Eres tú, no me valen los demás - Marco Asensio.

CAPÍTULO 1: Valdebebas.

                            
Me dirijo un día más a Valdebebas. Hoy me toca ir al entreno a anotar una serie de cosas. No se muy bien por qué tengo que ir la verdad, para lo que voy ya hay gente y precisamente son ellos los que me pasan esa información ya que soy yo también la que lo llevo.
-Hola Luis- salude al guardia de seguridad de Valdebebas.
Llegué a mi despacho y lo dejé todo allí. Unas manos en mis caderas me sorpedieron.

-Hola pequeña Ramos- dijo riéndose y dandome un beso en la mejilla cuando me di la vuelta.

-Hola Nacho- le devolví la sonrisa y el beso en su mejilla.-vamos anda que vas a llegar tarde al entreno

-Vas al entrenamiento?

-Si, Solari me ha pedido que vaya hoy para anotar no se que.

-Bueno pues mira que bien para nosotros- dijo guiñándome un ojo.

-Tonto eres- dije riendo y cogiendo mi móvil y una carpeta.

-Vamos peque- pasó su brazo por encima de mis hombros y fuimos hacia el campo de entrenamiento.

Nacho y yo teníamos una relación rara... Bueno rara, todo el mundo nos decía que  teníamos algo, pero los dos sabemos que no hay nada de nada, una amistad muy bonita.

-Sergio!!- grité corriendo hacia mi hermano. Siempre hago lo mismo.

-Abril tienes que dejarte de hacer eso hija-  dijo Sergio riendo.

-Sabes que no lo voy ha hacer, ni con 22 años ni con 30- dije como pude porque no podia parar de reir. Acabé en el suelo riéndome a más no poder con todos mirándome divertidos, así era yo, siempre me estaba riendo por todo.

-Anda levanta- me dio la mano Carvajal- simpre estas así, no se como no tienes agujetas permanentes en la barriga, porque cuando estoy contigo siempre acabo con ellas de tanto reirme.

-Tss, déjame en paz e iros a vuestras cosas anda, no vaya a ser que os apunte algo que no queráis.

Todos se rieron y se fueron. Solari apareció a mi lado con esa sonrisa que tanto le caracteriza.

-Hola Abril

-Hola Santiago.

-Se que no es usual que te diga de venir al entreno pero es que quiero un iforme de un jugador y me fio de ti más que de nadie para hacerlo.

-Oh gracias. Y dime, quien es el afortunado?

-Francisco

-Isco?

-El mismo, como ya sabrás últimamente no esta rindiento mucho.

-Si bueno algo he oído en la tele y tal.

-Quiero que le peses, le pidas a los fisios que le revisen y que le eches una charla de las tuyas por favor.

-Como usted diga- dije con mi sonrisa.

-Te conozco desde hace tiempo y creo que eres la que más le puedes ayudar ahora mismo.

-Bueno...

-Bueno hasta luego Abril, voy a poner orden a esta panda de tarugos.

-Rei- Hasta luego Santiago.