MALDICIÓN DE LUNA LLENA

Amor de Luna llena parte 1

Los personajes no me pertenecen exclusivamente a sus creadores. Mundo alterno época actual. Historia irreal y fantasía con un toque paranormal.

Amor de luna llena parte 1

Candy había conocido a Albert en la Universidad, el estaba estudiando la carrera de veterinaria zootecnista, al verlo por primera vez todo su cuerpo reaccionó a él, su corazón acelerado, su estómago con un mar de mariposas, un hombre tan gentil y educado, demasiado atractivo, alto, rubio y con bellos ojos azules, su mirada era tierna y sincera. Siempre alegre y lleno de optimismo. Coincidían en un par de clases, demasiado inteligente.

Su primer encuentro fue en la biblioteca, Candy buscaba unos libros para una tarea, no los podía alcanzar, pero no quería ir por la escalerilla para poder subir y alcanzarlos. Estaba trepando entre los anaqueles, estaba apunto de caer.

- Estoy apunto, casi lo logro, ¡auch! ¡No, voy a caer! Pero en ese momento sintió que unos brazos la tomaban por la cintura. Candy se quedó paralizada, volteó y lo vio ahí detrás de ella a un guapísimo chico.

- Cuidado pequeña. Dijo una voz dulce. Candy se bajó de ahí.

- Dejame te ayudo, necesitas estos ¿libros? Dijo bajando tres libros. Candy sólo pudo asentir.

- Mira, ten tomalos. Dijo extendiéndo los libros Candy los tomó.

- Gracias. Apenas contestó en un hilo de voz.

- No hay problema. - ¿Qué estudias? Preguntó con una linda sonrisa. Candy quedó embelezada, con la boca abierta.

- Este, estudio... ¿Qué estudio? Así, estudio filosofía y letras. Albert seguía con esa linda sonrisa.

- Que interesante, pero no me sorprende, tienes una mirada intelectual, una mirada de que te gusta leer demasiado. Candy asintió.

- Sí, me encanta hacerlo. Candy salió de su estupor y correspondió a esa bella sonrisa.

- Tú, ¿Qué estás estudiando? Preguntó Candy mientras caminaba hacia su mesa donde estaba estudiando, este chico bello la siguió.

- Yo estoy estudiando la carrera de veterinario zootecnista. Contestó Albert sentándose con ella en su mesa.

- Es una carrera muy interesante, te deben gustar los animalitos ¿verdad?

- Así es, aunque mi padre está que no lo cree, él tenía otros planes. Contestó.

- ¿Así? ¿Qué planes tenía para ti? Preguntó curiosa. - Claro, si se puede saber.

- Claro que puedes saber, el quería que estudiara Administración de Empresas, el quiere que dirija sus negocios, pero yo tengo mis propios planes. Comentó. Candy sintió una profunda admiración por este chico, le parecía tan centrado, sabía lo que quería. Se quedaron viendo fijamente. Sus miradas conectaron, Candy.

- Pero, que despistado, no me he presentado. - Soy Albert... bueno William Albert Andrew, pero para ti sólo Albert. Dijo Albert extendiendo la mano.

- Yo, soy Candice White, pero me puedes decir Candy. Contestó estrechando su mano. Su cuerpo se estremeció a tal grado que sintió una mezcla de sensaciones que no pudo descifrar, emoción, alegría, miedo, excitación.

A partir de ese momento se hicieron muy buenos amigos, aunque sus clases no les permitían verse seguido, acordaron verse todos los viernes después de clases, salían a caminar, estudiaban juntos, paseaban en parques, salían al cine, a comer, la pasaban muy divertidos, Candy pudo darse cuenta de lo maravilloso que es Albert, un ser honesto, caballeroso y divertido, con sus carácter y sus detalles no fue difícil caer rendida ante él. Aunque Candy se mantuvo firme en no volver a entregar su corazón. No pudo evitar, enamorarse de Albert. Pero su promesa de no ceder ante esos sentimientos, siempre se mantuvo a raya y dejaba claro que sólo eran buenos amigos.