—Entonces pensaba proponerte a ti —dice Kyle y asiento intentando escucharlo. Mi mente está volando un poco lejos.
Me ha cantado un par de canciones en el escenario y yo también lo he hecho, hemos comido algo y ahora mismo estamos tomando unos tragos. Claro que no nos pondremos ebrios porque eso no es diversión para nosotros, pero he tomado un poco y he escuchado cada palabra que ha dicho... Bueno, casi.
No dejo de pensar en que al volver a casa podríamos encontrarnos con un par de matones buscando a Thomas que serían capaces de torturarnos. Llamé a mamá y me dijo que todo se encontraba en orden, fue un alivio. Espero que no vuelva a involucrarme en esos asuntos. Toco mi pómulo izquierdo como si pudiera sentir el golpe de nuevo y cuando una mano se posa en mi hombro me sobresalto. Kyle me mira con el ceño fruncido.
—¿Qué sucede?
Aparto la mirada y trueno mis dedos. No tengo por qué involucrarlo en esto y pasarle las preocupaciones. Kyle de estar bien y no preocuparse por cosas innecesarias.
—No es nada —aseguro bebiendo un sorbo de mi cerveza—. Me estabas hablando sobre la propuesta.
Ladea su rostro y sus ojos me estudian con fijeza.
—Hace diez minutos que acabé de hablarte sobre eso. Te estaba hablando de Dylan con Kate —dice acercando su silla más a la mía—. ¿Te estás aburriendo? ¿Quieres que nos vayamos? —pregunta mirándome con seriedad. Sé que él lo comprendería, pero no quisiera que se preocupara por cosas del pasado. Sus ojos marrones me miran ansiosos y suspiro acariciando su mejilla—. Comienzo a preocuparme un poco.
—Solo estoy un poco cansada, nada más.
—Drew, no voy a enojarme si quieres irte de aquí. Algunos cantantes comienzan a darme dolor de cabeza —bromea tocando mi pierna—. No fue una cita del todo divertida, creo que esta vez no escogí tan bien.
—No fue aburrida —digo tocando su mandíbula. Suspiro mirando a sus ojos de nuevo—. Es solo que... estoy distraída, es todo.
—Bueno, podemos salir en otra ocasión. —Asiento, no creo poder dar lo mejor de mí en esta cita—. Llamaré un taxi para que me recoja. —Saca su móvil y frunzo el ceño cuando hace la llamada—. Hola. Estoy... —Le quito el móvil de las manos y corto la llamada. Me mira sorprendido—. ¿Qué haces?
—Vamos a pasar la noche juntos, ¿recuerdas?
—¿Seguro? Creo que necesitas un poco de espacio —murmura y niego pidiendo la cuenta.
—Estoy bien, en serio.
Pagamos y salimos del lugar en silencio. Kyle toma mi mano y suspiro. No quiero que esto se arruine por Thomas. Al llegar al auto me pide conducir y me sorprendo un poco, él jamás me había pedido conducir mi auto y cuando le doy la llave me doy cuenta de cuánta confianza le tengo. No dejo que cualquiera lo maneje. Kyle dice que mejor conduce él porque estoy distraída y no quiere que ocurra ningún accidente.
—¿Podemos ir a tu departamento? —pregunto en voz baja y me mira de reojo.
—No hay problema. Dylan se quedaría con Kate y Ashton fue a visitar a una tía, el departamento está solo.
Asiento. El viaje es silencioso y me mantengo pensando en que debería tomar un par de precauciones a partir de ahora. Miro por los espejos si algún auto nos sigue y por suerte no es así. Kyle no habla y ni siquiera ha puesto música, se mantiene mirando al frente y con rostro serio. Es extraño verlo con rostro serio, él siempre está sonriendo o riendo.
Estaciona el auto y cuando subimos por el ascensor me abraza sin decir palabra. Nuestra entrada a su departamento es muy diferente a todas las que hemos hecho antes. No hay risas, no hay gemidos, no hay golpes, ni sonidos de besos. Es un silencio un poco asfixiante y odio que sea por mi culpa. Camino hacia su habitación y escucho que viene detrás de mí. Me siento en la cama y miro el suelo mientras él entra y cierra la puerta.
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Corazones solitarios #2. Rotos
Romance𝑺𝑬𝑮𝑼𝑵𝑫𝑶 𝑳𝑰𝑩𝑹𝑶 No tener pareja en San Valentín es un poco deprimente, aunque no tanto si disfrutas de la soltería. Pero no puedes besar un par de chicos y beber algunos tragos en la pomposa fiesta de tu mejor amiga si ella es una romántic...