Capítulo 11: El reencuentro inesperado

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Punto de Vista de Annabeth.

Escuché como mi amiga me llamaba. Me encontraba tirada en la cama en posición de feto, dándole la espalda.- Beth, se que estás despierta.- Su voz era de enfado.
- No lo estoy.- Ella bufó.
- Beth, no vuelvas ha hacerme esto.- Me regañó.- ¡No sabes el susto que me has dado!
Sorbí mi nariz.- Lo siento.
- Juan se asustó mucho cuando no re vio.- Volvió a decir molesta.- ¡Y yo también! Luego me encontré con Will y me dijo que te había traído a casa.
Hubo un silencio algo incómodo.
- ¿Podrías haberme avisado no? Un mensaje, una llamada, un toque en el hombro...¡Algo!.- Al ver que yo no reaccionaba se acercó a mi y tocó mi hombro.- Beth, te estoy hablando.- Ella bufó.- Me siento tu madre.- No la veía pero estaba segura que sus manos estaban en su cintura y su ceño fruncido.- Esto no funciona así.- Dijo al fin.- Yo soy la loca que va por la vida sin mirar a su alrededor y tu eres la que me calma.
- Lo siento.- Mi voz se quebró. 
- ¿Estás bien?.- Su voz se volvió algo más amable y su tonó de enfado desapareció.
- No...- Dije comenzando a llorar de nuevo.
- Oh... Beth.- Acarició mi pelo para tranquilizarme.
Me di la vuelta para poder mirarla.
- ¿Que pasó amiga?.- Su voz era tranquila, pero sus ojos mostraban que estaba nerviosa y preocupada.
- Lo ví.- Ella no sabía a quién me refería.- Lo vi, Alba.
- ¿A quién?
- A él.- Acarició mi mejilla quitando algunas lágrimas.- Estaba allí, en mitad del local.
- Tranquila... Todo saldrá bien.- Sonrió de lado y me abrazó mientras lloraba en su pecho.
Normalmente yo era la que la tranquilizaba, la que siempre decía que todo iba a estar bien...
Nos quedamos dormidas en mi cama juntas, como cuando teníamos trece o quince años y nuestra seria favorita había terminado. 
*
El sol dio en mi cara y me despertó. 
Mi amiga no se encontraba a mi lado, supongo que habrá ido a desayunar.
Me senté en la cama y mire mi atuendo. Era el vestido de anoche. Todo arrugado. Suspire y me levanté de la cama. Pero me tuve que volver a sentar porque la cabeza me daba vueltas. 
Anoche lloré lo que no estaba escrito. Y me duele mucho la cabeza. Volví a levantarme y mire a mi alrededor. Mi habitación estaba recogida, algo que me extrañó. Ya que anoche hice un destrozo en ella. Tengo una amiga demasiada buena conmigo. Niall no salía de mi cabeza, sobre todo esos ojos azules mirándome sorprendido. Necesito despejarme y eso es lo que voy hacer. 
Me dirigí a mi cómoda y cogí un pantalón de deporte junto a una camiseta. Quite mi vestido y coloque la ropa de deporte en mi cuerpo. Entre en el baño, quite mi pintura y lave mi cara. 
Bajé las escaleras y escuché como mi amiga hablaba por teléfono.

- Si.- Dijo ella.- No lo ha pasado muy bien... ¿Él tampoco?.- ¿Con quién estaba hablando?.- Son tal para cual.- Vi como rodó los ojos.- Esta bien, si tu lo dices...- Sin darme cuenta tropecé con el primer escalón haciendo ruido.- Te dejo. Beth se acaba de levantar.- Con eso colgó.

Terminé de bajar las escaleras y me adentré en la cocina.
- Buenos días, sexy bailarina.- Sonrió.-Te he preparado churros.- Puso un gran plato de churros en la isla.- Bueno, he ido al bar de la esquina a comprarlos.- Hizo una mueca.
- Gracias, Alba.- Dije amable.- Pero no desayunaré.
- De nada, ya sabes que... ¡¿Qué?! 
- Saldré a correr.- Me dirigí a la nevera y bebí zumo de naranja.
- ¡Ah, no!.- Exclamó ella.- ¡Tu vas a desayunar!.- Cerro la nevera dando un portazo.
- Alba, tu eres la primera que dices que para despejarse, salir a correr es lo mejor que puedes hacer.
Su expresión de la cara se relajo.- Si, pero.... ¡No sin la comida más importante del día!
- ¡Alba!
- ¡Beth!
- ¡Alba!
- ¡Beth!
- ¡Saldré a correr!
- ¡No!.- Me contradijo.
- ¡Si!.- Le contradije yo.
- ¡No!
- ¡Si!
- ¡No!
- ¡Si!
- ¡No!
- ¡Si!
- ¡No!
- ¡Si!
- ¡No!
- ¡No!
- ¡Si!
- ¡JÁ!.- Grité.- Saldré a correr.- Sonreí victoriosa. 
- ¡Arg!.- Gritó ella.- Eres... Eres.... Eres....
- ¿Adorable?.- Pregunte con cara de niña buena.
- ¡No! Insoportable.
- Si, me lo suelen decir.- Me encogí de hombros.- Te veré dentro de dos horas.- Le guiñé un ojo y salí de casa.
¿Qué podía pasar si salía a correr? Nada, absolutamente nada.
Punto de vista de Niall.
Como odio a ese tío. Ese tío se llevó a mi chica. A mi ángel. 
Volví a la mesa donde se encontraba Harry y lo levanté de su asiento cogiéndolo del cuello de su camiseta.
Él con miedo me miró.- ¿Que ocurre, James?
- Nos vamos.- Dije entre dientes.- Ahora.- Solté el cuello de su camiseta con violencia y me dirigí a la salida. 
Joder. 
La impotencia corría por mis venas. No podía hacer absolutamente nada. Ese tío estaba con ella y yo no.
Deseaba romper algo con mis propias manos. Cualquiera que se entrometiera en mi camino, le partiría la cara.
- James, James.- Harry tocó mi hombro.- ¿Ha ocurrido algo?
- Por tu bien, no te acerques mucho a mi, Styles.- Él tragó saliva y asintió. 
Caminamos entre la multitud hasta la salida. Harry andaba en silencio mirando el suelo. 
Cuando salimos, nos dirigimos al coche.
- Dame las llaves.- Pedí a Harry. El me miró.
- Pero... Pero James, has bebido.- Explicó.
- Tampoco he bebido tanto.- Le informe.
- James, no se que ha ocurrido ahí dentro.- Apuntó hacia el local.- Pero no te voy a permitir conducir.- Negó con la cabeza. 
Entró en el coche dejándome con la palabra en la boca. Todo mi cuerpo se empezó a llenar de ira, más de lo que ya estaba. Respire hondo para tranquilizarme.
Rodeé el coche y me senté en el asiento del copiloto.
- Espero que estés contento.- Hablo después de empezar a conducir. Yo le mire incrédulo.- Has estropeado mi noche.
- ¿Tu noche?.- Reí burlón.- No estaba  a gusto, Harry.
Sonrió de lado.- No sabes mentir.- Rió.- Estabas a gusto, James.
Me quedé callado en mi lugar. Esta conversación no tenía sentido.
- ¿James?
-¿Qué?.- Contesté rudo.
- ¿Que qué ha pasado ahí dentro?.- Insistió.
Resoplé.- La he visto, ¿contento?
- ¿La has visto?.- Preguntó curioso.- ¿A quién? 
- A ella.- Expliqué.- A Annabeth.
Se quedó en silencio unos segundos. Sin saber que decir.
- ¿Quieres... Quieres hablar de ello?.- Preguntó algo indeciso.
- No.- Contesté.- Solo quiero llegar a casa y beberme una botella de vino.
- James...
- Harry...- Le interrumpí.- Llévame a casa.- Le dije. Más bien le supliqué.
Punto de vista de Annabeth.
Después de correr, saltar y gritar por los parques de Madrid, entre en el primer starbucks que vi. Era la hora punta, por lo cual había dos colas. busque mi monedero en mi bolsillo para cuando fuera mi turno. 
No sabía que pedir. Mire indecisa el nombre de los cafés y bufé. 
Fue mi turno y el cajero me miro para que pidiera.
- Póngame el más barato.- Él asintió.
- ¿Nombre?.- Preguntó.
- Beth. Acabado en "TH"- Dije. La gente se suele equivocar. 
El chico asintió y lo apuntó.
- ¿Beth?.- Mire a mi izquierda y casi se me salen mis ojos de las órbitas.
- Dios.- Dije en un susurro. Coloqué las manos en mi rostro.
Cogi mi monedero bien y lo volví a guardar. Esquivé a la gente y salí del loca.
- ¡Annabeth, espera!.- Grito detrás de mi.
Logró coger mi brazo cuando salí. 
Simplemente su tacto hizo aparecer mariposas en mi estómago. Sus ojos azules parecían cansados y estaban irritados. Y debajo de ellos había unas pequeñas bolsas, determinadas ojeras.
Unos segundos nos quedamos en silencio. Sin saber que decir, o por lo menos por mi parte
- Hola.- Dijo al fin.
- ¿Hola?.- Pregunto.- ¿Me dices hola después de casi dos años sin llamarme o ni siquiera saber donde estaba?.- Pregunto enfadada.
- ¡Claro que lo sabía!.- Exclama soltando mi brazo.
- ¿Así?.- Pregunto indignada.- ¿Donde?.- Me cruzo de brazos.
- ¡En Londres!.- Grito haciendo que la gente nos mirara.- Estuviste en Londres.- Dijo más tranquilo.- Sola. 
Mi rostro se relajó al ver que si sabía donde estaba.
- ¿Por qué no me llamaste?.- Mi voz se empezaba a quebrar.
- Beth, este no es el mejor lugar para hablar.- Aseguró cuando vio que la gente nos miraba. 
- No estoy segura si quiero hablar contigo, James.- Su rostro se formó en uno frío, enfadado.
- No me gusta esta Annabeth.- Dijo entre dientes y con enfado.
- A esta Annabeth, no le volverás a poner una mano en cima, James.
Su pecho subía y bajaba a gran velocidad. Estaba realmente tenso. Nunca lo había visto así. Sólo el día de mi graduación. Dia que destrozó. Bueno,no sólo el día, sino a mi también me destrozo. No sólo por ponerme la mano en cima. Que prometió que nunca nadie iba hacerme daño. Sino, porque me dejó en ridículo.
- Beth, hablemos intentarlo.
- Déjame pensarlo.- Mordí mi labio inferior y salí de allí.
Y yo pensé que no podía pasar absolutamente nada si salía a correr...

Lo siento mucho, muchísimo. Siento no haber subido el viernes. Pero tiene su explicación. Como ya sabeis de sábado a lunes estoy en el pueblo así que no pude escribir una mierda. El martes escribí casi todo el capítulo. El miércoles estuve toooooooooooooooooooooodo el día con mi grupo de baile. El jueves quede con una amiga pooorque su novio se le iba a declarar en unos fuegos artificiales que hay antes de la feria de mi ciudad. Y necesitaba mi ayuda sooo no pude terminar de escribir el cap. El viernes estuve con mi grupo de baile (again) y estuvimos 24h sin dormir bc era la feria de Malaga (mi ciudad) total que no he podido escribir. Si vais a mi Instagram os morireis de risa con los vídeos. Me despiertan y todo después de conseguir dormir dos minutos (imawarrior98) Ya me seguís de camino y eso. Y a mis compis tambien. Y ya esté finde he estado ocupada tal y cual la expiración no llegaba, las fiestas, etc. La buena noticia es qe ya he empezado a escribir Y subiré dentro de poco. (el viernes) La espera se hará más corta.
Feliz Semana.
Ah! Muchas no entendéis eso de que Niall se le ve AL FONDO en el cuadro donde On Beat sale desfilando en la cabalgata. Vereis, Niall pasó un tiempo en Londres para olvidar a Melanie y a Lucy mientras que On Beat pasaban allí una temporada con Danielle. Pero eso fue antes de que se conocieran. ANTES.
Peazo nota io. xD (me hacía ilusión poner algo Andalú)
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