Amor de dos, dividido entre el miedo y el no tomar riesgos, amor que se da a dos, uno entrega el cuerpo y a otro el alma.
Ese amor que dejaste en mis brazos y dejaste al tiempo, de dos , porque me das una parte y la otra la divide entre el destino y la vida, esa que se te va cuando finges estar bien entregando minutos que no volverás a recuperar.
La culpa es mía por conformarme con la mitad de amor que te sobra, aún sea sincero y desde el alma, esa mitad que me tiene atado, sin darme cuenta, esa que tarde o temprano termine dejándome con el corazón en descubierto y puede que después y no quede ni un cuarto de amor para entregarme, porque a fin de cuentas terminarás por elegirlo a él.
Debería dejarte ir o deberías dejarme ir, porque con este poco que me das, ese que te sobra, no sé si me salvas o me matas como dosis de cuenta gotas.