BESTE SÜNDE || SEULRENE G!P

Vierzehn

[A la mañana siguiente]

Me removí un poco y note que aun tenía a Joohyun entre mis brazos, creo que todo fue un sueño pues ambas traíamos puesta nuestra pijama, me paré con cuidado y fui hasta la mesita de noche, eché un vistazo a mi celular y...

—¡Joohyun!...¡Joohyun!... ¡Joohyun levántate!

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué pasa?

—Pasa que son las 7:25 , acabamos de saltarnos la primer clase y si no llegamos a la segunda hora Chungha nos va a matar —Alce un poco la voz, en cuanto termine de informarle que se nos hacía tarde para las clases comenzó a reír

—¿De qué te ríes?—Enarqué una ceja al preguntar

—No me digas que dormir conmigo provocó que tuvieras sueños húmedos...—Volvió a reír, al no entender nada bajé la mirada pues Joohyun no paraba de analizarme de pies a cabeza

Cuando por fin noté a lo que se refería corrí rápidamente al baño, Por dios, mi miembro estaba completamente erecto y duro, no sabía que hacer, y Joohyun no ayudaba en nada, solo lograba ponerme aun mas nerviosa.

—Yah! Seulgi-ah! Sal del baño, necesito tomar una ducha...

—Dame unos minutos—Tomar un baño era la solución, así que me di una ducha rápida, salí cabizbaja y esperé que Joohyun estuviera lista.

[...]

Durante todas las clases no pude ver a Joohyun a los ojos, me sentía tan apenada que no sabía como llevar este asunto.

—Seulgi, has estado muy callada todo el día, si es por la cuestión de esta mañana no te preocupes, solo bromeaba, pero por favor, no estés enojada...me haces sentir mal

—No estoy enojada Irene, estoy avergonzada...

— Bueno, ya no lo estés...Somos amigas Seul, entiendo que estas cosas le pueden pasar a cualquiera

—No a cualquiera, solo a aquellos quienes tenemos pene ...—Suspiré

—Anímate, ¿Recuerdas lo que dijo yeri acerca del día libre que tendremos?— Preguntó Emocionada

—Si, ¿Por qué?

—Resulta que será mañana y escuché que los del ultimo grado organizaran una fiesta cerca de aquí, vayamos juntas—Me propuso

—No creo que sea buena idea...además, al día siguiente hay clases—Hice una mueca de disgusto pues no quería perjudicarla

—Vamos, ¿No fuiste tú quien dijo que no podía esperar a que llegara este día?—Asenti—Ahí esa, tu deseo se cumplió, anda, vamos...por favor—Hizo un tierno puchero al que no me pude resistir

—Bien, pero regresaremos a las 12, no quiero que nos metamos en problemas