BESTE SÜNDE || SEULRENE G!P

Fünfundzwanzig

—¿Están buscando a alguien? —Mi piel se erizó pero rápidamente reconocí la voz.

—Ya Joy, no es el momento para tus bromas.— Dijo Yeri destapando los ojos de Irene y retirando las manos de Joy sobre mis ojos.

—¡Eres una idiota Park Sooyoung! — Estaba por tomarla del cuello cuando Irene me detuvo.

—No pensarás pelear aquí ¿Cierto, Seulgi? — La mirada de Irene me decía que no estaba jugando. —Y tú, Joy, deja tus bromas para otra ocasión, estábamos preocupadas por ustedes.

—Lo siento, disculpa Seulgi... Por cierto, ¿Dónde está Wendy? — Temía que preguntara eso, aunque era obvio que notaría la ausencia de Wendy.

— Ella ya no está con nosotros, Ella-

—¿Qué? ¿Cómo que ya no está con nosotros? ¿Ella... Murió?— La cara de Joy era todo show, si tan solo hubiera dejado que Irene termine de hablar. —Ella no puede estar muerta, es mi mejor amiga...

—Joy...— La llamé para que se calmara

— Teníamos muchas cosas por vivir juntas todavía

—Joy...— Llamé una segunda vez

—Incluso prometió ir a visitarme a casa para conocer a mi mascota, Haetnim

—¡JOY!— Llamamos está vez Irene y yo.

—No me dejaste terminar, ella no está muerta, quiero decir que Ella-

—Que ella está aquí—Wendy apareció nuevamente.

—Vaya, regresaste... — Dije con fastidio virando los ojos.

—Tenía qué, tu celular no ha parado de sonar. —Sacó de su mochila el pequeño artefacto.

—¿Mi celular? ¿Cómo es qué?— Y fue donde me di cuenta que había estado cargando con algo que no me pertenecía.

—Al parecer nos equivocamos de mochila, tóma— Hicimos el cambio y tenía dos llamadas perdidas de mi tía Yoona.

—¿Tía Yoona?— Pregunté al regresar la llamada.  —Oh!, Ajá... Sí, soy yo tía... —Mientras yo hablaba con mi tía Irene no dejaba de mirarme. —Si, lo que sucede es que necesito que me haga un favor, estoy a las afueras del colegio al que mi padre me obligó a asistir y bueno, dado que ya he cumplido con el tiempo que papá me dió para cambiar me he ... Graduado. —Estaba contenido la risa que me provocaba haber dicho eso.

—¿Graduado? ¿Enserio? —Susurró Yeri a Irene.

Agradecí que mi tía accediera a mi petición, solo era cuestión de esperar unos minutos.

—Entonces... ¿Vendrá?

—Sí, así que solo esperemos y tratemos de mantenernos a salvo.

Irene quien se encontraba sonriendo dejó de hacerlo, bajó la mirada y decidió sentarse en el frío suelo.

—¿Sucede algo, Hyunnie?

La más baja dió un largo y pesado suspiro...

—¿Qué pasará, Seulgi? ¿Que va a pasar con nosotros... Con, lo nuestro?

—Yo... No lo sé... Quisiera poder darte una respuesta Hyun, pero no la tengo.

Estuvimos todas en silencio hasta que mi tía llegó por nosotras.

—Oh, ¿Seulgi?— Estaba por responder cuando la voz de los guardias y todos los que nos buscaban se acercaban a dónde estábamos.

—Tia vámonos de aquí, chicas, suban al auto.

Se acomodaron lo más rápido posible y emprendieron camino a la carretera.

—Explíquenme que sucede, esas personas las están buscando...

—Solo conduce, te explicaré todo una vez que lleguemos a la ciudad.