Capitulo 25

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Llevo un rato en la cinta, no soy consciente de cuanto. Mis piernas se siguen moviendo. La rabia me recorre todo el cuerpo. Ha sonado nuestra cancion. No es que Kyle y yo tengamos una cancion pero para mi siempre sera "nuestra canción". Tengo ganas de mandarlo todo a la mierda pero no lo hago. La velocidad empieza a reducirse, ha debido pasar la media hora. La cinta poco a poco se para. Bebo agua y me siento en el banco porque, como ya sabia, Jon llega tarde.

- ¡No fuerces tanto morena!- me dice un tio con sonrisa picarona.

- A chuparla.- le contesto mientras se aleja riendose.

Estoy de mala leche, no quiero que nadie me mire, que nadie me hable y mucho menos un gilipollas que no tiene nada mejor que hacer. Le miro mientras, me doy cuenta de que es el chico que se ha reido cuando yo estaba saliendo del vestuario. ¿Por que hay tanto inutil suelto?

Jon nos abre la sala y cogemos una tabla cada una mientras el pone la musica. Cuando acaba la clase me voy sin hacer los abdominales con la idea de ir al vestuario, descansar cinco minutos e ir a otra clase que hay a continuacion en esa misma sala pero al abrir la taquilla mando a la mierda ese plan. Cojo la toalla, chancletas, gel y champu y voy rapidamente a la ducha antes de que vengan todas las de step a ducharse cual manada de lobas hambrientas. No me gusta que me vean desnuda.

Me coloco la toalla en el pelo mientras me visto. Una chica me empuja y mi cara de pocos amigos debe decirlo todo porque al instante me pide perdon. Recojo rapidamente y me seco el pelo.

- Adios Barbie, ¡Que termines bien el dia!- le digo intentando ser mas amable de lo que me apetece ser en realidad.

- ¡Adios preciosa!

Salgo y hace frio, me gusta esta temperatura. Vuelvo a ponerme los cascos mientras espero en un cruce a que el semaforo se ponga verde. Los coches frenan y el semaforo esta a punto de cambiar de color. Miro hacia los dos lados antes de cruzar y veo a mi padre en su coche, no va solo. Me saluda con la mano y yo ni me inmuto.

Llamaria a Pol para cenar juntos pero no me apetece estar con nadie, ni conmigo misma. Entro en casa con los cascos todavia puestos pero ahora sin musica, estan en el salon asi que voy a la cocina y cojo lo primero que veo en la nevera, me hablan pero los ignoro. Me encierro en la habitacion y ceno sola, que triste.

Llamo al timbre y me abre la puerta.

- Hola-entro mientras me recojo el pelo en un moño mal hecho- no tengo tabaco ni ganas de estar sola en esa jodida casa. Freno cuando veo quien esta en el salon.

- Pero..

- ¡No me has dado tiempo a hablar! Iba a decirte que no estaba solo. Este es mi amigo...

- ¿Tu amigo?-le pregunto de forma sarcastica- Es un imbecil, no sabia que te juntabas con gente asi.

- Buenas noches morena- me sonrie.

- Pol, de verdad, este chico es todavia peor que tu cuando te conoci.- le digo ignorando totalmente al otro chico.

Me siento en el sofa y me enciendo un cigarro, lo apoyo en el cenicero para poder quitarme la sudadera.

- Anna, me he perdido. ¿De que coño os conoceis vosotros?

- Tu amiguito que estaba babeando conmigo en el gimnasio.- le contesto.

El chico mira a Pol.

- Oye tio que calladito te lo tenias eh, ¡una mujer con caracter! De estas ya no se encuentran. -rie.- ¿Sabes lo que me ha contestado la señorita en medio del gym? "A chuparla".- dice intentando parecer serio.

Pol no puede parar de reirse, se retuerce en el sofa. Salta sobre mi y me abraza.

- Mira tio, ella es Anna. Vive en el primero y lleva poco tiempo en la ciudad, es una tia de puta madre aunque creo que ya te lo ha dejado claro.

- A mi me llaman Ro, me apellido Romero y soy amigo de este pieza desde que eramos crios

- Hablas como si ya no lo fueras- le interrumpo.

- Ves tio, es perfecta-dice Pol a duras penas mientras se rie.

Me acerco y le doy dos besos.

- Empecemos de cero-me dice.

- Me parece bien- le contesto.

- Oye ¿Siempre contestas a todo el mundo tan borde como me has contestado a mi en el gimnasio?

- No. Solo a los babosos, a la gente repelente, a los que empujan, a los inutiles y a las demas tias del gimnasio.- contesto aparentando mucha seguridad en mis palabras.

- Entiendo.

La distancia no existe, son los padresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora