Capitulo 21

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- Anna, he quedado con estos ¿Te apetece venir?

- Si claro, pillo una sudadera y salgo. Esperame.

Cojo la sudadera gris, llaves, tabaco y movil. Me la pongo mientras abro la puerta y salgo.

- Vamos.- le digo sonriendo.

Pol es un buen tio, me cae muy bien. Han pasado varias semanas desde que lo conoci. Solo salgo de casa para ir a trabajar, al gym y alguna vez quedo con Terrie pero el resto del tiempo estoy en casa y muchas veces Pol viene a mi casa o subo yo a la suya.

Siempre he pensado que los tios son mas leales, que no fallan tanto. Cuando era mas pequeña pensaba que las chicas que siempre iban con un monton de tios era porque eran unas guarras y no tenian amigas porque se liaban con los chicos que les gustaban a ellas. Si, yo siempre tan clara y precisa.

Ahora que soy mas mayor me siento agusto entre chicos aunque siempre he tenido amigas a las que he querido y quiero mucho. Pero los grupos de chicos son mejores.

Andamos un par de calles y empiezo a tener calor asi que decido quitarme la sudadera. En ese momento se me sube un poco la camiseta y Pol me mira de forma rara.

- ¿Y eso?- dice señalando con sus ojos mi cadera. Su tono es un poco serio.

- Mi vida.- le contesto con tono bastante triste.

Ya no hablamos mas hasta que llegamos donde estan el resto de chicos.

Pasamos un par de horas sentados en un parque, echandonos unas risas. Algo tan sencillo. Estar con amigos y no necesitar ir al cine, a un bar o de tiendas, simplemente eso. Disfrutar de la compañia.

Llego a casa y son casi las once. Mi casa esta vacia y nada mas entrar y ver todas luces apagadas suspiro, no se muy bien si por descanso o por angustia.

Se que Pol esta solo asi que preparo una ensalada, caliento la carne que ha sobrado de comer y pido una pizza por telefono. Apago las luces y subo.

- Eh, ¿Y esto?- me dice con una sonrisa de oreja a oreja.

- Estoy hasta el pito de cenar sola, ya sabes.

Dejo todo en la mesa pequeña que hay enfrente del sofa y voy corriendo como si fuera una niña pequeña a la cocina.

- ¿Sabes que? Tambien he pedido una pizza.- Sonrio.

Se pone de rodillas rapidamente.

- Anna, ¡CASATE CONMIGO! ¡QUIERO ESTO TODAS LAS NOCHES DE MI VIDA TIA!

Me tiro en el sofa y no paro de reirme.

- No eres mas imbecil porque no se puede,  chico.

A los pocos minutos llega la pizza y comenzamos a cenar mientras vemos la tele.

En el momento que termino el ultimo trozo de queso de la ensalada Pol se levanta y recoge los platos.

- ¿Piti?

- Dame uno, me los he dejado abajo.

Salimos al balcon.

Los dos empezamos a hablar a la vez.

- Dime.

- No, dime tu.- dice.

- Lo que has visto esta tarde es un tatuaje que me hice hace tiempo.

- Entiendo. Si quieres contarme algo mas ya sabes.

- Es complicado. -Suspiro.

- Murio una persona muy cercana a mi y despues del entierro solo queria estar sola asi que comence a pasear por el cementerio. Me escucha atentamente para no perderse ningun detalle.

Le cuento todo lo que vi ese dia y, obviamente, Pol llega a las mismas conclusiones que llegue yo entonces. Me abraza fuerte y yo me dejo abrazar. Nos fumamos otro cigarro, esta vez en silencio.

La distancia no existe, son los padresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora