la historia. A regañadientes hice mis maletas, empaque ropa, mis auriculares y una que otra cosa personal.

Al día siguiente, desperté desde temprano, mi padre se había encargado de bajar ya mis pertenencias, desayunamos en silencio y cuando llegó la hora, me indicó que subiera al auto, en el transcurso me dediqué a ver el paisaje, la carretera estaba muy transitada el día de hoy y mi padre como de costumbre, hablaba por teléfono por cuestiones de trabajo, cuando colgó, gire hacia el y dije

—¿Porque no solo dices que prefieres deshacerte de mi?—solté

—No quiero deshacerme de ti, Seulgi, solo quiero que corrijas tu comportamiento—

—Claro que no, ya te lo dije, así soy yo, pero aquí lo que veo es que soy una carga para ti, pero te lo repito una vez más, en cuanto salga de ese lugar jamás volverás a saber de mi, jamás—le amenace

—Estas tan mal que confundes las cosas, yo mismo vendré por ti y regresarás una vez que haya notado los cambios en ti—

—¿y si no los hay? No pienso seguir con esto, espero que estos dos años te sirvan para que reflexiones... Mamá estaría decepcionada de ti—baje del auto junto con mi maleta una vez que llegamos.

Me adentre lentamente hasta que me recibió una de las profesoras de ahí

—Bienvenida Hija, te indicaré cual será tu dormitorio—amablemente me saludó

—Gracias, ¿me podría decir su nombre?—pregunté

—Soy la profesora Kim Chungha, por favor, sígueme—

Recorrimos el largo pasillo hasta dar con los dormitorios, no conocía a nadie, pude notar que en esta escuela, internado, prisión o lo que sea, no sólo va dedicado a las chicas si no que también había chicos aquí.

—Este será tu dormitorio, la chica que está aquí apenas hace una semana llegó por lo que se llevarán bien, descansa y acoplate, mañana comienzas con tus clases—me dio las indicaciones y se retiro del lugar.
Toqué suavemente la puerta esperando a que abrieran, en cuanto la puerta se abrió, mis ojos viajaron desde su cabeza hasta sus pies, una hermosa chica estaba posada frente a mi, esto sin duda sería más difícil de lo que pensé.