Otabek esta solo, consiente de su destino, un gran mago de el será y poderoso sin igual, pero la soledad que está con el es un arma de doble filo, qué tan dispuesto esta vivir con ella?
Yuri esta solo, olvidado a través del tiempo por todo aquel aje...
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Sobre el agua que parecía congelada en esa parte, pudo ver a la criatura mas hermosa que jamas hubiera visto.Sus cabellos como el oro,su piel pálida, su figura tan esbelta y delicada, sus movimientos tan fluidos y mágicos, tenia los ojos cerrados pero no dudaba que era a el a quien había visto hace unos días, y que era a el a quien había llamado la otra noche. Era a el a quien le pertenencia su corazón desde que lo vio.
Ninguno se percato de cuanto tiempo había pasado, entonces paro. El joven que había estado bailando sobre el hielo, patinando, paro, abrió los ojos y lo vio. Lo primero que vio fueron sus ojos, el sabia que era el, lo supo cuando ambos se encontraron con la mirada.
Se observaron por lo que parecía horas, perdiéndose en el mar de sus ojos, esperando un movimiento del contrario, sin embargo, sin que ellos lo notaran realmente, sus cuerpos se acercaban, anhelando un toque, porque ya se habían reconocido. Pero a pesar de estar viéndose como solo los amantes prohibidos saben hacerlo, un grito interrumpió bruscamente su conexión. J.J apareció de la nada, llamando a su amigo, puesto que traía nuevas noticias sobre la gran fiesta que se celebraría en el palacio del Rey, tan pronto como se escucharon sus pasos más cerca, el hada salió corriendo para esconderse y Otabek quiso matar a su amigo, por la gran estupidez que habia cometido; apenas lo tuvo a un lado, le golpeó la cabeza con fuerza y camino alejándose de él.
J.J estaba confundido por la actitud de su amigo, busco algún indicio de lo que habia pasado y encontró un pequeño pedazo de tela, muy similar al que le habia enseñado Leo y se dio cuenta de que Otabek estaba con esa hada. Corrió en busca de su amigo, hallándolo sentado bajo un árbol y viendo el cielo, mientras soltaba un suspiro.
-Otabek, lo siento, no quería ser inoportuno.
-Ya no importa.
J.J se sintió mal por ser un mal amigo, Otabek tenía una mirada de nostalgia, como si extrañara algo, y todo habia sido su culpa, si él no hubiese sido inoportuno, su amigo estaría feliz.
-¿Que tan importante es para ti?
-No lo sé.
-¿Fue quien entro ese día?
-Sí, fue él, estoy seguro.
J.J le entrego la capucha de tela brillante, se despidió y salió corriendo de allí, no quería causar más molestias, ni decepciones, pidiendo con todo su corazón que se volvieran a encontrar.
Por otro lado Yuri habia maldecido a J.J, pues habia interrumpido su momento con Otabek, sabía que ese hombre solo arruinaba buenos momentos, apretó los puños y decidió ir en busca del kazajo para hablar con él, quería estar junto a él, sentirlo y amarlo. Su mundo era muy distinto al de los simples humanos, el cómo hada podría encontrar a su alma gemela y ese era Otabek Altin. No iba a permitir que los separaran, no de nuevo, aún recordaba la última vez, aún recordaba su calor y su cariño. Habia pasado tanto tiempo desde ese día, pero no ocurriría de nuevo, esta vez el destino se podía ir al carajo, él ahora era dueño de su destino, y como su dueño haría todo por estar junto a su alma gemela.
