Sin saberlo

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Los personajes no me pertenecen exclusivamente a sus creadores. Minific con motivo de noche de brujas y día de muertos.

Don o maldición de luna llena

Candice White... vive en un pueblo cerca de Lakewood. Vive en una cabaña cerca de un bosque, vive aislada de toda civilización. Aunque el pueblo más cercano no se encuentra tan retirado del lugar que ella habita. Había decidido poner distancia a la gente que la rodeaba dado que se sentía que era un peligro para la sociedad o por lo menos de las personas que la rodeaban. Su infancia había sido muy triste dado que sus padres murieron en un accidente, cuando apenas tenía dos años de edad, quedó a cargo de una toda hermana de su padre Doroty, pero desgraciadamente falleció hace unos meses, sumiendola en una gran tristeza.

Pero el problema no es lo sola que ha quedado, si no lo que le pasa ha ella desde que tenía seis añitos. Candy no sabía en ese entonces que era una niña especial. Poseia una especie de don o maldición. Su tia Doroty, lo llamaba don, pero no siempre terminaba bien lo que acontecia cada que deseaba algo. Lo que fuera lo obtenía... pero no algo como de que, quiero un helado, pastel, una casa o cualquier cosa material y por arte de magia aparece. No, así no funcionaba. Era mas bien sus deseos emocionales. Más específico lo que deseaba cuando algo la molestaba o la enojada... lo que deseara en ese momento al calor de la ira sucedía sin poder evitarlo. Así que no se le podía llamar don, si no todo lo contrario, era una maldición.

Candy se encontraba en la cabaña, escribiendo había estudiado filosofía y letras, le gustaba escribir, tenía infinidad de libretas y cuadernillos llenos de historias, que había inventado desde hace tiempo, pero jamás se atrevía a dar el gran paso y los pudiera publicar. Afortunadamente sus padre eran ricos y al morir la dejaron muy bien respaldada su tia había hecho una excelente administración al ser la albacea, Candy al cumplir ya la mayoría de edad se pudo hacer cargo de su herencia y propiedades, está cabaña una de ellas... las demás residencias se encontraban en Chicago. Así que podía estar desempleada no necesitaba el dinero. No podía convivir con los demás y pasar por alto injusticias y no querer cobrar revancha.

Tenía seis años cuando sucedió por primera vez, pero no dio importancia dado el hecho de que era muy pequeña... pero fue hasta a la edad de doce años que supo lo que podía hacer... fue en ese entonces que supo que los días de luna llena si su carácter se ponía a prueba todo podía suceder.

Candy se aislaba de toda civilización los día de luna llena, como ahora, por eso se encontraba recluida en esta propiedad. A la luz del fuego de la chimenea se encontraba Candy en compañía de su adorada mascota un hermoso mapache.

- Clean... pero, ¿qué haces? Mira nada mas lo sucio que estas. Dijo Candy sonriendo. Clean se retorcio de gustó. Candy lo encontró hace tiempo y lo adoptó como mascota. Candy concentrada en su escritura sin querer pensó en el motivo de su estancia en el lugar. Su Don o maldición en un principio le gustó, pero después de las concecuencias ocurridas le angustiada poseer estos dotes.

Recordó cuando a los seis años deseo con todas sus fuerzas que aquel chiquillo grosero le sucediera lo mismo.

Flash back

Candy era una niña muy tierna y risueña, le gustaba jugar a las muñecas, no tenía amiguitas dado que le hacían burlas por ser huérfana... asi que siempre jugaba solita, estando en el recreo jugando con su muñeca favorita, llegó Niel Leagan un compañero de la escuela, era un chico odioso y siempre la molestaba, le halaba el pelo, la empujaba en varias ocasiones la tiro tiró al piso logrando que se ensuciara de lodo o se lastimara, Candy se aguantaba pero ese dia había tomado su muñeca favorita.

- Miren nada más quien está aquí... la cara de huevo de cocona. Dijo burlón Niel mientras le arrebataba su muñeca. Candy se asustó.

- Devuelveme mi muñeca por favor... balbuceo Candy con miedo. Niel se carcajeo.

MALDICIÓN DE LUNA LLENA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora