Llamada

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-Hola Pip

-¡Hola Craig! Bienvenido -saludó con calidéz- ¿Deseas ordenar algo?

-En realidad venía a saludar a Tweek, pero, no lo ví llegar esta mañana -comenté tomando asiento en una de las sillas altas de la barra- ¿Vino a trabajar?

-Oh... no, Tweek está ausente por hoy -admitió- pero... creo que puedo darte su numero telefonico.

-¿Crees que le moleste si le llamo?

-No lo sé, espero que no -rió encojido de hombros.

-¿Y sabes porque hoy no se presentó a trabajar?

-Bueno, él está enfermo -confesó cabizbajo- aunque estoy seguro que mañana estará mejor.

-Cielos, creo que Tweek se enferma muy seguido -dudé de las palabras ajenas y enarqué una ceja para demostrarlo- ¿Y como es que le dan tantos permisos para faltar?

-Eso no debería de importarte -el rubio otorgó una disgustada mirada a mi presencia y rodó los ojos para exhalar- esta cafetería es de mi novio -bufó resignado.

-Ah... olvidaba que tambien eras del mismo bando que yo -agregué nervioso en un murmullo- es que luces tan pequeño.

-Tengo 19 años, soy mayor de edad -frunció el entrecejo- sé que paresco mas pequeño pero ya soy un adulto.

-Si por supuesto eso no lo dudo...

La campanilla de la puerta principal se hizo sonar, tras esto unos pasos sobre el piso laminado se escucharon, para llegar hasta donde nos encontrabamos.

-Pip... -llamó la presencia con una voz peculiarmente masculina y elegante, giré para divisar a un hombre por demas alto, portando una camisa y pantalones de vestir  completamente negros, en su mano llevaba una chaqueta que combinando con su vestuario, tambien era negra.

-Hola Damien, no pensé que vendrías hoy -mencionó tenso el ingles.

-Si, yo tampoco -el hombre tornó su mirada sobre mi, sus ojos eran jodidamente escalofriantes y rojizos- hola, soy Damien -saludó gentilmente extendiendo su mano, correspondí el saludo, aun así había algo tetrico en él- me imagino que eres un amigo de Pip.

-Supongo que si -dudoso de la situación miré de soslayo a Pip, el cual efectivamente estaba mas que nervioso.

-Bueno, los dejo terminar su platica, estaré atras -terminó Damien apartando su sofocante mirada de sobre mi y sus pasos lo llevaron lejos de donde nos encontrabamos.

-¿Que fue eso? -indagué angustiado- ¿Él es...?

-Si, el es mi novio -sonrió nervioso y con alerta de no ser escuchado- Damien, dueño de esta cafetería.

-Aaah... no es por juzgar su relación ni nada de eso, pero te noté tenso ¿Estás bien?

-Lo estoy, no te preocupes -seguía manteniendo la falsa sonrisa nerviosa- solo que él... es un hombre celoso.

-Oh, entonces, no quiero causarte problemas Pip ¿quieres darme el numero telefonico de Tweek?

-¡Claro! Te lo anotaré en un papel.

                     《...》

3 llamadas eran suficientes para entender que Tweek no contestaría su telefono, por supuesto que podía llamar mas veces, pero el estigma de "intenso" apenas me lo estaba quitando de encima.

Aun la situación me parecía un tanto extraña, pues ¿como era posible que Tweek enfermara tan seguido? ¿Había algo mal en él? ¿O era algun extraño pretexto para no asistir a su trabajo?

No tendría que importarme, pero fatidicamente me importaba, ese pequeño rubio me importaba mas de lo que deseaba.
...

-Estoy bien...

Dijo desde el otro lado de la linea.

Ya había anochecido, estaba en mi apartamento, acababa de salir de la ducha cuando escuché el timbre proviniente de mi telefono, corrí a atenderlo aun cubierto apenas con una toalla "podía ser Tweek" pensé.

Y si, su voz inconfundible apenas y esbozo esa frase... estaba bien.

-¿Seguro? Estaba preocupado por ti, es decir... estoy preocupado por ti.

-Acabo de llegar a mi casa, y vi 20 llamadas perdidas de un numero, supuse que era tuyo.

Lo admito, lo llamé mas de 3 veces...

-Aaah, lo siento, creí que cargabas con tu celular -atiné a decir- Pip me comentó que...

-¿De nuevo fuiste a hablar con Pip? -su voz sonaba molesta.

-Estaba preocupado por ti ¿que querías que hiciera? -si, reclamé, pensé que él debería de estár agradecido.

-No dejaré que seas autoindulgente contigo mismo, aceptalo, rayas en el acoso -replicó subiendo el tono de voz.

-Creo que... tienes razón.

-Mira -exhaló para tragar saliva- ven, te enviaré mi dirección por mensaje.

-Aaah -solté dudoso- ¿Estás seguro?

-Si, solo ven, hay algunas cosas de las que tenemos que hablar.

-[...]

-¡¿Está bien?!

-¡Sí! Si si si... enviame tu dirección, ahí estaré -contesté nervioso.

Creo que... había formas mas sencillas de pedir sexo casuál.

Apenas y me envió la dirección salté a vestirme, peiné mi cabello y lavé mis dientes...
Y mientras realizaba lo que para mi ya era rutina, me atacó de sorpresa una sensación... una sensación que tenía años sin experimentar.

Tweek me gustaba, me gustaba ahora, su dorado cabello, sus adorables pecas,  sus ojos tan verdes me recordaban a aquellas plantitas que mi madre regaba con dedicación y amor, estaban dentro de nuestra sala de estar, pues afuera en el crudo frio jamás hubiesen sobrevivido, aun así, nuestra calidéz las mantenian vivas, y los cuidados de mi madre las mantenían rebosantes, entonces, instintivamente ver el color de sus ojos me hacían sentír en casa.

Pero... antes de él, hubo una persona, que me había hecho sentír ese extraño sentimiento que justo en el momento reinaba y controlaba mis emociones... Thomas.

Maldito Thomas... siempre pensé, desdé la primera charla que tuvimos, que eras genial, no tardó mucho tiempo para que cayera rendido a tus pies, si que me gustabas...

Pero tenías que rompér mi corazón.
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¡Hola! Solo quería comentarles que esta historía ya va por la mitad mas o menos xD siempre tuve pensado que este fic sería muy corto, y quiero mantenerlo así, por unos días pensé en alargarlo pero no, mejor que se quedé como lo pensé desde un inicio 💖

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⏰ Última actualización: Dec 21, 2018 ⏰

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El cuarto café de la avenida [♡Creek♡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora