4 | U n a n o c h e m u e r t a

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Si sientes peligro es mejor que bajes la cabeza.

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Siempre recuerdo la primera vez que lo conocí, Carlos Amaya, él niño que no creía en los cuentos de hadas.

Cuando era niña y apenas contaba con cinco años mis unicos amigos eran Jack, Melani, Samuel y Lorenzo. Eramos como una familia o al menos asi nos haciamos llamar, a todos le decíamos que eramos hermanos y tal vez por esa razón nunca me adoptaron de pequeña, ya que exigia que me adoptarán junto con todos ellos y claro...eso no pasaría.
Pero esa noche, la señorita McLaren, nos contó un cuento para dormir, era la historia tipica de cenicienta, era la primera vez que podía escuchar un cuento de parte de un mayor y como muchos de allí imaginabamos que esa señorita era nuestra madre.

Al terminar el cuento un niño preguntó_ ¿y vivieron felices por siempre? _yo fui la unica tonta que respondí con un fuerte _¡¡claro que sí!! _entonces un niño se levanto, tendria ocho años o tal vez nueve y entonces me dijo _los finales felices no exiten...de ser asi todos tendriamos padres y no exitirian los horfanatos _entonces vi el dolor en sus ojos, en ese momento quise que él tuviera un final feliz, quise verlo sonreir y tal vez por eso me empeñe tanto en amarrarlo hacia mi.

Era absurdo pensar que una niña de cinco años se haya enamorado por sólo un comentario hiriente y es que asi pasó...los recuerdos siguen intactos en mi memoria y clavado en el corazón.

Dejando de lado mi recuerdo tome la carpeta de mi supuesto futuro esposo. No le creia para nada las razones por las cuales querian emparejarme con alguien así.

Algo más estaban tramando pero seria obvio que no me lo dirian por las buenas.

Ethan Nolan era un ejemplo a seguir, me sorprendio el echo de que alguien quisiera deshacerse de alguien como él, pero si de algo me habia servido estos años era de no confiar solo en las apariencias.

Cerre el archivo y me acosté en mi cama viendo el blanco del techo. Debia planear mi plan y esperar al dia de la fiesta...y además cuidar que nadie viera lo que realmente tenia pensado hacer.

...


El dia llego y ahora, solo podia preparame para la noche.

El vestido dorado que se encontraba colgado en el espejo se veia tan perfecto, costoso, brillante y con un enorme escote tanto delantero como en la espalda.

Lo unico que me hacia sonreir era el echo de que cierta persona no estaría tan contenta de mi presencia, Margareth, eso era darle una bofetada directa a su mejilla.

Habiamos llegado al baile por separado, en cuanto mi madre me vio bajar las escaleras me quiso lo más lejos posible, me despedí de los gemelos y espere a una limosina de emergencia.

Llegue sola y con mi encanto le quite todas las miradas a mi amada madre. El rostro de Margareth estuvo adornada por una mueca, y una nueva arruga en su frente, cada vez que alguien preguntaba por mi o alguien me sacaba a bailar mientras que ella se mantuvo sentada con el grupo de vejestorios en la mesa central.

Si, estaba disfrutando la fiesta y sobre todo cada vez que Margareth me daba una mirada, todo marchaba de maravilla.

Busque al tal Ethan pero no lo encontre hasta que llego la media noche.

La fiesta estaba acabando y la orquesta tocaba una pieza tan deliciosa que me hizo cerrar los ojos para disfrutar cada nota.

Me dirigi al balcón, la noche estrellada era magnifica, hubiera deseado tener una copa de champagne en mi mano. La musica de fondo era relajante y sobre todo invitaba a soñar.

_hermoso¿no?_me di la vuelta un poco sobresaltada pero en cuanto note que era él senti que era una noche de suerte.

_diria, mejor, que es... perfecto_respondí con la mirada clavada en la luna que comenzaba a resaltar sobre unas nubes que se disipaban.

_una bella cancion, interpretación de la afamada pelicula titanic_se acerco a mi, a una distancia propia, la foto no le hacia justicia.

_exacto_le di la razón, titánic era mi pelicula favorita.

_¿puedo preguntar su nombre bella dama?_le mire divertida y entonces quise jugar un poco.

_puede preguntar pero no estoy segura de responder_el me miro de la misma manera, se rio por lo bajo y asintio en respuesta.

_touche, entonces¿podré algun dia conocer a tan misteriosa chica?_parecia un chico simpatico y tuve esa sensación de hablar con un amigo.

_seguramente...el destino es impredecible_le conteste.

_crei que el destino era un camino ya marcado_me retruco.

_pero...el destino es desconocido y no siempre se une a quien lo llama_ambos nos reimos inconcientemente para luego mirarnos y quedar en un silencio mutuo, no incomodo sino todo lo contrario, como dos conocidos.

Dos conocidos que se habian vuelto a encontrar.

Fueron unos segundos en que nuestros ojos se encontraron y luego alguien le llamo desde el salón.
Ethan le dio un vistazo al hombre que lo llamaba y luego con una reverencia exagerada se despidió, sin decir nada, sin dejar de mirar mi rostro.

_Ethan Nolan...cuanto lo siento_susurre mientras veia como se abrazaba con un amigo y salian del salon.

La noche habia sido un desperdicio pero por el momento...la suerte me trajo a Ethan sin esfuerzo alguno.




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