Capítulo XXVI

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Durante el transcurso de aquella semana el oso pardo y el grisáceo planeaban las diversas actividades que harían en la casa de Sergio con los invitados. El día escogido para hacerlas fue el domingo, así que los dos se encontraban planeando todo con detalle para que no hiciera falta nada.

Pienso que podríamos comprar un pastel de miel y manzanas —sugirió Tomás caminando por el patio de la universidad mientras hablaba por su teléfono celular.

—Tú sólo piensas en comer postres, jaja.

—Jajaja, me gusta lo dulce. Por eso me enamoré de ti, Sergio. 

Sergio estaba ruborizado mientras esperaba la hora de salida de su turno del día miércoles tras terminar temprano con la agenda que tenía. 

—¿Y qué otro tipo de cosas necesitaremos? —le preguntó mientras revisaba su correo electrónico en busca de nuevas notificaciones.

—Dime lo que ya tenemos.

—Según lo que alcancé a anotar tenemos los ingredientes para hacer una rica sopa, las micheladas, arroz chino, bolas de carne, malvaviscos, el pastel de miel y manzanas, algunos pinchos, sodas y dulces.

Perfecto. Tendremos un fin de semana espectacular con comida y un compartir digno de nosotros.

—Eso te lo aseguro. Además, alquilaré una piscina inflable para ocho personas ya que invitaré después de todo a Enrique, Zack, Esther, Rosa, Raquel a parte de que estaremos tú y yo.

—Yo llevaré a Clara y Fidel conmigo que son mis mejores amigos desde que soy un osezno, aprovechando el momento también para presentarlos a todos los presentes. 

—Es una buena idea pero dime una cosa, ¿por qué nunca te he visto con ellos en la universidad o cuándo a veces paso cerca de tu casa? —preguntó el oso mientras anotaba otras cosas en una lista.

—No viven aquí, amor. Ellos estudian en la ciudad vecina y vienen cada quince días, además cuando lo hacen van a visitar a sus familiares y me reuniré con ellos este fin de semana que pasarán en la ciudad para que me confirmen si vienen.

—Está bien, amor. Espero una respuesta positiva por parte de ambos.

—También yo —dijo emocionado el oso pardo— Ya quiero que sea domingo para verte y pasar un momento juntos con nuestros amigos más cercanos.

Yo también deseo lo mismo, mi amor. Por ahora te dejo que recogeré las cosas para ir a casa.

Está bien, Sergio. Espero que llegues bien a casa y descanses mucho —dijo el oso pardo durante la llamada— Te amo.

—También te amo —dijo el grisáceo para luego colgar la llamada pensando en las cosas que harían para el domingo.

Tomás se puso a leer un poco una revista donde habían golosinas mientras que Sergio terminaba de recoger sus cosas para marchar a casa, no sin antes despedirse de Rosa que salía junto con él.

—Nos vemos mañana, Rosa.

—Nos vemos mañana, doctor —dijo sonriente la zorra con su casco puesto para luego subir a su motocicleta y marcharse del lugar.

Sergio salía del hospital cuando de repente se le ocurrió la idea de sorprender a Tomás en su casa. Sabía de antemano que el oso pardo no vivía solo, así que fue a un supermercado y compró algunos dulces para luego tener un cambio de planes durante la noche. Aprovechando que la ventana estaba abierta, el galeno lanzó algunos.

Doctor Oso [Furry/Bara] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora