Capítulo XXXIX

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A los cuatro meses de haber ingresado Tomás al hospital y tras haber mostrado una recuperación satisfactoria con las terapias realizadas a lo largo de ese tiempo, muy pronto fue dado de alta por los médicos que lo atendían. El oso pardo no cabía de la dicha y cuando llegó a casa, sus amigos y familiares lo recibieron con mucho amor, cariño y afecto. Tomás estaba maravillado por la decoración que había encontrado como si se tratase de un momento único y especial que quisiera ser recordado estando allí con su pareja, familiares y amigos reunidos.

—¡Bienvenido a casa, Tom! —dijeron todos jubilosos y felices tras ver al oso pardo recuperado entre sonoros gritos y aplausos.

—Me encanta que hayas vuelto, hermano. No sabes la alegría que me da saber que estas nuevamente en con nosotros —dijo Thael dándole un fuerte abrazo al oso pardo.

El oso se había quedado sin palabras por la emoción que lo invadía y colocó sus manos en su boca por la sorpresa vista que no podía creerlo aún. Estaba feliz por salir adelante con su vida, especialmente por saber que había contado con el apoyo de todos.

—Yo también los extrañé a todos, estoy feliz por el recibimiento que ustedes me han dado y también por todo el apoyo que he recibido —dijo luego de haber pensado con claridad cada palabra.

—¿Quieres escuchar un poco de tu música favorita, Tomás? —le preguntó su hermana mientras conectaba su celular a uno de los parlantes.

—Por supuesto, siempre es bueno escuchar un poco de buena música al volver a casa.

—Colócale "Bears in the moon" de los Ángeles Azules —sonrió Fidel mientras se acercaba hacia Thael— Es la favorita de tu hermano.

—Claro que no. A él le gusta "Don't tears tonight" de Jean Pierre Macron —dijo Clara tomando el celular de la osa.

—Me gustan ambas canciones, así que por mí está bien la que elijan —dijo el oso pardo sonriente y al ver a sus amigos discutir por su canción favorita.

—Podremos colocar ambas y otras más que te gusten, Tom —dijo Thael empezando a colocar la primera canción a bajo volumen para que sonara bien y no interrumpiera el momento agradable de familiaridad que estaban teniendo.

—Le debemos mucho a Sergio, hijo —dijo su padre acercándose hacia ellos para colocar una de sus manos en el hombro de cada uno—. Ha demostrado que a pesar de todo él te ama y fue el primero en no perder la fe ni la esperanza en que pronto saldrías de algo tan complicado como lo que te sucedió.

—Así es, papá. Sergio para mí se ha convertido en un apoyo incondicional en ambas ocasiones que estuve hospitalizado. Yo creo que del cielo bajó un ángel con forma de oso médico para que me cuide de los desastres que me pasen, jaja —sonrió Tomás mientras se acercaba a Sergio, besando sus labios y escuchando la música que su hermana estaba colocando.

—Y nada mejor que celebrar tu salida del hospital con un pastel de chocolate de bienvenida —dijo su madre quien se presentaba con una enorme torta horneada y un mensaje en ella, hecho en crema rosa y blanca.

"Te amamos" —leyó el oso pardo mentalmente— Awww... Gracias mamá por el recibimiento que me dieron. No saben lo agradecido y feliz que me siento.

—La verdad es que todos y cada uno de ustedes pusieron un granito de arena tras estar atentos a cualquier noticia de Tomás. 

—Nosotros la primera vez que nos enteramos pedimos mucho al cielo para que se recuperara —dijo Zack en compañía de su esposa y su pequeño hijo.

—Y a nosotros Sergio nos llamó días previos a tu salida para avisarnos de esto y que te sorprendiéramos jeje —sonrió Fidel en compañía de Clara.

Doctor Oso [Furry/Bara] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora