-Espero que te la hayas pasado bien, a pesar de...
-No lo menciones -rechazó el torpe intento de disculpa y exhaló para continuar- estamos bien, solo, quiero que esté clara nuestra relación.
-De acuerdo... amigo -confirmé para guardar silencio por unos segundos, Tweek frotaba sus manos con desespero, seguro estaban heladas, momentos antes me había regresado los guantes a pesar de haberle rogado que los conservara, se negó- ¿seguro que quieres que te deje aquí?
-Estaré bien -tomó su maletin colocandoselo en el hombro en el acto y abriendo la puerta del copiloto para así salir del auto- aun tengo tiempo de ir a casa de mi madre.
-Bueno, espero vernos pronto -le mencioné a aquella figura delicada y delgada que asomaba su rostro en la ventana- me gustó compartir tiempo contigo al fin, ¡ah! No olvides a Jeremy -estiré hasta la puerta el peluche, Tweek lo tomó entre sus brazos.
-Cuidaré bien de él -acompañó esto de una graciosa sonrisa- Aun no entiendo esa insana obseción que tienes hacia mi -se frotó el puente de la nariz para parpadear con desespero- pero me alegra de alguna forma que ahora seamos amigos -reafirmó el tirante del maletin sobre su hombro.
-A mi me sorprende que despues de todo no seas un amargado de mierda a como lo aparentabas -reí malisiosamente para ganarme un chasquido de lengua amargo- adios Tweek.
-Adios Craig.
El rubio se fué alejando de a poco entre el bullicio de gente, el ruido de la calle combinado con el frío me traían recuerdos de South Park y de mi infancia, donde las guerras de nieve, los abrigos aparatosos, gorros de felpa y lana reinaban en el día a día, y casí obligandome a recordar, forzaba a mi cerebro a que tuviera algun flachazo sobre Tweek, donde el hubiera significado algo entre mis vivencias, pero no era así.
Lo unico que podía recordar, era aquella mirada, aquellos ojos preciosos, por supuesto, aun a esa edad no estaba seguro sobre lo que me gustaba o no, pero definitivamente esos iris verduzcos me habían parecido los mas hermosos que había visto en mi corta vida, si hubiera sido mas inteligente, no habría dudado en acercarmele, pero me distraje, y olvidé a ese chico pequeño y rubio entre mis lagunas mentales, enterrandolo casi definitivamente en mi subconciente.
Aunque ese color, esos ojos tan intensos pero cansados, debiles, inocentes, algo me transmitian, tan fuerte que siempre los estuve buscando.
Y los encontré
Ahora el verdadero problema, no era el encontrarlo, el problema es que, Tweek estaba herido, evitaba de todas las formas el amor, al inicio pensé que solo yo era el desafortunado desmerecido de su afecto, pero no, esas palabras...
"no me gustan los hombres, no me gustan las mujeres, NO ME GUSTAS TU, y espero esta vez lo entiendas"
No era solo yo, eran todos, sentía la obligación de indagar y entenderlo, desde que se fué de South Park en su infancia, tal véz solo las cosas empeoraron para él, en lugar de mejorar.
《...》
-Entonces el chico no es un amargado despues de todo -soltó al aire mi mejor amigo de toda la vida; Clyde, naciendole una mueca de incredulidad en el rostro.
-No, de hecho, es sumamente agradable -tomé de la repisa unas tijeras enormes que usabamos para darle forma a el papel para embolver flores, al acercarme a Clyde me había ganado una desaprobatoria mirada.
-Jesus, ahora me dirás que valió la pena todas esas humillaciones a las que te sometiste ¿cierto?
-No, bueno, no lo sé, es que, el es tan especial... ¡Cierto! -exclamé con ahínco- tu ¿tu lo recuerdas?
-¿Recordar que?
-A Tweek, él me comentó que ibamos juntos, a la primaria de South Park.
-¿Él tambien es de South Park? -el castaño dejó lo que hacia para fijar su completa atención en mis palabras- ¿Tweek?
-Si, el nos recuerda Clyde, él estaba enamorado de mi, o algo así quiso decir -mencioné titubeante.
-Já, osea que si tu te hubieras decidido de tu orientación sexual desde ese entonces tal vez y ahora serían una pareja feliz -bromeó con cizaña para volver a alejarse.
-No bromees Clyde, entonces ¿lo recuerdas? -pregunté esperanzado, el castaño sonrió ladino disfrutando mi obvio desespero.
-Creo recordarlo, bueno, había un chico que siempre nos seguía, no sé si era el único que me daba cuenta de ello, pero, para mi no era nada relevante, y tambien recuerdo que ese mismo chico cada show de talentos tocaba el piano, pero bueno, tu no estabas, no sé si recuerdes que tu y Token se escapaban del show para...
-No -carraspeé avergonzado- una puta vez, solo una -señalé con el dedo indice silenciando al otro- y lo hizo de favor, quería estár seguro de que realmente me gustaban los hombres, y tu no fuiste de mucha ayuda.
-No iba a besar a mi mejor amigo -aclaró- que asco, Token fué valiente -rodó los ojos para resoplar, tomó asiento en el borde de la escalera que teniamos para alcanzár las flores mas altas- pero si, ahora que lo pienso bien, ese chico timido, rubio y nervioso es Tweek, toca muy bien el piano ahora que lo recuerdo.
-Pfff... ¿porque era tan estupido?
-¿Eras?
-No ayudas Clyde -refunfuñé molesto- siempre estuvo ahí, pude haber escuchado su musica, su voz, tal vez, se sentía tan solo que nos seguía, él solo quería amigos...
-Si si si, no te tortures, el hubiera no existe, y si ahora se reencontraron tal vez es por algo -mencionó encogido de hombros.
-El problema es que él ahora no quiere nada, ni conmigo ni con nadie - estaba frustrado, me sentía culpable, no era para menos.
-Te conozco -sonrió de lado- sé que eres alguien de objetivos, si no te rendiste antes, no te rendirás ahora, investiga, sé su amigo, platiquen, tal vez, y te ganes su confianza.
-Olvidaba por que eres mi mejor amigo -correspondí la sonrisa y empuñé la mano para golpear levemente el hombro ajeno.
-Conquistalo y luego me agradeces -finalizó altivo.
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El cuarto café de la avenida [♡Creek♡]
FanfictionHISTORIA PAUSADA El fin de la estación había llegado, y los vibrantes recuerdos volvían a mi memoria, regresaban a despedirse de esa persona que me amó.