Otabek esta solo, consiente de su destino, un gran mago de el será y poderoso sin igual, pero la soledad que está con el es un arma de doble filo, qué tan dispuesto esta vivir con ella?
Yuri esta solo, olvidado a través del tiempo por todo aquel aje...
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Sentía un ardor terrible en el brazo, se movió de lado y sintió algo que no le dejaba moverse, volteo y pudo ver entre las cobijas una melena rubia, y una pierna que se asomaba y le pasaba por encima del torso. Estiró su otra mano, la que no estaba apresada por la rubia cabeza, y le quitó el cabello del rostro. Tan cerca, que podía ver una a una sus pestañas, y sus labios entre abiertos. No supo cuanto tiempo pasó observándolo, viendo cada delicado rasgo, y como su piel contrastaba con la de el. Entonces la cosa rubia se movió, y abrió los ojos, le sonrió dulcemente mientras se encogía más en su lugar, como intentado fundirse a el.
-Buenos días
El kazajo sonrió y le contesto- más bien buenas tardes
el rubio levantó la cabeza y se volvió a esconder tras el moreno por la luz, y se percató de que su brazo y hombro estaban rojos. Otabek le vio y le sonrió, para pasar su mano por encima de la quemadura que el sol le había provocado, mientras recitaba un pequeño hechizo, y veía como desaparecía la marca.
el rubio sonrió y se sentó en la cama, vio todo por un largo rato y después volteo a ver al moreno, quién le veía embelesado, el se acercó y se acostó otra vez viéndolo durante un momento. Después de un rato ambos se levantaron y bajaron a desayunar, el kazajo hizo el desayuno, pues Yuri no tenía idea de cómo usar las cosas ahí, si bien eran parecidas a las que el usaba, no era lo mismo, y se divirtió viendo como el moreno se movía por la cocina. Al poco rato estaban sentados comiendo una ensalada y algo que parecía emular la carne.
El moreno le veía a ratos mientras comía, y recordando algo importante decidió preguntar.
-En dos días se hará una fiesta en el castillo- El rubio le miró para que supiera que le escuchará, el moreno suspiro y continuo - todos deben llevar acompañante
Yuri seguia sin entender a que iba y asintió.
-yuri... ¿quisieras ser mi pareja del baile?
El rubio sonrió ampliamente y asintió mientras tenía el bocado en su boca, cuando lo paso hablo- me encantaría... no había ido a esos bailes nunca
Otabek se sentía privilegiado de escucharle decir eso, pues era la primera vez del de mirada esmeralda y el tendría el honor de llevarle y poder presumir le ante todos.
Estaba anocheciendo cuando terminaron de comer y habían lavado todo. Ambos estaban jugando como si se conocieran de toda la vida, porque así lo sentían. Entonces Yuri se dió cuenta de lo tarde que era y volteo a Otabek que se estába limpiando las manos con una trapo.
-Beka...
el moreno volteo, sorprendido y contento por el mote que le había dado - si?
-es tarde... debo volver
la sonrisa del de mirada chocolate se fue bajando, hasta desaparecer y solo atino a asentir, no quería que se fuera, no ahora que al fin le había encontrado
-hey -el rubio se acercó y tomo con sus manos su cara y el kazajo tomo sus manos sin quitarlas de ahí -voy a volver... mañana, lo prometo
el kazajo asintió y suspiro mientras le abrazaba, le dolía que se fuera, pero sabía que no le engañaba, una parte en su interior lo sabía, solo le quedaba confiar en su hada.
Estuvieron así por un rato, el moreno abrazándole y el rubio con la cabeza enterrada en su pecho, después de un momento se separaron y se dirigieron a la puerta, el rubio antes de irse se puso de puntillas y le dió un beso en la mejilla, prometiendo volver al día siguiente.
El kazajo le regaló una sonrisa, y le prometió esperarle. Ambos se despidieron y el rubio salió, adentrándose en el bosque, con sus alas brillando, mientras se perdía hasta que el moreno dejó de verle, y sonrio.
Se adentro en su casa y escribió en un pergamino, al poco rato le llegó la respuesta, y en unos minutos tocaron a su puerta.
-perdon por lo de ayer
-no te preocupes pasa - Otabek se hizo a un lado haciendo pasar a JJ, quién se sentó en uno de los sillones
-estuvo aquí?
-si... acaba de irse en realidad
-uuu pillín, no te hacía así ota
-deja de jugar JJ, lo invite al baile
-espera... hablas del que se hará en el castillo?- el kazajo asintió y JJ se levantó como resorte y fue hacia el dándole un abrazo y tomándolo de Los hombros- yo sabia! Mila se pondrá celosa jaja, pero lo más importante es que al fin podré ganar la apuesta con Isabela
el kazajo alzó una ceja después de separarse - que apuesta?
-bueno... yo le dije que este año debías encontrar a la persona indicada, y ella estaba segura que seguirias como antes, siendo el malumorado cascarrabias hermitaño que nunca va a las fiestas, peeeero esta vez gane yo!
otabek y JJ siguieron platicando hasta que era bastante tarde y el tuvo que irse de nuevo a su casa, claro, después de cenar y que Otabek jurara que mañana le presentaría al hada.
El moreno no podía sentirse más feliz, se acostó y vio como en la cama había quedado una especie de polvillo donde antes el rubio había estado acostado. Sentía un vacío ahí, pero aún se sentía contento, eufórico, al fin había encontrado a su destinado, y viendo a la luna agradecía a esta y a todos los dioses por ellos. Ignorando que en otro lado, el hada hacia lo mismo, mirando a la misma luna, y siendose el ser ferico más feliz de todos.
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Hola!!!!! No tienen idea de cuánto lamento apenas actualizar, la verdad es que no había tenido ganas de escribir, y soy creyente de que si escribo, debe quedar perfecto, no solo escribir por escribir. Intentaré ser más constante, apenas me está volviendo la inspiración, e intentaré que crezca para poder escribir más seguido.
