𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄 𝐀 𝐓𝐔 𝐋𝐀𝐃𝐎 [Namjin/Taekook/Yoonmin]

Amor

- ¡Suga!- V le abrazó con fuerza- te has tardado demasiado, amigo.

- Todo ha sido una locura- respondió Min feliz de verle- ¿Cómo está mi familia?

- Pues... Seren nació, es una niña- Suga sonrió mostrando sus encías al saberlo- pero a Jimin no le sentó bien que desaparecieras- su rostro mostró confusión.

- Nuestra vía de comunicación no era segura, no podía arriesgarme a que supieran de él.

- Jimin la pasó muy mal, Suga. Entró en depresión y no comía ni salía, casi pierde al bebé. Después decidió que... Iba a criar a Seren solo porque tu lo habías abandonado, que empezaría a trabajar en la empresa de su padre y cosas así.

- ¡¿Porque pensó que le había abandonado?!

- Ya sabes que las personas embarazadas son muy emocionales, pero seguro que cuando le expliques todo se lanzará a tus brazo- Tae abrió los ojos al recordar algo- ¡Además Jin está embarazado! ¿Te lo puedes creer?- su sonrisa cuadrada tranquilizaba a Suga que todavía tenía que procesar todo- Bueno, antes de que sigamos hablando vamos a terminar con esto de una vez por todas.

Los hombres trajeados entraron en la sala, varias personas les esperaban. Era el clan mafioso mas importante de Busan que les ofrecería un trato con los Min, después de tres horas de conversación. Min consiguió un territorio y un fiel aliado.

Suga y Taehyung volaron esa misma noche de vuelta a casa.

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La casa de los Park se encontraba bulliciosa, los chicos habían ido a visitar a Seren y celebrar que Nam había vuelto. Todos querían jugar con la pequeña y sacarle una sonrisa. La puerta sonó y Jimin fue a abrir, su ojos se ampliaron y su boca casi toca el suelo. Quería llorar, reír, abrazarle y...

- ¡Maldito, imbécil!- Jimin le pegó un puñetazo que le tiró al suelo.

- Vaya, esto es lo mismo que hiciste conmigo cuando intenté ligar contigo por primera vez- Suga se levantó a duras penas y se limpió la sangre divertido.

- ¿Con que cara te presencian ante mi?- Jimin están de brazos cruzados y con la barbilla alta.

- Jiminnie, no pude venir antes. Muchas vidas dependían de mi y tenía que moverme de un lado a otro.

- ¿Que te costaba un mísero mensaje?

- Nadie tenía que saber de mi mayor debilidad- eso enterneció a Jimin- lo siento, no sabes el dolor que siento por haberme perdido tantos momentos importantes- Minnie no se atrevió a mirarle a los ojos y abrió los brazos, Yoongi le abrazó con fuerza y le llenó el rostro de besos.

- Me has hecho tanta falta- dijo entre sollozos, Jin por el ruido se levantó con Seren en brazos y salió al portal- Sabía que volverías, tu nunca me has fallado.

- ¡Capullo, observa el milagro de la vida!- Suga se acercó y con cautela cogió al bebe.

- Oh dios mío- dijo con los ojos cristalizados, los chicos salieron también y se sorprendieron al ver por primera vez a Suga llorando.

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- Buenas noches, Kookie.

- Buenas noches, hyung.

Salí del cuarto de invitados y entré en la habitación, Nam estaba escribiendo letras sentado en un pequeño escritorio con una tibia luz.

- Amor, vamos a la cama- le susurré al oído mientras pasaba mis manos por su pecho. Él se recargó en mi con los ojos cerrados.

- Buena idea, tengo sueño.

- Yo no he dicho que íbamos a dormir- abrió sus ojos con un brillo lujurioso- Daddy, he echado de menos su gran polla- dije necesitado.

- Princesa, quítate la ropa y ponte en cuatro- accedí sin rechistar y me coloqué en la cama.

Apoyé la cabeza en la almohada completamente desnudo y le miré por encima del hombro. Empezó a prepararme con suma delicadeza, atesorando cada segundo. Su lengua imitaba estocabas que creaban una sensación de cosquillas en mi vientre bajo, intenté tocarme al ver que estaba llegando a la cima pero él apartó mi mano y me dio un azote.

- Vas a correrte sin tocarte- dijo com voz grave, y tenía razón.

Pensaba que por fin iba a unirnos cuando sentí que lo que introducía era frío.

- Dime un número del uno al seis.

- Tres- una ola de placer me consumió al sentir las vibraciones en mi interior y solté un sonoro gemido.

- No te contengas, me gusta como gimes. Pareces una zorra necesitada- empezó a masajear mis pezones mientras subía de intensidad el consolador, al igual que mis gemidos. Me corrí por segunda vez. Nam me dio la vuelta y empezó a hacerme una mamada.

- No voy a aguantar mucho más- cogía las sábanas con fuerza, los orgasmos consecutivos habían hecho mi cuerpo sensible y sentía otra vez que iba a llegar. Pero no pude, sentí un anillo que me aprisionaba el pene y que vibraba- ¡Nam!- grite confundido por el placer y el dolor. Nam me dio otro azote- D-daddy.

Me quitó el consolador y se introdujo en mi de una, las ganas de liberarme eran inmensas y me estaban volviendo loco el no poder hacerlo. Sus embestidas fuertes y profundas no dejaban de golpear mi próstata sin descanso, me giró para llegar mas profundo y me volvió a embestir haciendo que apoyara las manos en la cabezera de la cama.

- Dime lo que quieres.

- Q-quiero que daddy me de toda su esencia y que me deje correrme.

- ¿Que eres?

- Una zorra necesitada.

- ¿Y de quien eres?

- De d-daddy.

- Buen chico- me quitó el anillo y empecé a eyacular sin descanso.

Él sin embargo siguió moviéndose y cuando estaba a punto salió y lo hizo en mi cara.

- Abre es boquita- una vez terminó cayó como peso muerto encima de mi y nos dormimos abrazados.

Entre sueños Namjoon me susurró.

- Voy a estar siempre a tu lado.

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Jungkook miraba el techo mientras se tapaba los oídos con la almohada, en el cuarto de al lado.

- Joder tenía que haber dormido en el puto salón- se levantó y se fue al salón- van a traumar al bebé.

Los cachorros despertaron y le miraron curioso.

- Hola cachorritos- se tumbó en el suelo rodeado de perritos- Tae me ha enviado un mensaje de que esta en Seoul y ya todo está bien. ¿Debería perdonarle? Yo sé que él hizo todo por ayudar a su amigo pero debe entender que también debe cuidarse a si mismo. Por otro lado si él no hubiera ayudado a Suga me habría decepcionado. ¿Tu que piensas Ren?- el perro le lamió el pulgar- es verdad, no tenía que haberle sacado de casa- Pía le mordisqueó la mano- Pero voy a esperar a que él me hable.