Capitulo 3

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-¡Corre!

Llegamos al autobus justo antes de que arranque y subimos. Le doy las gracias al conductor y pago los dos viajes 2.80€, los 20 centimos que sobran los meto en el bolsillo pequeño del bolso que seguro que termino perdiendo.

- Si te soy sincera no tengo ni puñetera idea de donde va esta linea, nunca la he cogido.

- ¿Porque me has hecho correr entonces?

- Porque hoy no tengo ganas de pensar. Quiero perder la nocion del tiempo y con tu compañia es inmejorable.

Cuarenta minutos despues le despierto, es normal que se haya dormido ya que el viaje hasta mi casa no habra sido corto y conociendole no habra pegado ojo por los nervios.

- Eh mi amor, creo que tenemos que bajar pronto.

El paseo ha sido ideal, hace buen dia pero no tanto calor como para agobiarte mientras caminas. Hemos ido de la mano, sabe que me encantaba ir por la calle cogidos de la mano y por eso lo hace. Hemos visto a un monton de niños pequeños jugando mientras uno se enfadaba porque otro no queria ir a los columpios con el ya que parecia divertirse mas con un balon. Me han hecho mucha gracia porque cuando era pequeña eramos tres amigas y yo siempre discutia con una de ellas porque ambas queriamos mandar y nunca nos poniamos de acuerdo. Preciosa etapa la niñez, cuando tus preocupaciones son mas bien nulas.

Nos sentamos en el cesped y apoyo mis piernas encima de las suyas. Me enciendo un cigarro y creo sinceramente que nada  puede estropear ese momento. Es mio y suyo, es nuestro y de nadie mas.

Noto algo suave en los labios y abro los ojos.

-No soy la bella durmiente tonto -digo riendo a lo que el contesta

- Veo que no estabas dormida si no me hubieras pegado o gritado. -Rie.

- ¡Eh, te odio! yo jamas hago eso. ¡Soy la persona mas amable del mundo cuando me despierto!

- Puede que si pero no cuando es otro el que te despierta. -me guiña un ojo.

Me siento encima suyo y le abrazo. Ojala no se separara de mi otra vez.

Es tarde y tenemos hambre asi que compramos un helado en un puestecito que hay al lado. Yo de galleta y chocolate blanco y el de chocolate. "Lo de siempre". Bueno, mejor dicho "Lo que siempre soliamos pedir cuando ibamos a la heladeria de paredes blancas, techos altos y lamparas preciosas que habia cerca de la iglesia."

Me acerca su vasito ofreciendome porque sabe que me encanta comer de su helado tambien. Nunca he entendido porque los helados son de una, dos o tres bolas. ¿Por que no pueden ser de dos, cuatro o seis mini bolas? No se que pensara el resto pero yo siempre me quedo con ganas de probar algun sabor mas. Tambien hay que pensar que esas personas que se pasan media vida pensando de que quieren el maldito helado igual necesitaban una cama y todo para poder disponer del tiempo necesario que una decision tan importante requiere. No, en serio, a veces me dan ganas de pegarles un empujon en el brazo y gritarles algo como "¡Quieres elegir el puñetero helado de una vez que me desnutro por momentos!" Pero si me pongo violenta me da mas hambre y esto seria un circulo vicioso sin fin.

La distancia no existe, son los padresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora