Julieta Wassler ha caminado por la vida sin rumbo fijo, solo sobrevivia un dia más para luego enfrentarse al mañana.
Ahora, todo a cambiado, su vida esta encadenada a un compromiso del que no puede escapar. Ella a cometido errores y tendrá que corr...
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Julieta habia sido la muchacha más hermosa y ruda del horfanato, habia tenido la gran suerte de haber echo amigos y a la vez enemigos, en este caso quien la encadeno a una vida de esclavitud fue alguien que no era ni lo uno ni lo otro.
_señorita, ¿necesita ayuda?_La azafata del vuelo se habia acercado a la unica pasajera que aún se mantenia sentada en su lugar, el avión estaba vacío y era sumamente extraño que alguien de primera clase se quedara congelado en su asiento. Al principio penso que la chica rubia ,sentada y muda, tenia cierto temor a volar pero ahora solo se habia quedado sentada mirando el suelo y seguia sin pronunciar palabra alguna, aún cuando la azafata se habia interpuesto entre la pared y ella cortando aquel punto imaginario que observaba.
_no...gracias_la azafata agradecio no tener que llamar a seguridad o ambulancia, en casos de resistencia o urgencia. La rubia se levanto, tenia la mirada perdida y dio unos pasos tan cortos que parecia estar yendo a la horca y alargaba el tiempo.
Bueno, tal vez no era precisamente eso pero de que su vida volvia a estar en manos de ellos le revolvia las tripas, aunque quisiera ya no podia decirle al piloto que subiera y la llevara a África.
Bajo los últimos escalones y camino por el tunel que la llevaria al aeropuerto. Seguramente un chofer estaria esperándolo o al menos eso deseaba, desde la última vez deseaba no volver a ver a sus padres adoptivos.
_Dylan_susurro mientras caminaba, sintio un pesar por la mala suerte del rubio, y peor aún se culpaba por ello.
Llego al final y vio que un hombre vestido de negro sostenía un letrero con su nombre: Brianna Hamilton. El Julieta habia quedado corto para el apellido de esta familia de renombre.
La rubia saludo al hombre y el solo asintio como saludó. Brianna no quiso discutir y solo lo siguió para poder retirar sus maletas, si fuera por ella tiraria esas petacas al mar y que se jodan.
-seguramente tiene prohibido hablarme, un hombre mayor asi jamas se fijaria en mi...siguen pensando que lo planee.
El hombre camino frente a ella para indicarle en donde estaba el auto. Sin más se subieron en completo silencio y así trancurrio hasta la llegada a la mansión Hamilton. Hogar de la familia con el corazón más grande, adoptaba niños huérfanos, le daban amor y cariño y por alguna casualidad al cumplir la mayoria de edad ellos se casaban con grandes empresarios o personas de gran nivel monetario, una enorme casualidad.
Las puertas de entrada se abrieron y el auto paso. Habia cambiado desde la ultima vez, el patio era más amplio, la casa acababa de ser pintada de un color blanco desechando el color salmon de las paredes, habia árboles de naranja cerca las paredes limitantes de la propiedad, aunque no era temporada para dar fruto en su lugar habian hermosas flores de un color rosado y blanco, un olor realmente encantador le saludo al salir del coche.
